China oculta a los aficionados sin mascarilla en el Mundial de Catar ante las protestas por las restricciones del covid

La Voz PEKÍN / EFE

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El Gobierno asegura que acelerará la vacunación de los ancianos pero no dice cómo

29 nov 2022 . Actualizado a las 19:39 h.

La televisión estatal de China, CCTV, edita las retransmisiones de los partidos del Mundial de Catar 2022 para evitar que se vean planos cortos de los aficionados sin mascarillas en las gradas de los estadios cataríes.

Esta medida, no confirmada oficialmente por la cadena, se tomó ante la oleada de comentarios en las redes sociales del gigante asiático en los que se destacaba la aceptación internacional a convivir con el covid fuera de las fronteras chinas.

En el momento en el que la señal de transmisión internacional compartida por los organizadores muestra imágenes de los aficionados en las gradas de los estadios, CCTV5, el canal de deportes del ente chino, pasa a enseñar a los entrenadores de los combinados que disputan el encuentro o conecta con un plano alto desde detrás de las porterías.

Esto provoca situaciones a la hora de ver los partidos como que, tras goles como el que anotó el brasileño Casemiro contra el combinado de Suiza este martes de madrugada en China, los televidentes del país asiático no pudieran ver ninguna de las repeticiones del mismo, como pudo comprobar EFE.

Estos cambios con respecto a la retransmisión internacional, que son fácilmente visibles al desaparecer el marcador durante el tiempo que dura la derivación de señales, al principio solo afectaban a los partidos visualizados por CCTV5, pero acabaron afectando también a la plataforma de emisión en línea Migu, el otro servicio que ofrece el Mundial en China, atestiguó EFE.

A los pocos días de comenzar el Mundial surgieron noticias en redes sociales occidentales de que la televisión china difuminaba las gradas en los partidos para evitar enseñar a los seguidores sin mascarilla, algo que se demostró falso, pero que llamó la atención de los internautas del país. Incluso proliferaron algunas recreaciones muy burdas en las que, supuestamente, hasta a los judadores se les ponían mascarillas de manera digital.

En las redes sociales como Weibo -similar a Twitter, censurada en China-, ya habían aflorado cientos de capturas de los primeros partidos -retransmitidos sin censura- que destacaban la libertad que se vive en el extranjero en comparación con la política de covid cero que rige en el país asiático antes de que CCTV finalmente decidiese censurar los planos de los aficionados.

Ahora, en contraprestación, en la misma red social aparecen publicaciones que destacan lo antinatural de las retransmisiones bajo la etiqueta «CCTV retransmite el Mundial cortando a los espectadores sin mascarillas», que a lo largo de este martes ha acumulado más de 24,5 millones de visualizaciones, a pesar de no aparecer en la lista de temas candentes del día.

«Como seguidor desde hace muchos años, todos sabemos que se verá a los aficionados en las gradas después de que se marque un gol. ¡¿Como es que tras cinco goles solo vimos planos de los entrenadores?! ¡¿Se creen que somos tontos?!», arremetía con uno de los comentarios más valorados en Weibo un usuario al término del partido que enfrentaba a Corea del Sur contra Ghana.

Muchos internautas están aprovechando esta etiqueta en Weibo para hacer ver su sentir ante la política de «cero covid» vigente en China, tras la censura que ha vivido la plataforma en los últimos días en medio de las recientes protestas en varias grandes ciudades.

Por otra parte, el Consejo de Estado (Ejecutivo) chino aseguró este martes en rueda de prensa que «acelerará» la vacunación de los ancianos, uno de los grupos más vulnerables pero también uno de los más reticentes a inocularse, pero no explicó cómo les convencerá.

En medio de la expectación generada por saber cómo reaccionaría el Gobierno chino tras las protestas del pasado fin de semana contra la política de covid cero y en un momento en que el país sufre una oleada de rebrotes con cifras récord de contagios, las autoridades se limitaron a afirmar que «ajustarán» las draconianas restricciones y a incidir en la baja tasa de vacunación entre los ancianos, uno de los grupos más vulnerables pero también uno de los más reticentes a vacunarse, convirtiéndose así en uno de los talones de Aquiles de la estrategia china.

Los mayores chinos, que no tenían una sensación de urgencia dados los bajos niveles de contagios en el país durante los pasados dos años, no fueron los primeros en ponerse a la cola para recibir la inyección, al contrario de lo sucedido en otros países.

Algunos gobiernos locales han ofrecido en los pasados meses cupones de descuento, regalos o incluso dinero en efectivo para convencer a los ancianos de que se vacunen.

Así, la Comisión Nacional de Salud anunció un grupo de trabajo para «fortalecer» la vacunación de ese grupo, como «educar en la importancia y los beneficios que tiene inocularse» o la facilidad que se dará para ponerse dosis de refuerzo tres meses después de completar la pauta de vacunación.

Los funcionarios también aseguraron que las fuertes restricciones han dejado «quejas por ser excesivas» y que «todas las localidades deben aplicar estrictamente las normas nacionales» y no tomar la justicia por su mano a la hora de imponer confinamientos.

«Estamos ajustando constantemente las medidas contra la covid», se justificó el portavoz Mi Feng de la mencionada Comisión durante su intervención en respuesta a una pregunta sobre si el Gobierno está realmente considerando un cambio en la política de covid cero.

Mi no dio pistas en ese sentido pero sí reconoció que los cierres han «afectado» a la «vida normal» de la gente y a su «psicología» además de a la actividad económica, y que «las medidas de prevención no han sido precisas y la información no ha sido suficiente y oportuna, lo que ha causado malentendidos».

La política de covid cero, que consiste en el aislamiento de todos los contagiados, estrictos controles fronterizos, campañas masivas de pruebas PCR y confinamientos donde se detectan casos, permanece vigente desde comienzos de 2020 en el país asiático, a pesar de síntomas de agotamiento entre la población en los últimos meses.

Los residentes urbanos en China llevan desde la pasada primavera sometiéndose a varias pruebas PCR semanales, necesarias para acceder a lugares públicos como supermercados, parques o tiendas y sujetos a la posibilidad de ser llevados a un lugar de cuarentena en cualquier momento en caso de contraer el virus o ser contacto cercano de un infectado, extremo cada vez más probable a medida que el coronavirus se extiende.

Los constantes cierres y las restricciones han llevado al límite la tolerancia de algunos, como han demostrado los disturbios registrados en las últimas semanas en Lasa (oeste del país) o Cantón (sureste), donde los miles de nuevas infecciones diarias han desembocado en cierres de numerosos distritos, contra los que se han rebelado algunos residentes, que derribaron las vallas que delimitaban los barrios confinados.

La situación terminó por provocar el pasado fin de semana protestas en ciudades como Pekín y Shanghái, en la que los manifestantes mostraron su rechazo a las restricciones y mostraron hojas de papel en blanco que representaban su oposición a la censura.

Después de la rueda de prensa de hoy, algunos internautas expresaron en las redes sociales su decepción con la falta de medidas concretas y pidieron que simplemente se cancelen las cuarentenas y los test masivos.