El recurso electoral de Bolsonaro amenaza con reavivar el incendio en las calles
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Los analistas creen que la demanda tiene escasos visos de prosperar
24 nov 2022 . Actualizado a las 11:45 h.Jair Bolsonaro se presentó ayer, a las 9 horas, en el Palacio de Planalto, el lugar donde trabajan los presidentes brasileños. La visita no sería noticia en tiempos normales, pero no lo son en la política del gigante sudamericano.
El líder ultraderechista llevaba 19 días sin acudir a su oficina, desde que el 3 de noviembre se reunió allí con el vicepresidente electo, el centroderechista Geraldo Alckmin, una cita con la que se dio inicio a la transición, a pesar de que el mandatario nunca ha admitido directamente su derrota en los comicios del 30 de octubre.
La prolongada ausencia, acompañada de un profundo silencio, se ha extendido mientras miles de sus seguidores siguen reclamando frente a los cuarteles una intervención militar contra la victoria de Lula da Silva en las urnas.
Esas demandas fueron espoleadas este martes, cuando el Partido Liberal (PL), la formación a la que se ha aliado Bolsonaro, presentó un recurso ante la Justicia electoral reclamando la anulación de los votos de 279.000 urnas electrónicas —alrededor de un 61 % del total— de fabricación anterior al 2020, utilizadas en la segunda vuelta electoral, que considera imposibles de auditar, aunque no presentó prueba alguna que lo demostrase.
«Las inconsistencias no permiten comprobar el voto del elector. Eso no quiere decir que hubo fraude, sino que no hay certeza de que las urnas sean creíbles», señaló el abogado Marcelo Bessa.
El PL asegura, según un informe, que, contabilizando solo las máquinas de la generación 2020, Bolsonaro habría ganado con un 51 % de los votos, el mismo porcentaje que logró Lula en los comicios. Inmediatamente las redes sociales se llenaron de mensajes de los seguidores del líder ultraderechista mentando esa cifra.
Sin embargo, decenas de expertos en las máquinas electorales han asegurado a los medios que los sistemas antiguos son perfectamente auditables incluso ante deficiencias en el número de serie, aspecto que denuncia el PL.
La Justicia ha entrado de lleno en el asunto. El líder del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes, ha exigido al PL que presenten datos completos, incluidos los de la primera vuelta, en la que también se usaron las máquinas señaladas, en un plazo de 24 horas, que termina hoy.
Es poco probable, según los analistas, que la formación conservadora lo haga, ya que en la primera vuelta también se celebraron las legislativas, en las que el PL fue el partido más votado tanto en la Cámara como en el Senado, y ese resultado se pondría también en entredicho.
La maniobra, en cualquier caso, podría volver a incendiar la calle en Brasil. Según el portal UOL, la divulgación del informe, que considera «golpista», habría sido iniciativa de Bolsonaro, que habría dictado sus términos y la manera en que sería presentado.
En medio de la polémica ha aparecido con fuerza la figura del ultraderechista estadounidense Steve Bannon, antiguo estratega de Donald Trump, que ha pedido a los seguidores más acérrimos de Bolsonaro que sigan protestando en las calles. Uno de sus mensajes fue difundido ayer en redes sociales por uno de los hijos del mandatario brasileño.