El Gobierno ultraderechista opta por no irritar a la Unión Europea ni a los mercados.
23 nov 2022 . Actualizado a las 08:46 h.El nuevo Gobierno de Italia ya tiene sus primeros Presupuestos. El acuerdo entre los socios del Ejecutivo se produjo la madrugada del martes, lo que provocó los comentarios sarcásticos de muchos italianos en las redes, que observaron que los nuevos ministros prefiere trabajar cuando los ciudadanos (periodistas incluidos) duermen.
Algunos medios también criticaron la falta de medidas radicales en las cuentas para el 2023. «La montaña parió un ratón», opinaba la sección de economía del Corriere della Sera, refiriéndose al hecho de que el llamado flat tax (una tasa plana de impuestos) solo afectará a los autónomos, cuando el objetivo de la Liga de Matteo Salvini era que se extendiera a todos los trabajadores.
Son unos Presupuestos muy prudentes. La jefa de Gobierno, la ultraderechista Giorgia Meloni, prefiere no irritar a la Unión Europa ni a los mercados (aunque Bruselas sigue mirando con preocupación la fuerte deuda pública de Italia). Una decisión que las fuentes parlamentarias con las que habló La Voz calificaron como «inteligente», porque en una situación de desaceleración económica mundial, y con el escenario de la guerra en Ucrania, Italia debe mostrar «mucha responsabilidad con las finanzas».
De hecho, se prevé un gasto importante: 35.000 millones de euros. Varios analistas apuntan a que también en esto Meloni, en su primera experiencia real de Gobierno, apostó por la senda de la prudencia marcada por su predecesor Mario Draghi.
Según la nota de prensa del Ejecutivo, la Ley de Presupuestos se basa «en un enfoque prudente y realista», sostenible para las finanzas públicas, que concentra «gran parte de los recursos disponibles en medidas de apoyo a las familias y a las empresas para mitigar la subida del precio de la energía y el aumento de la inflación».
El proyecto incluye la reducción del IVA a algunos productos, ayudas a jóvenes para la compra de una vivienda, y facilitar el empleo de las mujeres jóvenes y de los beneficiarios de la llamada renta de ciudadanía (equivalente al ingreso mínimo vital).
Fin de la medida de M5E
Justamente sobre la renta de ciudadanía, el nuevo Gobierno marca una ruptura con el anterior Ejecutivo, estableciendo que a partir del 1 de enero las personas de entre 18 y 59 años que puedan trabajar y no tengan a su cargo familiares con discapacidad, menores o ancianos recibirán la ayuda durante un máximo de 7 a 8 meses en lugar de los 18 meses renovables actuales.
A los beneficiarios tendrán que a participar en un curso de formación o reciclaje profesional de al menos seis meses o de lo contrario ya no tendrán acceso a las ayudas. Lo mismo le ocurrirá a quienes rechacen la primera oferta de trabajo adecuada.
Para el Movimiento 5 Estrellas (M5E), que fue el principal promotor de la renta de ciudadanía, estas limitaciones son la premisa de la supresión completa de unas ayudas a millones de italianos con dificultades. El ex primer ministro y líder del M5E, Giuseppe Conte, acusó al Gobierno de «cobardía» y de «mostrarse fuerte contra los más débiles».