La alcaldesa de Ciudad de México y dirigente de Morena encabeza los sondeos, con una ventaja media de seis puntos, para relevar al actual presidente en el 2024
22 nov 2022 . Actualizado a las 09:14 h.Claudia Sheinbaum se posiciona como la principal candidata para sustituir al presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador a partir del 2024.
La alcaldesa de Ciudad de México aventaja en unos seis puntos de media, en las encuestas de preferencia de cara a las próximas presidenciales, al ministro de Exteriores, Marcelo Ebrard, cuyas posibilidades están todavía intactas.
Ambos son corcholatas —chapas de botella— como el presidente se refiere a los miembros de su partido, Morena, con posibilidades de sucederle.
En México está prohibida la reelección, la formación oficialista tiene una amplia ventaja en las encuestas —la popularidad de López Obrador supera el 60 %— y esas corcholatas saben que tienen amplias posibilidades de alcanzar la presidencia si logran la candidatura de Morena.
«En dos años más seremos partícipes de un hecho doblemente histórico. La llegada de la primera mujer al frente de la patria, pero, lo más importante, la primera con más experiencia en gobierno local en más de 100 años», dijo recientemente Marcela Gutiérrez Escalante, alcaldesa de Tecámac, en un acto junto a Sheinbaum.
La precampaña de Sheinbaum
La jefa de Gobierno de la capital mexicana , de 60 años, está en una suerte de precampaña electoral. Sale prácticamente cada fin de semana de la urbe para visitar alguna provincia y reunirse con miembros del oficialismo y distintos empresarios, en actos donde es recibida al grito de «presidenta».
Esos viajes han comenzado a ser criticados por miembros de la oposición, que acusan a Sheinbaum de descuidar la Ciudad de México, e incluso por algunos sectores del oficialismo, pero la líder progresista parece decidida a prolongar las salidas.
Su estrategia, al menos en los primeros compases de la precampaña, parece clara: no confrontar con López Obrador y ofrecer continuismo, asegurando que el país está listo para que una mujer sea presidenta.
La táctica de Ebrard es similar, pero el ministro de Exteriores sí puntualiza que quiere «continuidad con cambio», aunque cuando se refiere a ese objetivo pasa inmediatamente a defender la gestión del presidente.
«Yo sé cómo trabaja, yo lo admiro y lo quiero mucho, y no va a cambiar eso. Yo sé que la política es muy baja a veces, pero yo no soy así. Yo soy una gente derecha», apuntó recientemente.
Debates en el 2023
El líder de la diplomacia ha abogado por la celebración de futuros debates, quizás en el 2023, en el que participen las principales corcholatas, grupo en el que también se encuentran el ministro de Interior, Adán Augusto López, y el senador Ricardo Monreal, aunque por ahora aparecen muy por detrás de Ebrard y de Sheinbaum en los sondeos.
La candidatura de Morena a las presidenciales se decidirá a través del voto popular, según desveló López Obrador a finales de octubre, frente a las especulaciones de que la elección podría darse por «dedazo», como es habitual en México. «Debe ser el pueblo el que elija al candidato o candidata y a la presidenta o el presidente. A los candidatos se puede elegir por encuesta, y no falla», apuntó el mandatario.
Protestas
El clima de precampaña se siente ya en México. La oposición ha salido estos días a las calles en grandes marchas para manifestarse contra la reforma electoral que ha propuesto López Obrador.
Esas protestas han provocado la vuelta a la unidad de Va por México, coalición entre las principales formaciones de la oposición, el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido Revolución Democrática (PRD), cuyos candidatos aparecen en las encuestas muy alejados, por ahora, de los oficialistas.