El paro indefinido del transporte duró día y medio

Lucía Palacios LA VOZ

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ZIPI | EFE

El sindicato convocante suspende la huelga ante el escaso apoyo y la falta de seguimiento

15 nov 2022 . Actualizado a las 18:07 h.

Día y medio. Es lo que ha durado el paro nacional indefinido convocado por la minoritaria Plataforma en Defensa del Sector del Transporte, que ha dado marcha atrás apenas un día después de comenzarlo. En un comunicado enviado este martes, confirmó, poco después de mediodía, que el paro quedaba suspendido desde ese momento. La movilización no tuvo el seguimiento esperado y tanto las carreteras como los centros logísticos funcionaron con «absoluta normalidad» durante las jornadas del lunes y el martes, explicaron fuentes del sector.

Pero desde la junta directiva de la Plataforma argumentaron que la razón de la suspensión es la campaña de «acoso y derribo» por parte de cargadores, asociaciones del Comité Nacional del Transporte (CNTC), sindicatos, algunos medios de comunicación y una parte de la política para «intentar desacreditar intencionadamente todo lo posible las movilizaciones anunciadas por la Plataforma».

Por parte del Gobierno la respuesta no se hizo esperar. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, señaló tras conocer la decisión de los camioneros que seguirán «trabajando para mejorar las condiciones de los transportistas». En un mensaje en su cuenta de Twitter, Sánchez agradeció la «responsabilidad» del conjunto del sector, que calificó de «fundamental» para la economía: «Tenemos que remar juntos para superar las dificultades», señaló. También la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, celebró esta desconvocatoria y agradeció al conjunto del sector haber querido trabajar en estos últimos días.

Los camioneros críticos se manifestaron el pasado lunes por las calles de Madrid, unas 3.000 personas según cálculos de la Policía, y se reunieron posteriormente en el aparcamiento del estadio Metropolitano -donde muchos habían dejado aparcados sus vehículos- para valorar la primera jornada después de que ningún miembro del Ministerio de Transporte se reuniera con ellos.

A las 13.30 horas de este martes enviaron un comunicado a los medios en el que aseguraron que han recibido «miles de llamadas» de compañeros en las que denuncian las «desproporcionadas amenazas de sus cargadores» para no secundar el paro. Después de la «manifestación ejemplar» del lunes, señalaron que se han encontrado con una «persecución, acoso y coacciones inconcebibles» por parte de distintas autoridades donde «no se está respetando el derecho al paro».

En este sentido, desde la Plataforma explicaron que no pueden exponer a sus gentes a un panorama así, aunque seguirán «defendiendo y luchando» por sus intereses. «Nadie nos va a doblegar», concluyó la Plataforma en su comunicado.

A primera hora, el Ministerio de Interior hizo balance de la segunda jornada de paro y destacó la situación de normalidad absoluta en todos los puntos de la red de transporte. Solo aludieron a dos incidencias entre las 18 horas del lunes y las 8 horas del martes: unos camiones dañados en Peñaflor (Sevilla) y tres furgonetas en Casabermeja (Málaga). Asimismo, la Policía Nacional y la Guardia Civil realizaron diez escoltas a convoyes formados por un total de 39 vehículos.

Escasa adhesión

Días antes de que comenzara el paro de estos transportistas que denuncian el incumplimiento de la ley de costes que prohíbe trabajar a pérdidas, diferentes asociaciones del sector se fueron desvinculando de la protesta. Desde Fenadismer (Federación Nacional de Asociaciones de Transporte de España), que en la protesta de marzo se unió a la Plataforma en Defensa del Transporte provocando el desabastecimiento de muchos puntos, rechazaron en esta ocasión el paro y pidieron negociar con el Gobierno más ayudas para el sector.

También Astic (Asociación del Transporte Internacional por Carretera) se desvinculó «totalmente» del paro porque, en su opinión, «no hay motivos para una medida tan radical» que perjudicaría a todos dentro y fuera del sector. A su juicio los cambios legislativos que se han materializado en los últimos años «van en la buena dirección».