Cien mil talentos digitales fugados de España: cobran el doble o el triple en otros países

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MARCOS MÍGUEZ

Los trabajadores de este sector perciben de media 2.810 euros brutos al mes, mientras que en Alemania, por ejemplo, esta cifra asciende hasta los 5.793, y en el Reino Unido, a 4.825

02 jun 2023 . Actualizado a las 12:24 h.

Es un goteo incesante que viene produciéndose desde hace ya tiempo. Según los datos que manejan las empresas del sector de las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), desde el año 2008 hasta ahora, España ha dejado escapar a unos 100.000 profesionales tech: la oferta de mejores condiciones laborales en otros países es el principal factor que explica esta fuga: las últimas cifras demuestran que, pese a que los salarios de los trabajadores de esta actividad son más elevados que en otras ramas, estos siguen siendo bajos si se comparan con los de otros países. Un profesional del área tecnológica cobra de media en España unos 2.810 euros brutos al mes, mientras que en Alemania la cifra se eleva hasta los 5.793, y en el Reino Unido a 4.825. «En los últimos años se han ofrecido contratos temporales y salarios bajos en comparación con las ofertas que se dan en otros países, lo que ayuda a que el talento nacional sea capturado por el mercado europeo», advierte Gary Mulan, consejero delegado de Prosperity Digital, una empresa especializada en recursos humanos. 

Esta fuga de trabajadores cualificados es la que explica también los problemas que se están encontrando las empresas para cubrir vacantes. La transformación tecnológica ha acelerado la necesidad de incorporar talento tecnológico en compañías que operan en todo tipo de sectores. La oferta de empleo para posiciones tech en España representa el 22,7%, es decir, casi una cuarta parte del total, según los datos que maneja Comisiones Obreras. Por otra parte, la Asociación de Empresas Tecnológicas DigitalEs calcula que España tiene actualmente más de 120.000 vacantes tecnológicas sin cubrir. A esto se suma que, tal y como refleja el Instituto Nacional de Estadística (INE), el 47% de las empresas que requieren perfiles con habilidades tecnológicas han tenido problemas para encontrarlos. «Para revertir esta situación, es imprescindible que el tejido empresarial reconozca el valor que aportan los profesionales tech ofreciéndoles un entorno laboral competitivo en el marco internacional, posibilidad de trabajo remoto o híbrido y un plan de evolución de carrera adecuado», apunta Mullan.

El déficit por áreas

La patronal que agrupa a las operadoras de telecomunicaciones más grandes de España advierte de que donde se necesita más gente es en desarrollo de software (40.000), seguido, en este orden, de los trabajos relacionados con sistemas y hardware (25.000 puestos); ciberseguridad (24.000); nube (8.500); telecomunicaciones (5.400); big data (5.000); inteligencia artificial y robótica (3.500); sistemas de planificación de recursos empresariales, gestión de relaciones con el cliente y business intelligence (3.000); ayuda al usuario (2.800); realidad virtual y realidad aumentada (2.200) y, por último, gestión de proyectos (1.000).

El informe de Tech Cities 2021 de Experis, marca de Manpower ligada al mundo digital, eleva hasta las 1.952 las demandas existentes en la comunidad gallega. El perfil que más se busca es el de cloud architect (más de 600 posiciones con un sueldo de 41.000 euros), seguido de java developer (más de 300 puestos con un salario de 30.000 euros) o data analyst (casi 300 posiciones con un sueldo de 37.000 euros).  Los datos revelan que la demanda de especialistas tecnológicos en España se duplica cada dos años, hasta el punto de que en el 2021 superaba los 212.673 puestos. Un salto notable que responde a la digitalización de las empresas españolas quienes, a su vez, atienden a una mayor sofisticación y digitalización del consumidor local y apuestan por la tecnología como herramienta competitiva.

Las realidad es que las empresas son las primeras perjudicadas por esta escasez de perfiles cualificados. Para contrarrestarla, la única solución que tienen muchas compañías es acudir a profesionales con una capacitación inferior, incluso formados en cursos exprés de apenas meses de duración. Esto tiene unas consecuencias negativas que, al final, se trasladan a toda la sociedad: proyectos de menor calidad, errores o dificultad de mejora y de adaptación. Situaciones, todas ellas, que merman la competitividad en un contexto como el actual, en el que la transición digital es uno de los pilares marcados por la UE en el nuevo modelo de crecimiento y en el que ni España ni Galicia pueden permitirse perder talento.

Lavandeira jr | EFE

Fernando Suárez, presidente del Colexio de Enxeñeiros Informáticos de Galicia (CPEIG) advierte de que la sociedad ha cambiado a velocidad de vértigo en los últimos años, y que esta velocidad es exponencial en el propio sector tecnológico. «Cada vez se necesita mayor especialización y surgen nuevas áreas en el ámbito de la informática: ciberseguridad, blockchain, inteligencia artificial, big data o la inminente computación cuántica, que supondrá una nueva revolución; pero no podemos formar a profesionales sin una base común que es la que permite adaptarse a los cambios: si echamos la vista atrás, internet apenas lleva 30 años entre nosotros y, sin embargo, los responsables de esta transformación han podido liderarla gracias a la formación de calidad y a los conocimientos que forman la base de la tecnología», explica.

A su modo de ver, en estos tiempos, la sociedad no puede permitirse el lujo de «mantener un sistema educativo del siglo XX para afrontar los problemas del XXI». Y pone como ejemplo uno de los grandes males de la actualidad, las fake news, un problema que, según explica, se combate con una formación en la que se desarrolle el espíritu crítico. «Del mismo modo, que los niños y niñas entiendan los conceptos del pensamiento computacional es fundamental para la resolución de problemas, mediante el análisis, la  descomposición», concluye.