La quiebra de la plataforma de negociación FTX siembra el pánico entre los inversores en criptomonedas
10 nov 2022 . Actualizado a las 18:13 h.Hace un año, el bitcóin, la criptodivisa más conocida e intercambiada del mundo, tocaba su techo histórico, con un valor que superaba los 58.000 euros. Un inversor que hubiese adquirido una de estas monedas virtuales cinco años antes, cuando apenas costaba 600 euros, habría obtenido casi cien euros de retorno por cada uno desembolsado de haber vendido en aquel momento. Pero, quien animado por esa fiebre hubiese entrado en el mercado en ese pico, habrá perdido más de un 70 % de lo invertido en solo un año.
Porque el bitcóin se cotiza en las últimas horas en sus niveles más bajos desde finales del 2020. Desde el sábado su valor ha caído más de un 25 %, cerrando el miércoles incluso por debajo de los 16.000 euros (15.854,6). Este jueves, la criptomoneda repunta ligeramente, aunque todavía no alcanza la cota de los 17.000 euros.
Pero, ¿a qué se debe este nuevo cryptocrash? A la amenaza de quiebra de FTX, una de las mayores plataformas de negociación de criptoactivos. El pasado fin de semana, se filtraba un balance que sembraba las dudas sobre la liquidez de FTX y de su firma de inversión Alameda Research. Esto desencadenó una salida masiva de inversores (más de 6.000 millones de euros en apenas 72 horas) y llevó a su competidor Binance, el mayor operador del mercado, a lanzar una oferta para hacerse con FTX. Pero, apenas dos días después, y tras ver los libros, se retiró de la operación, echando más gasolina al pánico y hundiendo más de un 14 % la cotización del bitcóin durante la sesión del miércoles.
El fundador de FTX, Sam Bankman-Fried, aseguró en una conferencia con inversores que si no hay una inyección de capital, la empresa tendrá que declararse en bancarrota, según una fuente con conocimiento directo del tema citada por la agencia Bloomberg. Según la información de este medio económico, Bankman-Fried cifró en 8.000 millones de dólares el agujero patrimonial de la firma, y en 4.000 millones las necesidades de capital para mantener su solvencia. Tras la retirada de la oferta de Binance, FTX intenta recaudar esa cantidad con la emisión de deuda, una inyección de capital o una combinación de ambos.
«La cagué», asegura la información que Bankman-Fried dijo a los inversores, a los que les trasladó que estaría «increíblemente, increíblemente agradecido» si pudieran ayudar.