Tormenta en el País Vasco tras decir Barrionuevo que ordenó al GAL liberar a Marey
ACTUALIDAD
EH Bildu pide la comparecencia del exministro en el Congreso a la par que la del ministro de Presidencia Félix Bolaños
08 nov 2022 . Actualizado a las 08:19 h.El País Vasco se unió este lunes contra el exministro socialista José Barrionuevo después de que este, en una entrevista concedida al diario El País, admitiera que ordenó liberar a Segundo Marey, secuestrado por equivocación por los GAL, y capturar en el sur de Francia al dirigente de ETA Joxe Mari Larretxea Goñi.
«El Gobierno Vasco exige reparación, justicia, verdad y solidaridad con todas las víctimas; la violencia es inaceptable y la violencia de Estado es, además, ilegal e ilegítima», dijo el portavoz del Ejecutivo vasco Bingen Zupiria, que además criticó que el exministro «da a entender que conocía la existencia de la violencia de Estado» y que solo reaccionó a dicha violencia «cuando el Gobierno francés le apretó».
Desde EH Bildu también pidieron explicaciones sobre los comentarios de Barrionuevo. Su coordinador general, Arnaldo Otegi, cargó contra el exministro por su reivindicación del «terrorismo de Estado» con «total impunidad».
Y, por su parte, la portavoz parlamentaria de la formación, Mertxe Aizpurua, pidió la comparecencia del exdirigente socialista en el Congreso para rendir cuentas por sus palabras, así como de Félix Bolaños, ministro de la Presidencia, para dar la posición del Gobierno ante estas declaraciones y las consecuencias que pueden derivarse en cumplimiento de la Ley de Memoria Democrática.
Críticas del socialismo vasco
En un comunicado, Eneko Andueza, secretario general del PSE-EE, reiteró la condena «contundente» de los socialistas vascos a las actividades terroristas del GAL y cree «inaceptable» que Barrionuevo «justifique hechos muy graves y repugnantes» cometidos por esta organización criminal. Además, afirmó que «carecen de sentido las apelaciones de quienes todavía hoy no condenan el terrorismo en todas sus expresiones» o de quienes fueron «tibios o miraron para otro lado» ante los atentados y amenazas de la banda ETA.