Kiev recupera el suministro de luz y agua mientras Rusia se prepara para evacuar el resto de la región de Jersón
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El Ejecutivo de Zelenski espera retomar la zona antes de que acabe el año y continúa exportando grano pese a la salida del Kremlin del acuerdo
01 nov 2022 . Actualizado a las 13:29 h.Tras un día en el que el 80 % del suministro de electricidad y agua se cortara en hogares y empresas de Kiev, el alcalde de la capital ucraniana, Vitaly Klitchko, confirmó a través de Facebook la reanudación del suministro de ambos servicios, si bien es cierto que de momento se mantienen cortes de luz intermitentes para no sobrecargar la red. El abastrecimiento se interrumpió durante la jornada de ayer debido a los bombardeos que Vladímir Putin, presidente de Rusia, ordenó contra el centro de la ciudad.
El asesor presidencial Mijailo Podoliak condenó dichos ataques y advirtió que «el mal siempre se activa en Halloween», refiriéndose a la estrategia rusa de bombardear estructuras civiles en lugar de objetivos militares. No solo se vieron afectadas las centrales que daban luz y agua potable a los ucranianos de la capital. También fueron afectadas 450 torres de telefonía móvil de la ciudad.
A pesar de todo, ello no impidió que el Ejecutivo Ucraniano se recuperase del ataque en un solo día con la ayuda internacional, que contó con un equipo procedente de doce países para la tarea. «Siguiendo las instrucciones del presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, el Ministerio de Relaciones Exteriores continúa trabajando activamente con socios internacionales para restaurar la infraestructura energética de Ucrania, dañada como resultado del terrorismo ruso con misiles», declaró en una nota el titular de dicha cartera, Dmitro Kuleba.
Israel, España, Italia, Lituania, Alemania, Macedonia del Norte, Polonia, República de Corea, Eslovaquia, Eslovenia, Finlandia y Francia fueron los países implicados en la restauración de los servicios.
Evacuaciones en el sur
Asegurado en Kiev un día más de supervivencia, Ucrania se centra ahora en seguir recuperando territorios ocupados por Rusia durante la invasión militar iniciada por Putin en febrero. Con los ojos puestos en la región de Jersón, el vicegobernador prorruso local, Kiril Stremoúsov, aseguró que «se puede decir que ya empezado» la evacuación de civiles de la zona, en la línea de las políticas adoptadas por los títeres del Kremlin en las regiones separatistas.
El gobernador de la región, Vladímir Saldo, aclaró que se espera la salida de 80.000 civiles en un perímetro de 16 kilómetros que también les sirva para tomar distancia y repeler los avances militares ucranianos. No obstante, señala que es primordial sacar a los civiles de la zona porque el Ejecutivo de Zelenski podría utilizar la cercana central hidroeléctrica de Nueva Kajovka como arma.
«Existe la amenaza de inundaciones en el territorio de la región de Jersón, con destrucción masiva de infraestructura civil y de una catástrofe humanitaria», explicó saldo a la agencia rusa de noticias TASS. La evacuación se realizará en el margen izquierdo del río Dnieper, el opuesto a la ubicación de la capital, Jersón. El pasado 28 de octubre administración instalada por Rusia en la región dio por concluida la evacuación en esta ribera. Kiev espera retomar la zona antes de que acabe el año.
Política del cereal
Si bien en suelo ucraniano continúan las operaciones militares, gran parte de la diplomacia se negocia en Ankara, puesto que Turquía es el árbitro preferente para ambos bandos desde el inicio del conflicto. Hoy, el Gobierno turco pidió a Rusia que dejara de lado su bloqueo a la exportación de grano por su importancia a solucionar la crisis de alimentos que afecta a múltiples países dependientes del cereal eslavo.
«El acuerdo de exportación de grano ha contribuido en gran medida a aliviar la crisis alimentaria mundial, ya que se han enviado casi 10 millones de toneladas de grano a quienes lo necesitan, y ha demostrado que la cooperación y el diálogo resuelven los problemas», declaró el ministro de Defensa de Turquía, Hulusi Akar, que añadió que «la iniciativa del envío de grano, que es una actividad puramente humanitaria, debe separarse de las condiciones del conflicto».
Rusia suspendió el acuerdo por el que se comprometía a permitir que barcos graneleros ucranianos utilizaran un corredor humanitario para la exportación de cereales tras el ataque ejecutado hace tres días por el país invadido a varias naves de guerra en la ciudad de Sebastopol, capital de la Crimea anexionada por la República Federal en el 2014.
Pese a todo, se espera que este martes arriven varios barcos con grano para África, Asia y Europa. Entre los barcos de carga que se esperan que lleguen a las costas del Bósforo hoy se encuentra el «Ikaria Angel», que transporta 40.000 toneladas de cereales para Etiopía, que sufre una grave hambruna, según el diario Hürriyet.