Los republicanos insisten en reclamar la reforma del delito de sedición
20 oct 2022 . Actualizado a las 08:18 h.Una vez más, el Gobierno negocia contra reloj con sus socios parlamentarios para alcanzar un acuerdo que permita rechazar las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos. El plazo para presentarlas finaliza este viernes y el Ejecutivo centra sus esfuerzos en evitar que ERC, socio de referencia, presente un veto a las cuentas públicas. Aunque el Gobierno se muestra optimista, los republicanos catalanes aseguran que las posturas siguen distanciadas y no descartan presentar su propia enmienda a la totalidad.
La exigencia previa de ERC para negociar los Presupuestos es la reforma del delito de sedición. Algo que permitiría a los dirigentes independentistas fugados, como Carles Puigdemont y Marta Rovira, regresar a España con garantías de no ingresar en prisión o hacerlo por un tiempo mínimo. Aunque el Gobierno no se cierra a esa posibilidad de reforma, lo desliga por completo de la negociación de los Presupuestos.
ERC, sin embargo, denuncia el inmovilismo del Ejecutivo en esta cuestión, que forma parte, a su juicio, del compromiso de desjudicialización del conflicto en Cataluña que el Gobierno central ha asumido en la mesa de negociación con la Generalitat. La reforma de la sedición es apoyada además por Unidas Podemos, socio del Gobierno de coalición, que considera necesario adecuar la legislación española en este sentido con la de otros países de la Unión Europea.
Los republicanos catalanes están dispuestos a mantener la presión hasta el último minuto. «El PSOE a día de hoy sigue sin cumplir sus propios compromisos», advertía ayer su portavoz, Gabriel Rufián.
El Gobierno, sin embargo, se muestra optimista sobre el acuerdo. La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, admitió que ni ERC ni el PNV, también muy exigente, tienen decidido todavía si presentarán o no una enmienda a la totalidad. Una posibilidad que daría al traste con las esperanzas del Gobierno de sacar adelante sus terceras cuentas públicas y dejaría sentenciada la legislatura.
Montero no quiso ni valorar esa posibilidad y aseguró que las negociaciones con sus aliados «van bien». «Saben que en un escenario tan poliédrico como el del Congreso de los Diputados muchas veces las negociaciones se prolongan más allá de lo que a todos nos gustaría», afirmó, dando a entender que una vez más tendrán que apurar hasta el final.
Las cuentas sin ERC
La confianza del Gobierno es mayor por el hecho de que tras la ruptura del Junts con ERC en el Ejecutivo de coalición en Cataluña, los republicanos necesitarán el respaldo del PSC para sacar adelante los presupuestos catalanes, por lo que sería un intercambio de apoyos.
Sin el voto a favor de ERC, que se mantiene firme, la única opción del Gobierno es sumar los del PSOE, Unidas Podemos, PNV, EH Bildu, PDECat, Más País, Compromís, Teruel Existe, PRC, Coalición Canaria y la diputada adscrita al Grupo Mixto María Pita, que llegarían a 176 para poder rechazar todas las enmiendas a la totalidad, que se votan en bloque.
De momento, el Ejecutivo se ha asegurado ya los dos votos de Coalición Canaria, que no presentará enmienda a la totalidad, al contrario que hizo el año pasado, tras llegar a un acuerdo con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, que comprometió las inversiones reclamadas en las islas para cumplir el Régimen Fiscal Especial y también ayudas extraordinarias para la reconstrucción de La Palma.