La derecha italiana, al borde de la ruptura por la tensión entre Meloni y Berlusconi

Valentina Saini VENECIA / E. LA VOZ

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Giorgia Meloni, en una imagen del pasado día 10
Giorgia Meloni, en una imagen del pasado día 10 Guglielmo Mangiapane | REUTERS

La ultra se niega a garantizar a la senadora Ronzulli un ministerio como exige él

16 oct 2022 . Actualizado a las 10:23 h.

El Gobierno dirigido por Giorgia Meloni, líder del partido ultranacionalista Hermanos de Italia (HI), aún no se ha formado, pero la coalición de centroderecha ganadora de las elecciones de septiembre ya está desgarrada por las tensiones. Silvio Berlusconi, al frente del partido liberal Forza Italia, está furioso con Meloni: la futura primera ministra quiere «un Gobierno de alto nivel» y le desagradan algunos de los nombres propuestos por Berlusconi como ministros.

En lo alto de la lista negra de Meloni está la senadora Licia Ronzulli. Tras trabajar como enfermera durante años, Ronzulli se ha convertido en la mujer más poderosa de Forza Italia, muy apreciada por Berlusconi. El magnate pidió un ministerio de peso para ella, por ejemplo el de Sanidad, pero Meloni se niega y piensa confiar ese departamento a un técnico.

Para Berlusconi, la negativa de Meloni es inaceptable, entre otras cosas porque, como señalan fuentes de Forza Italia a La Voz, «Meloni debe recordar que fue gracias a Berlusconi que fue nombrada ministra en el 2008, cuando solo tenía 31 años, consiguiendo la visibilidad excepcional que luego permitió el despegue de su carrera como líder de HI».

Muchos en las redes opinan que para Berlusconi el problema es justamente Meloni: para un hombre de 86 años, acostumbrado a mandar, tanto en su imperio empresarial como en la política, es impensable que una mujer le diga lo que tiene que hacer. 

Escisión en Forza Italia

Para los medios italianos, Ronzulli y los suyos están convencidos de que HI quiere provocar una escisión en Forza Italia, entre ellos y los que están dispuestos a aceptar la supremacía de Meloni para obtener algún puesto ministerial o subsecretaría. Por su parte, Berlusconi acusó a la líder de HI de tener «un comportamiento obstinado, prepotente, arrogante y ofensivo» y de carecer de cualquier «voluntad de cambiar».

Hay rumores de una división en Forza Italia: entre los pro-Meloni, como la mano derecha de Berlusconi, el exmonárquico Antonio Tajani, y los contrarios, liderados precisamente por Ronzulli. Por su postura pro-UE y sus excelentes relaciones con Bruselas y Berlín, Tajani parece destinado a ser ministro de Exteriores en el probable Gobierno Meloni.

Pero los diputados de Forza Italia llevan días enviando señales cada vez más fuertes a la líder de HI. Por ejemplo, durante la elección del nuevo presidente del Senado este jueves ?cuando fue nombrado el barón de HI Ignazio La Russa? ningún senador de Forza Italia participó en la votación, excepto Berlusconi y la expresidenta del Senado, la abogada Maria Elisabetta Casellati. 

Refuerzo centrista

Meloni también está furiosa con Berlusconi y el viernes dijo en televisión que el líder de Forza Italia olvida que ella no es «chantajeable». Para los medios italianos, el comportamiento de Berlusconi y sus diputados tendrá consecuencias: parece que Meloni no incluirá en su Gobierno a ninguno de los senadores que se abstuvieron de votar por La Russa, incluida Ronzulli.

La crisis entre Meloni y Berlusconi podría reforzar a los centristas de la oposición, que ya han dejado claro que están dispuestos a apoyar al Ejecutivo. Sin embargo, un analista centrista manifestó a La Voz: «La Liga lleva días siendo muy complaciente con Meloni. Con sus votos, los centristas permitieron nombrar a La Russa como presidente del Senado. Me temo que se trata de una trampa tendida por los dos Matteo ?el líder de la Liga, Salvini, y el ex primer ministro, Renzi? para empujar a Meloni a romper con Berlusconi y apoyarse en ellos para gobernar, y luego retirarle el apoyo con un pretexto y crear un nuevo Gobierno de unidad nacional».