El activista bielorruso Ales Bialiatski, la oenegé rusa Memorial y el Centro para las Libertades Civiles de Ucrania fueron los galardonados
07 oct 2022 . Actualizado a las 16:46 h.El bielorruso Ales Bialiatski y las organizaciones rusa Memorial y la ucraniana Center for Civil Liberties recibirán el Premio Nobel de la Paz 2022 «por el derecho a criticar al poder» y «denunciar crímenes contra la humanidad», anunció este viernes el Comité Nobel noruego, con sede en Oslo.
El comité noruego del Nobel «desea honrar a tres destacados campeones de los derechos humanos, la democracia y la convivencia pacífica en los países vecinos Bielorrusia, Rusia y Ucrania», comunicó al anunciar los nombres de los galardonados.
Bialiatski «fue uno de los iniciadores del movimiento democrático que surgió en Bielorrusia a mediados de la década de 1980. Ha dedicado su vida a promover la democracia y el desarrollo pacífico en su país de origen», destacó el comité. Bialiatski creó Vesná (primavera) «en respuesta a las reformas constitucionales que dieron poderes autoritarios al presidente, actualmente sigue detenido sin juicio», recordó Berit Reiss-Andersen, presidenta del comité, al anunciar el galardón compartido.
En cuanto a la oenegé rusa Memorial, el comité recuerda que recopiló y verificó información sobre abusos y crímenes de guerra perpetrados contra la población por las fuerzas rusas y prorrusas. «En el 2009, la jefa de la sucursal de Memorial en Chechenia, Natalia Estemirova, fue asesinada a causa de este trabajo».
Memorial se basa en la noción de que confrontar los crímenes pasados es esencial para prevenir nuevos. La organización también ha estado al frente de los esfuerzos para combatir el militarismo y promover los derechos humanos y un gobierno basado en el Estado de derecho, según explicó la organización.
Memorial fue creada en 1987 por activistas de derechos humanos en la antigua Unión Soviética que querían asegurarse de que las víctimas de la opresión del régimen comunista nunca fueran olvidadas.
En cuanto al Centro para las Libertades Civiles, se fundó con el propósito de promover los derechos humanos y la democracia en Ucrania. «Ha tomado una posición para fortalecer la sociedad civil ucraniana y presionar a las autoridades para hacer de Ucrania una democracia de pleno derecho», constata el comité.
El centro ucraniano «se ha convertido en una fuente importante para documentar crímenes de guerra por parte de Rusia y desempeña un «papel pionero» para hacer rendir cuentas a los culpables». «Con sus constantes esfuerzos a favor de los valores humanistas, el antimilitarismo y los principios del derecho, los ganadores de este año han revitalizado y honrado la visión de paz y fraternidad entre las naciones de Alfred Nobel, una visión muy necesaria en el mundo de hoy», agrega.
El de la Paz es el quinto de los galardones anunciados hasta ahora, después de los de Medicina, Física, Química y Literatura, y sucede al otorgado en el 2021 a dos periodistas, la filipina María Ressa y el ruso Dmitry Muratov.
Ales Bialiatski, la conciencia de Bielorrusia
Ales Bialiatski, conocido defensor de derechos humanos de Bielorrusia y que fue galardonado hoy con el Premio Nobel de la Paz, es conocido como la conciencia del país eslavo por la crítica constante de las violaciones del régimen de Alexandr Lukashenko, que le merecieron varias condenas de cárcel. «Lo importante es no caer en la depresión. Confío en que todo estará bien pronto. Lo que no nos mata, nos hace más fuertes», escribió Bialiatski en una carta, enviada desde prisión en el 2021.
Bialiatski, de 60 años, dedicó toda su vida a la lucha por la democracia y la libertad en Bielorrusia. El bielorruso, nominado al Nobel de la Paz cinco veces, inició su carrera de defensor de derechos en la época de la perestroika, y unos años después, en 1996, creó el centro de derechos humanos Vesná. Según esta organización, su fundador es la cuarta persona en el mundo que recibe el Nobel de la Paz estando en prisión.
Durante más de 25 años, esta oenegé se ha dedicado a la defensa de los derechos de los bielorrusos, ha supervisado las elecciones y ha brindado asistencia a las víctimas de la represión política, que se recrudeció en los últimos años. Los activistas de la organización fueron constantemente perseguidos por las autoridades y ahora, junto con Bialiatski, otros seis miembros de Vesná están detrás de las rejas. La anterior condena de Bialiatski tuvo lugar en el 2011, cuando el defensor de derechos recibió 4,5 años de prisión con confiscación de bienes por cargos de supuesta evasión fiscal.
Estados Unidos, la Unión Europea y diversas organizaciones internacionales tacharon de «políticamente motivado» el veredicto y reconocieron a Bialiatski como un preso político. Merced a la presión de la comunidad internacional, el fundador de Vesná fue puesto en libertad en el verano del 2014.
Condenado tras unas elecciones fraudulentas
En julio del 2021, un año después de las fraudulentas elecciones presidenciales de Bielorrusia, Bialiatski fue nuevamente detenido por las fuerzas del orden del país. El activista y otros miembros de su oenegé enfrentan ahora entre 7 y 12 años de cárcel por presunta «financiación de acciones que violan burdamente el orden público».
Previamente, Bialiatski, junto con la Nobel de Literatura bielorrusa, Svetlana Alexievich, y otras destacadas personalidades del país, formó parte del consejo coordinador de la oposición bielorrusa, para impulsar la transición, que fue disuelto por las autoridades.
El activista criticó duramente las detenciones masivas de los manifestantes antigubernamentales después de los comicios y su procesamiento penal. «Desde los tiempos de Stalin no se había visto nada parecido en Bielorrusia», dijo en una entrevista, concedida en medio de la represión desatada por Lukashenko para acallar a los disidentes, muchos de los cuales optaron por exiliarse en el extranjero, y los que quedaron en el país fueron detenidos en su mayoría.
Según el defensor de derechos humanos, tras la disolución de las protestas, Bielorrusia comenzó a «deslizarse rápidamente hacia el abismo del totalitarismo y el absolutismo feroz, que implanta Lukashenko, pisoteando todas las reglas y leyes».
El actual encarcelamiento de Bialiatski y sus compañeros de Vesná está relacionado con «represiones sin precedentes» contra la sociedad civil bielorrusa tras las elecciones del 2020, en las que Lukashenko revalidó su cargo, sin que el resultado de los comicios fuera reconocido por Occidente, según un grupo de organizaciones de derechos de Bielorrusia.
El Comité Nobel 2022 señaló que los galardonados con el premio de la Paz, entre los que figuran también el centro de derechos ruso Memorial y el ucraniano Centro para las Libertades Civiles, fueron destacados por promover durante muchos años «el derecho a criticar el poder y proteger los derechos fundamentales de los ciudadanos». «Han realizado un esfuerzo extraordinario para documentar los crímenes de guerra, los abusos de los derechos humanos y el abuso de poder. Juntos demuestran la importancia de la sociedad civil para la paz y la democracia», señala el comunicado oficial.