La medida llegaría en plena batalla fiscal entre comunidades autónomas
29 sep 2022 . Actualizado a las 09:07 h.En plena batalla fiscal entre comunidades autónomas y después de que el presidente socialista de la Comunidad Valenciana, Ximo Puig, anunciara el martes una rebaja del IRPF para las rentas de menos de 60.000 euros (cogiendo con el pie cambiado al Ejecutivo de Pedro Sánchez), PSOE y Unidas Podemos apuran las negociaciones del paquete de medidas fiscales para gravar más a las rentas altas y a los grandes patrimonios.
La idea de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, pasaba por hacerlas públicas hoy mismo. Pero, a la vista de lo complicado del tira y afloja con sus socios morados, todo parece indicar que se retrasará unos días. Tanto como hasta la semana que viene.
Además del impuesto que gravará más a las rentas altas, ya anunciado por el Gobierno, el paquete que se diseña contra reloj podría incluir una rebaja de impuestos que beneficiaría a los contribuyentes con menores ingresos. De acuerdo con el diario Cinco Días, que citaba este miércoles fuentes cercanas a las negociaciones entre los dos socios del Ejecutivo de coalición, hay sobre la mesa dos opciones: o bajadas muy focalizadas y selectivas en determinadas figuras o una modificación temporal del impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF). Esta última podría consistir en una bajada del tipo marginal a las rentas de menos de 35.200 euros, que hoy tributan al 30 % a partir de los 20.200 euros, o en una rebaja de la tasa aplicable hasta los 60.000 euros anuales, que tienen una carga fiscal del 37 %.
La propia Montero lo dejaba caer: «Lo dicen todos los organismos internacionales: se desaconsejan bajadas masivas de impuestos, se recomienda que sean quirúrgicas, que sean selectivas y que se proteja a la población más vulnerable y que los que más tienen, más aporten en un momento de especial necesidad. Esto es lo que vamos a practicar y lo contaremos en los próximos días».
En el día en el que el Parlamento andaluz convalidaba la rebaja del impuesto de patrimonio que ha desencadenado la batalla fiscal entre comunidades, Montero subrayó la incoherencia que supone bajar gravámenes cuando está recibiendo 140.000 millones de fondos pagados con los impuestos de los ciudadanos europeos.
La ministra subrayó también que su departamento trabaja para «hacer efectivo» el tipo mínimo del impuesto de sociedades del 15 % en vigor desde enero y que «la planificación fiscal a veces agresiva de algunos grupos empresariales no merme la capacidad de rendimiento» del tributo.
Además de la posible rebaja de impuestos a los contribuyentes de menos ingresos, el Gobierno de Sánchez podría estar estudiando también crear un nuevo tramo en el IRPF para las rentas superiores a los 130.000 euros, que hoy están sujetas a un tipo del 45 %, la tasa marginal para los ingresos que oscilan entre los 60.000 y los 300.000 euros anuales. A partir de los 300.000, es del 47 %.
Pacto de Gobierno
El pacto que en su día sellaron PSOE y Unidas Podemos establecía, en el apartado reservado a los compromisos que asumían sobre «justicia fiscal y equilibrio presupuestario», dos modificaciones del IRPF. En primer lugar, se comprometían a incrementar en «dos puntos los tipos impositivos sobre la base general para los contribuyentes que tengan rentas superiores a 130.000 euros y cuatro puntos para la parte que exceda de 300.000 euros».
De momento, el Ejecutivo de coalición se ha limitado a introducir un único nuevo tramo de IRPF a partir de los 300.000 euros. La medida, incluida en los Presupuestos del 2021, suponía un incremento de dos puntos sobre el tipo marginal aplicado hasta entonces al tramo de rentas estatal más elevado en aquel momento, los 60.000 euros.
Para cumplir ese compromiso adquirido en el 2019, faltaría elevar en otros dos puntos el gravamen desde los 300.000 euros y aplicar los tipos marginales ahora vigentes sobre un nuevo tramo a partir de los 130.000 euros.
Aunque lo cierto es que no hay nada cerrado aún, como subrayaban este miércoles desde el Ministerio de Hacienda.