Las posiciones de Podemos siguen muy lejos de un acuerdo con el PSOE sobre las cuentas públicas
28 sep 2022 . Actualizado a las 09:27 h.El sector socialista del Gobierno está convencido de poder aprobar los Presupuestos para el 2023, que serán probablemente los últimos de la legislatura. Pero el PSOE empieza a encontrarse con las primeras dificultades en esa negociación, tanto con sus socios de coalición como con los partidos que conforman la mayoría de investidura. ERC, el principal aliado del Ejecutivo, cuyo apoyo resulta fundamental para aprobar las cuentas públicas, ha anunciado ya que para empezar a negociar es necesario que se produzcan avances en la reforma del delito de sedición.
Se trata de una cuestión que nada tiene que ver con los Presupuestos, pero que para los independentistas catalanes es ineludible. Su portavoz en el Congreso, Gabriel Rufián, avisó este martes de que si no se dan pasos para «poner justicia donde hay injusticia», no apoyarán los Presupuestos. Los republicanos saben que esta puede ser su última oportunidad de presionar a Sánchez en una negociación presupuestaria y por ello reclaman que se plasme el compromiso alcanzado en la mesa de negociación con la Generalitat para la «desjudicialización» del conflicto catalán.
«El PSOE y también Unidas Podemos, por qué no decirlo, ya que a veces se ponen de perfil, saben perfectamente lo que ERC plantea antes de empezar a hablar del contenido de los Presupuestos», señaló, dando a entender que la reforma de la sedición sería solo un primer paso.
El Gobierno lo ve posible
La portavoz del Gobierno, Isabel Rodríguez, respondió que «se puede explorar» la modificación de la sedición, pero es necesaria una amplia mayoría parlamentaria. Pero, además del escollo de ERC, el PSOE tampoco tiene atado el respaldo a los Presupuestos de Unidas Podemos, lo que pone en duda que sean presentados antes del 1 de octubre, como marca la ley. El partido morado lleva tiempo reclamando a Sánchez que acelere la negociación de unas cuentas públicas que está «atascada». La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, admitió que todavía están «muy lejos» de llegar a un pacto de Presupuestos. En Unidas Podemos hay malestar por la falta de avances. Piden por ello que se convoque la mesa de negociación. Las diferencias se centran en fiscalidad, medidas de conciliación, plan de choque contra la inflación, medidas para la transición ecológica y política social.
Reclaman que se prorrogue la congelación de la subida del alquiler al 2% y las medidas para abaratar el transporte público, que fueron incluidas de manera temporal en el decreto anticrisis por la guerra de Ucrania. Además, plantean desbloquear la ley de vivienda, la derogación de la ley mordaza y el impulso a la nueva ley de familias para extender los permisos de maternidad a seis meses y una renta de crianza universal de 100 euros.
Desde Unidas Podemos reclaman también un tipo mínimo del 15 % en el impuesto de sociedades, que ahora está en el 3,8%, y que el impuesto a grandes fortunas no sea temporal, sino fijo. El PSOE se muestra sin embargo optimista después de que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, anunciara que «en los próximos días» presentará el paquete de medidas fiscales que incluirá algunas de las demandas de Unidas Podemos.