
Los afectados reclaman celeridad para ayudar a los que siguen sin casa
19 sep 2022 . Actualizado a las 19:32 h.La Palma revivió este lunes el inicio de la erupción volcánica con una mezcla de sentimientos: entre el dolor por la pérdida, material y emocional, y el compromiso de las administraciones de seguir trabajando por un futuro «de esperanza» para la isla. Un compromiso que adquirieron a los pies del volcán el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños; el presidente de Canarias, Ángel Víctor Torres; y el presidente del Cabildo de La Palma, Mariano Hernández Zapata, en presencia de los alcaldes de los tres municipios más afectados: Los Llanos, El Paso y Tazacorte.
Lo hicieron en el acto de presentación de una intervención artística sobre una rotonda de la vía que se abre paso entre el campo de las coladas, como lo hicieron antes en la reunión de la comisión mixta para la reconstrucción de La Palma celebrada en la Casa Massieu, sede de la oficina de atención a los damnificados.
Al colectivo de afectados dio voz Conchi Leal, quien proclamó que «nada que nos venga puede acabar con la ilusión de un pueblo ni enterrarnos», y vaticinó que el valle de Aridane y, en general, La Palma «resurgirán como el Ave Fénix». Eso sí, reclamó mayor agilidad a las instituciones públicas para que den una respuesta a las familias que siguen sin una solución habitacional, para que puedan decir «estoy en casa» y olvidar el caos. Precisamente la esperanza es el mensaje principal que pretende trasladar Alexis González, autor del proyecto «Puerta del futuro».
Se trata de un conjunto escultórico en el que se representarán dos puertas: una mirará al mar y será atravesada por las 12 coladas que formó la erupción; y la otra, hacia el norte, «hacia el futuro». La idea es realizar las puertas, o parte de ellas, con el metal fundido de las llaves de las viviendas que la lava se llevó por delante. A tal efecto se instalarán en cada uno de los tres municipios afectados sendas cajas para recopilarlas.
El conjunto también incluirá 85 bloques de hormigón blanco que simbolizarán los días que se prolongó la erupción y las edificaciones destruidas, una de las cuales tendrá la forma de una iglesia, en homenaje a la de Todoque, quizá uno de los símbolos más potentes de la capacidad de destrucción de esta catástrofe natural.
Félix Bolaños dijo «entender perfectamente que toda prisa y ayuda son pocas» para quienes lo han perdido todo y que «lo importante» no es todo lo que se ha hecho hasta ahora, sino lo que queda por hacer. Admitió que, cuando se cumple justo un año del inicio de la erupción, «no hay nada que celebrar»; si acaso, hay que «conmemorar lo que va a pasar en el futuro», que para La Palma será «brillante».