El féretro de Isabel II ya está en Edimburgo

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El féretro de Isabel II es introducido en el palacio de Holyrood ante la mirada de tres de sus hijos: la princesa Ana, el príncipe Eduardo y el príncipe Andrés
El féretro de Isabel II es introducido en el palacio de Holyrood ante la mirada de tres de sus hijos: la princesa Ana, el príncipe Eduardo y el príncipe Andrés

El ataúd de la reina fue introducido en el palacio de Holyrood bajo la mirada de tres de sus hijos los príncipes Andrés, Eduardo y Ana. El cortejo fúnebre había partido pocos minutos después de las once de la mañana del castillo de Balmoral

11 sep 2022 . Actualizado a las 19:05 h.

El cuerpo de Isabel II ya descansa en el palacio de Holyrood, en Edimburgo. Será la primera parada que haga su féretro que esta mañana, pocos minutos después de las once, salía del castillo de Balmoral, donde falleció la reina el pasado jueves.

Poco antes de las cinco y media de la tarde el cortejo alcanzaba el palacio que es residencia oficial de los monarcas en Escocia. Bajo la mirada de tres de sus hijos, la princesa Ana (que acompañó el cuerpo de su madre en su viaje desde Balmoral), el príncipe Andrés y el príncipe Eduardo, el ataúd de la soberana fue introducido en Holyrood, en cuya sala del trono permanecerá toda la noche. No será hasta mañana lunes cuando se traslade a la catedral de Saint Giles. También mañana está previsto que viaje hasta Edimburgo su hijo primogénito, el ya rey Carlos III.

Atrás quedaban más de seis horas de viaje a través de la campiña escocesa, el tiempo que ha llevado al cortejo fúnebre cubrir los 280 kilómetros entre Balmoral y Edimburgo. Una travesía durante la que miles de personas han querido dar su último adiós y mostrar sus respetos a quien fue su reina durante 70 años. Autoridades y ciudadanos se han congregado a los lados de la carretera para ver pasar el féretro. Silencio, en la mayoría de los puntos, aplausos en otros, e incluso alguna gaita han recibido al cortejo en lugares como Ballater, Perth o Dundee.

En Edimburgo, punto final del recorrido por hoy, se han concentrado auténticas multitudes. Salvas de aplausos y miles de móviles tratando de inmortalizar un momento histórico han podido oirse y verse por las calles de la capital escocesa. 

Y es que por primera vez desde que Isabel II falleció el pasado jueves, este domingo ha sido posible ver su féretro, dotando de plena realidad a una noticia que algunos británicos todavía tratan de asimilar: la muerte de quien fue su soberana durante siete décadas.

El coche con el féretro de la reina sale por las puertas del castillo de Balmoral
El coche con el féretro de la reina sale por las puertas del castillo de Balmoral PHIL NOBLE | REUTERS

El cortejo fúnebre de quien fue reina de Inglaterra desde 1952 salió por las puertas del castillo de Balmoral (Escocia) pocos minutos después de las 10:00 hora local (11:00 en España), en medio de un gran silencio. En un ataúd de roble, cubierto por el estandarte real de Escocia y bajo un ramo de algunas de las flores preferidas de la fallecida (dalias, brezo blanco o limonium, todas cortadas de la propia finca de Balmoral) viaja el cuerpo de Isabel II, en dirección a Edimburgo.

La propia cuenta de Twitter del Castillo de Balmoral anunciaba la partida del cuerpo de la reina, deseando que «descanse en paz, su Majestad» y «larga vida al rey».

Se esperaba un viaje de unas cinco o seis horas, acompañada de un cortejo fúnebre de seis vehículos negros, igual que el primero, que porta el cadáver de la reina, a los que se suman vehículos policiales y de seguridad y una ambulancia.

En el segundo coche del cortejo ha viajado la princesa Ana, hija de Isabel II, que acompañará al ataúd con los restos de su madre hasta Edimburgo y luego hasta Londres. El funeral de Estado no se celebrará hasta el próximo 19 de septiembre en la abadía de Westminster, precedido de cuatro días de capilla ardiente, que podrá ser visitada por quien lo desee.

Cientos de personas esperando el paso del cortejo

El cortejo recorrió unos 280 kilómetros y ralentizó su marcha al paso por algunas localidades como Aberdeen, Ballater o Dundee, antes de llegar a la capital escocesa. Una vez en Edimburgo, Isabel II descansará en el palacio de Holyrood. Más tarde, se abrirá una capilla ardiente en la catedral de Saint Giles.

En los márgenes de las carreteras más próximas a las localidades del recorrido, cientos de personas han esperado el paso del cortejo fúnebre, para presentar a Isabel II sus últimos respetos. Autoridades y gente de a pie, todos quieren dar su último adiós a la soberana. El silencio se hace al paso del féretro, aunque en algunos puntos han sonado las gaitas como modo de homenaje e incluso se han lanzado algunas flores al paso del coche que porta el cuerpo de la reina. En el concejo de Aberdeenshire se ha visto una imagen curiosa, ya que los granjeros han querido rendir tributo a la reina aparcando sus tractores a lo largo de un tramo de la ruta para que ejerzan como guardia de honor.

El Gobierno escocés fijó algunos puntos a lo largo del recorrido donde las personas pueden colocarse para ver pasar el cortejo con seguridad y despedirse de la reina.

La propia primera ministra escocesa, Nicola Sturgeon, definió como un momento «triste y conmovedor» el de ver a la reina dejar por última vez «su amado Balmoral». Aseguró que durante el viaje a Edimburgo, Escocia «rendirá homenaje a una mujer extraordinaria».

Traslado a Londres el martes

El féretro con los restos mortales de la reina entrará pasadas las cuatro de la tarde hora local (cinco en España) en el palacio de Holyroodhouse de Edimburgo, tradicional residencia de los reyes de Escocia. Allí descansará hasta que mañana lunes sea trasladado hasta la cercana catedral de Saint Giles.

Así, el cortejo fúnebre saldrá el lunes de la residencia real para avanzar en procesión por la avenida Royal Mile (la Milla Real que une Holyroodhouse con el castillo de Edimburgo) hasta la catedral, donde habrá un servicio religioso al que asistirán miembros de la familia real, incluido el rey Carlos III.

El ataúd de la soberana permanecerá unas 24 horas en la catedral para que la población pueda rendirle tributo.

El martes, los restos mortales serán llevados a la capital británica de cara al funeral de Estado que tendrá lugar el próximo 19 de septiembre en la Abadía de Westminster. Aunque en un principio estaba previsto que el féretro fuera trasladado en el tren real desde la estación de Waverley, en Edimburgo, hasta la estación de King's Cross, en Londres, finalmente lo hará en un avión oficial en el que viajará la princesa Ana.