Bolsonaro convierte en un acto de campaña el bicentenario de la independencia
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El presidente de Brasil se dio un baño de multitudes entre ataques a la izquierda
08 sep 2022 . Actualizado a las 09:10 h.Es el bicentenario de la independencia de Brasil y en el metro de Copacabana, en Río de Janeiro, no cabe un alfiler. Cientos de personas avanzan con paso lento, la práctica totalidad vestidas con el amarillo y verde de la bandera, mientras lanzan consignas a favor del presidente, Jair Bolsonaro, acusado por los candidatos opositores a la presidencia de haber politizado el día nacional.
No es el único protagonista. «Lula, ladrón, su lugar es la prisión», gritan quienes caminan hacia la conocida playa carioca, en referencia al expresidente Luiz Inácio Lula da Silva (2003-2011), favorito para imponerse en las urnas en las presidenciales de octubre y que aventaja a Bolsonaro en 15 puntos en las encuestas.
La abarrotada avenida estalla cuando aparece la caravana de Bolsonaro, que el mismo día, el año pasado, había criticado con dureza a las instituciones democráticas y al Tribunal Supremo, a quien reprochó haber liberado a Lula y estar, a su juicio, obstaculizando su Gobierno.
Este año, en su multitudinario discurso en la capital, Brasilia, horas antes de la cita en Río, no se refirió a ningún caso específico, pero lanzó una advertencia clara: «Es la obligación de todos jugar dentro de las cuatro líneas de nuestra Constitución. Con una reelección, traeremos para dentro de esas cuatro líneas a todos aquellos que osan quedarse fuera».
Más que un discurso a toda la población, fue un acto de campaña, pronunciado junto a figuras ajenas a las elecciones, como el presidente portugués, Marcelo Rebelo de Sousa, que viajó a Brasil para conmemorar el bicentenario.
«Lucha del bien contra el mal»
No estuvieron en la cita de Brasilia los presidentes del Legislativo ni los miembros del Supremo, en un claro alejamiento del acto. «Tenemos por delante una lucha del bien contra el mal, un mal que perduró 14 años en nuestro país», dijo Bolsonaro, en referencia a los Gobiernos de izquierda.
En la concentración de Río había numerosas pancartas pidiendo la destitución de los jueces del Supremo. Sergio, un trabajador autónomo, que no quiso dar su apellido, pedía con un cartel una intervención militar contra los magistrados. «Va a haber una guerra civil, porque la izquierda lo quiere todo y además tiene a todos los partidos a su favor. El único que lucha contra ellos es Bolsonaro», aseguró a La Voz.
Algunos mostraban también su desconfianza con el sistema electrónico de voto. Bolsonaro sugirió hace unas semanas que el Ejército realizase un recuento paralelo de los sufragios.
«Lo que queremos es que además del voto electrónico haya una forma de contar los votos, porque sin eso pueden hacer lo que les dé la gana», dijo Paulo Silva, un comerciante presente en la manifestación de Río.
Lula, por su parte, criticó la politización de la jornada. «Debería ser un día de amor y unidad. Tengo fe en que Brasil reconquistará su bandera, soberanía y democracia», señaló el exmandatario.