Desalojan el centro de refugiados de los Países Bajos donde cientos de solicitantes de asilo dormían a la intemperie
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El Gobierno neerlandés endurece las condiciones para la reagrupación familiar de los migrantes
27 ago 2022 . Actualizado a las 17:49 h.Más de 400 refugiados fueron trasladados el viernes por la noche desde el centro de acogida en el pueblo neerlandés de Ter Apel a otros puntos de los Países Bajos, después de que la Inspección de Salud diera la voz de alarma por la situación sanitaria y de higiene en el lugar, donde cientos de personas han dormido a la intemperie durante semanas.
La Agencia Central para la Recepción de Solicitantes de Asilo (COA) del Gobierno neerlandés aseguró este sábado que cientos de solicitantes de asilo que se hacinaban en la explanada del centro de registro de Ter Apel han sido trasladados en autobuses a otros lugares en Utrecht, Stadskanaal, Zuidbroek, Almere y Groninga.
Esta decisión repentina, que llega después de semanas de denuncias sobre la situación en la que se hacinaban, dormían y vivían los solicitantes de asilo en Ter Apel, llegó después de que la Inspección de Salud y Atención a la Juventud (IGJ) exigiera una «intervención inmediata», entre advertencias sobre las consecuencias de la falta total de higiene en el lugar.
Condiciones espantosas
Según los inspectores, que visitaron el viernes los alrededores del centro para comprobar cómo unas 700 personas se hacinaban en el césped y el aparcamiento del centro, los refugiados viven «en condiciones espantosas» y temen que «la falta de agua potable, baños limpios, duchas, lavabos y alojamiento» sea un riesgo para la propagación de enfermedades infecciosas.
Por lo tanto, pidió mejoras inmediatas en las instalaciones, porque «el agua, el saneamiento y un alojamiento adecuados son cruciales».
No está claro durante cuánto tiempo los solicitantes de asilo podrán permanecer en estos nuevos puntos a los que fueron trasladados, puesto que son alojamientos temporales (algunos solo para una noche) acordados con algunos municipios debido a la presión de los inspectores de salud.
Además, según COA, algunos de los solicitantes de asilo no han querido irse esta noche por temor a perder su turno en el procedimiento de registro como refugiados, lo que tienen que hacer en Ter Apel a su llegada a Países Bajos como primer paso formal de su proceso de asilo en el país.
Según la agencia neerlandesa ANP, hasta 80 personas optaron por seguir durmiendo en la explanada la pasada noche.
Cruz Roja y Médicos Sin Fronteras (que ha desplegado un equipo en los Países Bajos por primera vez en su historia) han estado ofreciendo atención médica básica a los refugiados y derivando los casos crónicos y más graves a los hospitales.
En una visita al centro de recepción en Ter Apel, Efe ha podido comprobar la situación inhumana que las oenegés denuncian desde hace semanas: las heces flotan en baños instalados en la explanada, voluntarios curan como pueden heridas e infecciones de semanas, pacientes crónicos han sido trasladados de urgencia al hospital y otros malviven bajo unas carpas. Algunos de los solicitantes de asilo presentan heridas, lesiones sufridas durante el viaje, y problemas dérmicos visibles debido a la falta de higiene.
Países Bajos limitará la reunificación familiar de refugiados
El Gobierno neerlandés acordó nuevas medidas para aliviar la situación en el centro de solicitantes de asilo de Ter Apel, hacinado desde hace semanas. Para ello, endurecerá la legislación gracias a la cual los refugiados reagrupan a sus familiares y planea dejar de aceptar por ahora la cuota de refugiados a la que le obliga el acuerdo de la Unión Europea (UE) y Turquía.
El Ejecutivo limitará la provisión de visados para los familiares de los refugiados que ya se encuentran en los Países Bajos y no permitirá su reagrupación hasta que el refugiado en cuestión no tenga una casa disponible para la familia, por lo que solo se emitirá ese visado si se demuestra la existencia de alojamiento durante el estudio del proceso.
Si no se cumple esta condición después de 15 meses, entonces los miembros de la familia podrán recibir un visado igualmente.
Esta es una medida temporal hasta el 2023, aunque se reevaluará en julio del próximo año, al igual que el plan de dejar de acoger temporalmente a refugiados de los campamentos turcos (en torno a 1.000 por año en el caso de los Países Bajos) a los que los Estados miembros de la UE están obligados a aceptar en virtud del acuerdo de la UE con Turquía.
El secretario de Estado de Justicia, Eric van der Burg, aseguró que los Países Bajos ha admitido ya a «un número sustancial de personas» durante estos años en virtud de ese acuerdo, incluso relativamente más que los demás países europeos -señaló-, pero eso ya no es posible ahora que «hay gente durmiendo en el césped de Ter Apel, o en los pabellones deportivos».
Además, está buscando alojamiento para unos 20.000 refugiados que ya han logrado su derecho a residir en los Países Bajos y que aún se encuentran en lugares temporales debido a la falta de vivienda generalizada en el país.
El Gobierno también planea construir urgentemente una instalación para proporcionar alojamiento adicional como una alternativa temporal al centro de registro de solicitantes de asilo de Ter Apel, donde cientos de personas llevan semanas durmiendo a la intemperie a la espera de poder pasar la entrevista policial y el registro formal de su solicitud de asilo.
El primer ministro Mark Rutte admitió en rueda de prensa la existencia de un «fallo administrativo» en la cadena de recepción de asilo y la apresurada decisión de desmantelar los refugios existentes después de la gran oleada de refugiados que llegaron desde Siria en el 2015 y el 2016. Pero aseguró que estas medidas buscan «poner las cosas en orden», y advirtió de que «detener el asilo [como pedía la ultraderecha y algunos liberales] significa cerrar las fronteras por completo, y eso no es posible, independientemente de que se vea como socialmente deseable, no es una opción existente como miembros de la Unión Europea».