Trump, investigado por tres delitos que pueden acarrear de cárcel a inhabilitación política
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La orden de registro revela que se le investiga por violar la Ley de Espionaje, obstrucción a la Justicia y destrucción de documentos
14 ago 2022 . Actualizado a las 10:09 h.Violación de la Ley de Espionaje, obstrucción a la Justicia y destrucción de documentos de Estado. Estos son los tres delitos por los que está siendo investigado Donald Trump, según revela la orden de registro divulgada la madrugada del viernes que sirvió al FBI para registrar el pasado lunes la mansión de Mar-a-Lago, en Florida, en busca de documentos confidenciales que el expresidente se llevó de la Casa Blanca. En caso de condena, estos delitos podrían conllevar desde multas económicas hasta penas de prisión e inhabilitación para ocupar cargos políticos.
El inventario de lo incautado por los agentes de la oficina federal de investigación muestra que entre la documentación requisada figuran veintiséis cajas etiquetadas cada una con un número, así como varias carpetas de documentos y fotos con las etiquetas de top secret (alto secreto) o «confidencial». Entre ellas aparece un documento con el título «presidente de Francia» y otro sobre la petición de indulto de Roger Stone —exasesor y confidente de Trump condenado a tres años de cárcel por mentir al Congreso, manipular a testigos y obstruir un proceso oficial—, así como numerosos documentos confidenciales sin descripción.
La orden aprobada por el juez de Palm Beach Bruce Reindhart —que ha sido donante tanto de las campañas del republicano Jeb Bush como del demócrata Barack Obama— fue firmada el 5 de agosto, tres días antes de la redada, y daba al FBI de plazo hasta el 19 de este mes para efectuar el registro. En dicha orden figura lo que el FBI podía requisar: cualquier documento o caja con marcas de «clasificado», cualquier indicio de transmisión de datos o información sobre seguridad nacional y cualquier archivo presidencial creado entre el 20 de enero del 2017 y el 20 de enero del 2021, los cuatro años de mandato de Donald Trump. También podían buscar cualquier prueba de destrucción de documentos de la Presidencia.
La orden detalla las características de Mar-a-Lago, una mansión con «aproximadamente 58 dormitorios y 33 baños» situada en una propiedad de 6,8 hectáreas y en la que se podía también revisar «la oficina 45», en alusión al número que ocupa Trump como presidente de EE.UU.
Según adelantó de The Washington Post, en alguna de las tres ubicaciones registradas —la oficina del expresidente, su dormitorio y el trastero— se escondían documentos muy sensibles sobre armas nucleares, clasificados como «altamente secretos», «que podrían proporcionar a los adversarios de Estados Unidos una hoja de ruta sobre la inteligencia para construir formas de contrarrestar esos sistemas».
Trump se defendió en su propia red social, Truth, al asegurar que, «en primer lugar, todo estaba desclasificado. En segundo, no necesitaban ‘incautarse' de nada. Lo podrían haber conseguido en cualquier momento, sin hacer política ni entrar en Mar-a-Lago. Todo estaba en un almacén seguro. [...] Lo único que tendrían que haber hecho era preguntar».
Desmentido
Además, Trump acusó a su antecesor, Barack Obama, de haberse llevado también millones de documentos al dejar la Casa Blanca, algo que desmintió la Administración de Archivos Nacionales en un comunicado, en el que afirmó que el exmandatario demócrata entregó la documentación tal y como establece la ley.
El archivo nacional destacó en su nota que, según lo establecido por la ley, el expresidente demócrata no tiene ningún control sobre dónde y cómo está conservado el material de su Administración, que se prolongó del año 2009 al 2017.
La vicepresidenta Harris califica de «peligrosa» la retórica republicana contra el FBI
La investigación abierta sobre el expresidente Donald Trump polariza todavía más la política estadounidense cuando faltan menos de tres meses para las elecciones legislativas de medio mandato, que serán clave. La vicepresidenta Kamala Harris calificó ayer de «peligrosa» la retórica de los republicanos contra el trabajo del FBI en el registro de la mansión de Donald Trump.
«Es irresponsable y peligroso que un líder sostenga una retórica que expone a las fuerzas del orden», dijo la vicepresidenta a la prensa en Oakland (California).
Harris reivindicó que los agentes del FBI hacen «un trabajo muy importante» para garantizar la seguridad de la ciudadanía y condenó que se intente dañar a la institución por «motivos políticos». Asimismo, la vicepresidenta, quien fue fiscal general de California, señaló que tiene «plena confianza» en que el Departamento de Justicia está cumpliendo la ley.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, acusó directamente a Trump de «instigar los ataques contra las fuerzas del orden» por sus críticas al FBI. El jueves, un hombre fue abatido al intentar entrar armado en la sede local del FBI en la ciudad de Cincinnati (Ohio), un incidente que los demócratas han vinculado a las críticas vertidas por los republicanos en contra de la actuación policial en la casa del expresidente Trump.