El Gobierno se decanta por gravar los intereses y comisiones de la banca y no el beneficio

La Voz REDACCIÓN / COLPISA

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Alberto Ortega | EUROPAPRESS

Encomendará al Banco de España vigilar que no se repercuta el tributo a los clientes

28 jul 2022 . Actualizado a las 13:48 h.

El Gobierno ya tiene listo el nuevo impuesto a las entidades financieras con el que quiere recaudar 3.000 millones de euros en los próximos dos años para financiar las medidas de lucha contra la inflación. Según anunció la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, los dos partidos que sustentan la coalición, PSOE y Unidas Podemos, registrarán este jueves en el Congreso la proposición de ley que regulará el tributo.

Un impuesto que, al contrario de lo anunciado inicialmente, no gravará el beneficio extraordinario que obtengan los grandes bancos por la subida de los tipos de interés y del euríbor, que encarecerá las hipotecas. Ante la dificultad de determinar que es una ganancia extraordinaria, el Ejecutivo se decanta, por contra, por poner el foco en otros tres indicadores de los ingresos de las entidades: las comisiones, los intereses y los márgenes, según adelantó la Cadena Ser. Entre otras cosas, para facilitar la tarea de comprobar que las entidades no repercuten a sus clientes el coste del tributo.

El año pasado, los márgenes brutos de los bancos españoles (la suma de todos los ingresos corrientes, incluyendo no solo los recurrentes sino también los de operaciones financieras o los percibidos de sus participadas) subieron un 2,02 %, hasta los 84.000 millones. También crecieron los ingresos por intereses, un 1,2 %, hasta superar los 58.700 millones. Lo que más aumentó fueron los ingresos por comisiones, que se elevaron un 6,4 % y reportaron más de 21.000 millones. Sobre esas partidas se aplicará un tipo tributario, que según varias fuentes del sector consultadas por Colpisa podría rondar el 5 %.

El diseño del nuevo tributo facilitará además que el Banco de España mida la evolución histórica de estas tres variables y alerte en caso de que se produzcan distorsiones no justificadas por la evolución del mercado, que pudieran llevar a pensar que se está trasladando el coste del impuesto a los clientes. En cualquier caso, la proposición de ley no incluye una modificación del Código Penal para aplicar penas de cárcel a las entidades que repercutan el tributo, como había pedido Unidas Podemos, ya que ello requeriría tramitar el impuesto mediante una ley orgánica.

La inspiración de este tributo extraordinario a la banca, único en Europa por ahora junto al de Hungría, se encuentra en la Financial Activity Tax, un tributo que propuso el FMI al G20 en la anterior crisis financiera para que la banca asumiera el coste de los rescates. Era una especie de IVA al sector financiero, en el que no se aplica este tributo.