Centro e izquierda italianos buscan formar una gran coalición pro-Draghi
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La ultra Meloni reclama más coordinación a sus aliados Berlusconi y Salvini
23 jul 2022 . Actualizado a las 10:10 h.Muchos en Italia se están preparando para las vacaciones, salvo los políticos. Con la dimisión de Mario Draghi y las elecciones generales a la vuelta de la esquina, el 25 de septiembre, buena parte de ellos tendrán que dedicarse a una agotadora campaña electoral, que de hecho ya ha comenzado.
Giorgia Meloni, líder del partido ultranacionalista Hermanos de Italia, primero en las encuestas, ha mostrado la determinación por la que es famosa reclamando más coordinación a sus aliados Silvio Berlusconi (Forza Italia) y Matteo Salvini (Liga). Refiriéndose a la costumbre de Berlusconi de convocar las reuniones de los líderes de la derecha en sus mansiones, Meloni pidió que esos encuentros «no sean ocasiones amenas, sino reuniones operativas en lugares institucionales», una ruptura con el estilo informal de los dos aliados.
Pero quien, sobre todo, ha pasado a la acción es el Partido Demócrata (PD). En una entrevista al diario Corriere della Sera, uno de los barones del partido de centroizquierda, el influyente ministro de Cultura, Dario Franceschini, abogó el jueves por una coalición amplia, «intérprete y garante de la agenda de Draghi», capaz de derrotar «al centroderecha que ya no tiene centro, ya que el partido de Berlusconi se ha evaporado». Es decir, una «grosse koalition» incluso más amplia que las de Alemania, comentaron algunos en las redes. Una alianza que incluya al PD, a miembros del centro como el ministro de Exteriores, Luigi Di Maio, y el alcalde de Milán, Beppe Sala, al pequeño Izquierda Italiana y al también pequeño partido ecologista, a Matteo Renzi con su puñado de liberales, a los que están dejando Forza Italia, etcétera. Todos unidos por el deseo de hacer que Draghi permanezca en el Palacio Chigi, la residencia de los primeros ministros de Italia, tras las elecciones del 25 de septiembre.
Franceschini considera necesario responder «a las pymes, a los ejecutivos» y cree que el apoyo a Draghi expresado por empresarios, académicos y financieros, especialmente en el norte de Italia, podría convertirse en votos. Entre los moderados, dice, hay una «discrepancia absoluta» con la decisión de Liga y Forza Italia de no votar en la moción de confianza en el Gobierno de Draghi el miércoles. El secretario del PD, Enrico Letta, está de acuerdo: «Las clases productivas están aterrorizadas».
Por otro lado, tanto Letta como Franceschini han descartado una alianza con el Movimiento 5 Estrellas (M5E) liderado por el ex primer ministro Giuseppe Conte, al que culpan de la crisis que acabó con el Gobierno de Draghi. Pero, a pesar de todo, Conte parece confiar en una reconciliación: debido a la ley electoral italiana, es muy probable que el PD tenga que pactar también con el M5E si quiere tener alguna posibilidad real de victoria. De hecho, el M5E y el PD siguen trabajando juntos para encontrar un candidato común para las elecciones regionales en Sicilia.
«Espacio de unidad nacional»
Letta avisó de que su campaña electoral será dura. Citando al protagonista de la popular saga Rocky, dijo: «Los votantes tienen que ver que queremos ganar las elecciones en nuestro ojo de tigre». Muchos están de acuerdo, entre ellos Di Maio: el ministro de Exteriores y exmiembro del M5E dijo que «más allá de los nombres, lo que está surgiendo es un espacio de unidad nacional» y arremetió contra la derecha de Salvini, Meloni y Berlusconi, y contra su excompañero de partido Conte.
Crear una gran coalición en torno al PD no será fácil: en el partido, por ejemplo, algunos no quieren aliarse con la pequeña formación de centro de Matteo Renzi, muy poco popular entre los electores.