Italia se rinde a Draghi mientras el M5E corre el riesgo de un colapso definitivo
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Cuenta con el apoyo del Parlamento y de más de la mitad de la ciudadanía
19 jul 2022 . Actualizado a las 09:06 h.La crisis política de Italia evoluciona rápidamente. El Gobierno dirigido por Mario Draghi cuenta con la confianza de la mayoría del Parlamento, y según un sondeo de los últimos días, más de la mitad de los italianos siguen queriendo que sea primer ministro. Para el Movimiento 5 Estrellas (M5E), la decisión de abstenerse en la votación del decreto Ayudas el jueves pasado, provocando la dimisión de Draghi (luego rechazada por el presidente de la República, Sergio Mattarella) se ha convertido en un autogol.
Parece que varios miembros de peso del M5E están dispuestos a dejar el partido y apoyar a Draghi; en las últimas horas, los medios italianos han especulado con que uno o dos ministros y entre veinte y cuarenta diputados están preparados para ponerse del lado del expresidente del Banco Central Europeo (BCE). Si esto ocurriera, Draghi no tendría ninguna razón para dimitir, porque el M5E (en fuerte declive en las encuestas) se convertiría en irrelevante en el Parlamento.
«Existe un riesgo real de que el M5E se derrumbe definitivamente», confirma a La Voz un diputado de centroizquierda preocupado, porque el bloque político al que pertenece también corre el riesgo de salir debilitado.
En el 2018, el M5E era el mayor partido italiano, pero lleva tiempo sufriendo defecciones. En junio, 50 diputados y 11 senadores lo abandonaron para seguir al ministro de Exteriores pro-Draghi Luigi Di Maio, y formar el grupo Juntos para el futuro: un mazazo para el partido dirigido por el ex primer ministro Giuseppe Conte. Si otros parlamentarios dejaran el M5E, el propio liderazgo de Conte podría quedar en entredicho, lo que complacería a la derecha y a los partidos de centro, que esperan que el Partido Demócrata (PD, centroizquierda) rompa la alianza con el M5E y apoye un Gobierno liderado por Draghi también después de las próximas elecciones.
«Esta crisis, cuyas consecuencias pagarán los ciudadanos, nació de la ilusión [del M5E] de ganar dos puntos [en las encuestas]», declaró al periódico Corriere della Sera la diputada de Juntos para el futuro Iolanda Di Stasio.
Pero la continuidad de Draghi en el Palacio Chigi (residencia de los primeros ministros de Italia) no depende solo de una nueva división en el M5E. En las últimas horas se han multiplicado los exponentes de la industria y de las profesiones liberales que piden a Draghi que no se vaya. El domingo, en una entrevista con el Corriere della Sera, uno de los principales industriales italianos, Giuseppe Lavazza (vicepresidente del gigante del café homónimo), aseguró que «nunca fue tan necesario que [Draghi] lleve a cabo sus funciones como en este momento de fuerte inestabilidad en los mercados».
Llamamiento de la Universidad
El lunes, el presidente de la Conferencia de rectores de las universidades italianas dirigió públicamente una carta al primer ministro en la que escribió que «la universidad le necesita», y añadió: «Este es un momento positivo, de gran impulso. No permitamos que los vientos de la política cambien su curso». El lunes por la tarde, decenas de ciudadanos y asociaciones pro-Draghi se manifestaron en Milán, ante el famoso teatro Alla Scala.
Silvio Berlusconi y Matteo Salvini, líderes respectivamente del partido liberal Forza Italia y del partido de extrema derecha Liga, se reunieron el domingo en la villa del multimillonario en Cerdeña; están dispuestos a apoyar un nuevo Gobierno de Draghi, pero sin el M5E, al que tachan de «irresponsable».
Por su parte, Giorgia Meloni, líder del partido ultranacionalista Hermanos de Italia, actualmente el más popular en las encuestas, insiste en reclamar elecciones en otoño. Por ahora parece la única verdaderamente dispuesta a pasar por comicios anticipados.