El presidente de la red social reclamará al multimillonario los mil millones de la cláusula de ruptura incluida en el acuerdo de compra suscrito
10 jul 2022 . Actualizado a las 10:04 h.Los 280 caracteres de un tuit no dan para contar todas las eventualidades de la operación de compra de la red social Twitter por parte del magnate Elon Musk. El dueño de Tesla y SpaceX ha tenido que abrir hilo para dar cuenta de su renuncia —esta vez sí— a hacerse con la propiedad de la red del pajarito por 43.394 millones de dólares (40.495 millones de euros). Una red que cree que está inflada, mal gestionada y en situación ruinosa.
El magnate sospecha que los casi 330 millones de usuarios monetarizables no son tantos como Twitter los pinta. Calcula que en torno a un 20 % de las cuentas son falsas, y no el 5 % que le aseguran desde el consejo de administración de la red social. Precisamente en esas declaraciones «falsas y engañosas» y en la falta de información que el multimillonario considera indispensable para cerrar la transacción —y que reclama desde hace meses— han basado sus abogados la carta de renuncia enviada al departamento legal de la empresa tecnológica. Una marcha atrás que ha recogido también la Comisión del Mercado de Valores de EE. UU. (SEC, en inglés), informa Efe.
Musk ya había amagado con recular a principios de junio. Y un mes más tarde ha materializado su farol porque, asegura, todavía desconoce el número de cuentas falsas o de spam en la red social. Considera que ha dado un margen prudencial para obtener esos los datos y, por eso, ha decidido poner fin a ese «período de subsanación» consumando su renuncia unilateral a finalizar una operación para la que emplearía 22.000 millones de su patrimonio y otros tantos vía préstamos.
Acciones legales de Twitter
Como no podía ser de otra forma en la conocida red del odio, el hilo de Musk encontró encendida respuesta por parte de Bret Taylor, presidente de Twitter. Este ha insistido en que los bots (perfiles falsos creados mediante inteligencia artificial) que se mueven por la red no llegan al 5 % y ha reaccionado indignado a las acusaciones del magnate de la empresa ha rechazado en repetidas ocasiones facilitarle esos datos.
Taylor también ha dicho que esto no va a quedar así. Que esa renuncia unilateral por parte del hombre más rico del mundo tendrá consecuencias. Así, tan solo minutos después del anuncio de Musk, avanzó que el consejo de administración planeaba «emprender acciones legales para llevar a cabo el acuerdo de compra» bajo el precio y los términos» pactados con el magnate, puesto que la compañía ha cumplido su parte. Y si el dueño de Tesla no asume su compromiso con Twitter, reclamará los mil millones de dólares de comisión de ruptura recogida en el acuerdo de compra. Para eso también tienen réplica los abogados del multimillonario empresario, pues ese texto también recoge una excepción a la cláusula por «efecto material adverso», al que se agarran los representantes legales del sudafricano para esquivar la reclamación. Con todo, Bret Tayler se muestra convencido de que Twitter tendrá que acabar en manos de Musk. «Estamos seguros de que ganaremos en el Tribunal de Cancillería de Delaware», declaró el presidente de la compañía, confiando en que esa corte dedicada a grandes disputas comerciales se pondrá de su parte para forzar la aplicación del acuerdo.
Otras claves de la «espantada»
Pero las diferencias por el número de usuarios falsos no son la única clave de la espantada de Musk. No ha le ha gustado que Twitter haya despedido a dos altos ejecutivos ni que haya reducido su equipo de captación de talento y congelado las contrataciones. También le ha molestado la salida voluntaria de tres ejecutivos, a todo lo que dice no haber dado su «consentimiento», de acuerdo con el documento que enviaron sus abogados. Musk cierra hilo. Por ahora.