La pequeña Galicia de Sevilla que conocen bien Juanma Moreno y Juan Espadas
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El Lar gallego de la ciudad hispalense cuenta con 400 socios y realiza un sinfín de actividades culturales
19 jun 2022 . Actualizado a las 06:00 h.José Antonio Otero nació en Sevilla, donde lleva viviendo toda la vida. Es hijo de gallegos, de Antas de Ulla. José Manuel Gil nació en Santiago, «en San Pedro», detalla, pero a los ocho años su familia emigró y lleva instalado en el Guadalquivir gran parte de sus 75 primaveras. Pero la distancia y el tiempo no han impedido que sientan Galicia como pocos. Son el presidente y el vicepresidente del Lar Gallego de Sevilla, una de esas tantas casas puestas en marcha por los emigrantes. Y mientras la mayoría languidecen, esta presume de músculo. Constituida en los 50 por un grupo de amigos entre los que se encontraba Alfredo Otero, el padre de José Antonio «y gran alma del Lar gallego», dicen, crecieron con paso firme. Hoy son 400 socios, a razón de 36 euros por cuatrimestre.
La sede, un bajo de 500 metros cuadrados, está cerca de la estación de Santa Justa. Por supuesto, hay bar y restaurante, y más por supuesto, hay platos de la gastronomía gallega. «Pulpo, cocido, caldo, merluza a la gallega...», repasan. «Es condición para la concesión». Uno de los asiduos es Juan Espadas, exalcalde de Sevilla y candidato a la Junta por el PSOE. «Viene mucho. Vive en la zona», trasladan. Juanma Moreno también lo conoce.
La pared de la fama
A Espadas le gustaría que pronto colgara de la pared del salón noble un retrato suyo, porque eso significaría que alcanzó la presidencia autonómica. No faltan Fraga, Touriño, Feijoo... Tampoco Díaz, Griñán o Chaves, que acompañan a los expresidentes de la asociación. Moreno todavía la debe. «Quiere traerla en persona», detallan. También falta la de Rueda. En las vitrinas hay figuras de Sargadelos y una biblioteca galaica. Editan dos revistas, organizan festivales, donde actuaron recientemente Milladoiro o Amancio Prada, ciclos de cine, baile, montan una de las mejores casetas de la feria, concursos literarios y un sinfín de actividades. Celebran el magosto, el entroido, el Día das Letras Galegas.. Y tienen hasta ocho gaiteiros. En fin, que uno puede pensar que está en casa, pero solo hasta que salga por la puerta y note como un gran bofetón los 40 grados.