«Los CAR-T educan a los linfocitos para que luchen contra las células tumorales»

Nuria Guillermo
nuria guillermo A CORUÑA / LA VOZ

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Víctor Noriega, hematólogo del Chuac (A Coruña).
Víctor Noriega, hematólogo del Chuac (A Coruña). CESAR QUIAN

El médico, uno de los responsables de este nuevo tratamiento, explica que llevan años trabajando en el proyecto

11 jun 2022 . Actualizado a las 10:30 h.

El pasado jueves, el servicio de hematología del Chuac realizó la primera recogida de células de un paciente para CAR-T, aunque es probable que, de momento, tenga que recibir el tratamiento en otro hospital. Víctor Noriega (Oviedo, 1980), hematólogo en el complejo hospitalario de A Coruña, explica los beneficios de esta terapia.

—¿Cómo funciona este tratamiento?

—Es una terapia personalizada, a día de hoy solamente aprobada para determinadas enfermedades hematológicas. Mediante ingeniería genética, educa a los linfocitos —las células encargadas de la defensa inmunitaria— del propio paciente para que luche contra otras células, en este caso las tumorales. Es un proceso en el que primero hay que recoger linfocitos del paciente. Estos se procesan mediante un sistema de ingeniería genética, y, posteriormente, se infunden de nuevo en él y son estas células las que atacan al tumor. Se trata de un proceso muy complejo. Por eso se requieren unidades multidisciplinares, con diferentes equipos implicados, etcétera.

—¿Qué tipos de tumores pueden tratarse con CAR-T?

—A día de hoy, está aprobado su uso en linfoma difuso B de célula grande con recaída y en leucemia aguda linfoblástica B. Está previsto que se incorporen nuevas indicaciones, permitiéndolo para otro tipo de linfomas, como el folicular o el de manto e incluso dentro de los linfomas difusos de célula grande en otras fases de la enfermedad más tempranas. Ahora solo está aprobado para aquellos pacientes en los que ya han fracasado dos líneas de tratamiento. Hay ensayos clínicos que pretenden utilizar este tipo de terapias antes. Esto en el caso de los linfomas. Luego, es previsible que este año o el que viene esté aprobado también para otras enfermedades, como el mieloma múltiple, que ya está en ensayos clínicos y se prevé que se comercialice próximamente. El motivo de la apertura de nuevos centros por parte del Ministerio de Sanidad básicamente es este, que va a haber un mayor número de pacientes susceptibles de recibir estos tratamientos.

—¿Qué beneficios aporta a los pacientes respecto a otros tratamientos que ya se están utilizando?

—Actualmente, en los casos en que está permitida su utilización, los resultados que tenemos con las terapias convencionales, como la quimioterapia, son muy malos. Aunque los tratamientos CAR-T no van a curar a todos los pacientes, los resultados que se obtienen son mucho más beneficiosos que los que tenemos. En las situaciones en las que ha sido aprobado hasta ahora tiene un beneficio claro. Por poner un ejemplo, en pacientes con una supervivencia a un año vista de menos del 10 %, con estos tratamientos los ponemos en una posibilidad de que sobrevivan un año o más el 40 %.

—El Chuac continúa en la vanguardia de los tratamientos oncológicos.

—Esa es la idea. El hospital de A Coruña y, en este caso, el servicio de hematología, tiene una experiencia muy grande en terapia celular con los trasplantes de médula. La creación del proyecto para incorporar estas terapias es un paso más. No solo intentamos estar a la vanguardia, sino incluso ir un poco por delante. Llevamos años trabajando en el proyecto, yendo al extranjero a formarnos... No es algo que haya surgido de un día para otro.