La izquierda es favorita en la primera vuelta de las elecciones colombianas
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Las encuestas dan hasta un 47 % de apoyos al progresista Gustavo Petro
29 may 2022 . Actualizado a las 09:17 h.Colombia celebra hoy la primera vuelta de sus elecciones presidenciales después de una tensa campaña. Lidera todas las encuestas el progresista Gustavo Petro, que, de imponerse, se convertiría en el primer mandatario izquierdista de la historia de Colombia.
El exguerrillero del M-19 y exalcalde de Bogotá cuenta con entre un 35 % y un 47 % de apoyo en las encuestas. Está convencido de poder lograr la presidencia este mismo domingo, por la vía rápida, aludiendo al voto oculto y a la subrepresentación en las encuestas de varias regiones donde lleva la delantera.
Petro aglutina el voto de quienes salieron a la calle en las grandes protestas antigubernamentales del 2019 y el 2021, que dejaron al menos 83 muertos y marcaron al país, introduciendo en política a una parte de los colombianos ajenos hasta ahora a la política. El candidato propone subir los impuestos a los más ricos, promover y elevar la pensión pública, crear también un sistema estatal de salud y realizar una reforma agraria, legalizando, a la vez, el cultivo de cannabis para enfrentar al narcotráfico.
Segundo en los sondeos aparece el exalcalde de Medellín Federico Gutiérrez, abanderado de la derecha y que cuenta con entre un 20 % y un 35 % de intención de voto en los sondeos. Fico —nadie le llama Federico— ha conseguido la adhesión en bloque del establishment colombiano, recabando el apoyo de los partidos Liberal y Conservador, que gobernaron el país durante la práctica totalidad de la historia republicana.
Tiene también el apoyo tácito, que no directo, de la derecha seguidora del expresidente Álvaro Uribe, después de que ese sector retirase a su candidato, Óscar Iván Zuluaga, tras el batacazo en las legislativas de marzo, cuando perdieron a la mitad de sus congresistas ante el hundimiento en la popularidad del presidente Iván Duque, que terminará mandato con menos de un 30% de aprobación.
No es seguro que Fico pase a segunda vuelta. El ingeniero Rodolfo Hernández, de corte populista, ha protagonizado un pronunciado ascenso en los últimos días y no se descarta que pueda superar a Gutiérrez en los comicios de hoy. Las acusaciones de fraude electoral en las legislativas de marzo, una polémica suspensión del mandato del alcalde de Medellín —Petro denunció un golpe— y los movimientos del paramilitarismo tras la extradición a EE.UU. del capo alias Otoniel han elevado la tensión de una campaña marcada también por la alta inflación.
Colombia atravesó una crisis económica en la pandemia. El 39,3 % de la población sufre pobreza monetaria. Mejorar la situación financiera y paliar la violencia en un país que sufre su etapa más sangrienta desde el 2016, con 44 masacres que han dejado 158 muertos solo este año, y 1.357 líderes sociales asesinados desde la firma de pacto de paz, serán los principales retos del nuevo presidente.
El exguerrillero que quiere ser el primer presidente de izquierdas
Gustavo Petro nació en el municipio caribeño de Ciénaga de Oro en 1960, pero su familia se trasladó pronto no muy lejos de Bogotá, a la localidad de Zipaquirá, donde el ahora candidato inició su carrera política, llegando a ser concejal en 1984. Antes, con 17 años, había ingresado en la guerrilla M-19, eminentemente urbana. Desveló su pertenencia al grupo en 1984, durante un discurso en plaza pública. En esos momentos había una tregua con el M-19. Cuando terminó, el año siguiente, Petro fue detenido y torturado.
La guerrilla se desmovilizó en 1990 y Petro ingresó en política nacional. Fue protagonista en el Congreso en la primera década del siglo XXI, cuando denunció la colusión entre un sector de los legisladores y el narcotráfico. Esa popularidad le aupó a la alcaldía de Bogotá en el 2012. Fue un período de cuatro años tumultuoso y llegó incluso a ser suspendido brevemente en su cargo. Petro denunció que fue objeto de una feroz oposición.
Logró reducir los índices de pobreza de la capital, catapultándose al que había sido su verdadero objetivo vital: la presidencia de la república, para la que es favorito.
Rodolfo Hernández, considerado el Donald Trump colombiano
Rodolfo Hernández (Piedecuesta, 1945) ha sido bautizado como el Donald Trump colombiano. Es un constructor de largo recorrido que hizo una fortuna en su natal región de Santander alejado de la política activa. La alcaldía de Bucaramanga, que ocupó entre el 2016 y el 2019, catapultó su figura a nivel nacional.
Hernández, de perfil populista, tiene opciones de estar en segunda vuelta gracias a un magistral manejo de las redes sociales y la capacidad del candidato de aglutinar el voto protesta.
Los escándalos lo acompañan. Es conocido por abofetear a un concejal de Bucaramanga, cuando ya era alcalde, después de llamarle en repetidas ocasiones «hijueputa».
Su programa no es amplio ni detallado. Se basa en la lucha contra la corrupción, a pesar de que él mismo está llamado a juicio por corrupción. «Un bufón y un truhan». Así definió al constructor el conocido periodista colombiano Daniel Coronell, reconociendo, eso sí, que es un maestro de la comunicación política. Algunas de sus propuestas son calificadas de disparatadas. Quiere construir una cárcel para albergar a 200.000 presos que trabajen para comer.
Fico, el exalcalde de Medellín y candidato del «establishment»
El ingeniero civil Federico Gutiérrez (Medellín, 1974) saltó a la escena nacional después de ocupar con éxito la alcaldía de su ciudad natal, que dirigió entre el 2016 y el 2020. Dejó el consistorio con una popularidad altísima, superior al 84 %, después de descongestionar el tráfico vial, uno de los mayores problemas de la capital paisa.
Gutiérrez creció en una familia de clase media y es conocido por su cercanía con la gente, cualidad de la que ha hecho gala durante su campaña electoral. Representa para muchos el continuismo, después de haber conseguido el apoyo de los partidos tradicionales.
El aspirante a la presidencia se diferencia del uribismo por su apoyo al acuerdo de paz con las FARC. Fico votó sí en el fallido referendo sobre ese pacto, que asegura que cumplirá de forma cabal, aunque ha criticado algunas secciones del documento.
Su programa electoral pone el acento en la seguridad y la lucha contra la corrupción. El candidato no está envuelto en ningún escándalo por malversación de fondos públicos, algo que ha sido alabado incluso por sus contrincantes.