El incumplimiento del pacto entre PSOE y UP acentúa la crisis dentro de la coalición

Francisco Balado Fontenla
Fran Balado MADRID | LA VOZ

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Antonio Gutiérrez | EUROPAPRESS

La debilidad parlamentaria del Ejecutivo retroalimenta una desconfianza mutua entre sus socios

28 may 2022 . Actualizado a las 08:44 h.

A lo largo de la legislatura, PSOE y Unidas Podemos, las dos fuerzas que integran la coalición del Gobierno, vienen votando de forma distinta en el Congreso. Tanto en el Pleno como en otros órganos menos numerosos, como la Mesa o la Junta de Portavoces, donde socialistas y morados han divergido en multitud de ocasiones , como por ejemplo en la creación de una comisión de investigación sobre el emérito. Pero siempre con iniciativas de los grupos políticos, nunca procedentes del Gobierno.

Sin embargo, la votación del jueves con la ley audiovisual fija un antes y un después en sus relaciones parlamentarias, ya que por primera ocasión han quebrantado su acuerdo de apoyar todo lo que procediese de La Moncloa.

Al inicio de la legislatura, PSOE y Unidas Podemos suscribieron un «protocolo» de funcionamiento en el que se recogen las normas básicas de convivencia parlamentaria. Esta semana se incumplió su octavo punto, en el que «los partidos firmantes se comprometen a dar apoyo parlamentario a la acción del Gobierno», recoge el texto.

Los morados responsabilizan al PSOE de este desafine, alegando que a última hora añadieron una enmienda para agradar a los dos grandes grupos que dominan el sector audiovisual en España. En Ferraz devuelven la pelota sobre el otro tejado, deslizando una falta de compromiso. Donde no existen dudas es sobre el mal momento por el que atraviesa la coalición. ¿Tanto como para romperse? Socialistas y morados tratan de restar importancia, y apuntan a que se trata de un hecho aislado. Sin embargo, las enormes dificultades que están teniendo para sacar adelante las votaciones no hacen más que acentuar el ruido sobre un posible adelanto electoral, lo que a su vez retroalimenta una desconfianza y un distanciamiento entre las dos fuerzas que integran el Ejecutivo, que piensan ya en marcar territorio de cara a una nueva cita electoral, por lo que lo más previsible es que estos episodios se incrementen con el avance de la legislatura.

Fuera del Gobierno, Sánchez logró el sí definitivo de ERC a los Presupuestos a cambio de impulsar esta ley, pero los independentistas votaron finalmente en contra, evidenciando una vez más su descontento.

Debate interno hasta el final

Fuentes en UP trasladan que la decisión de abstenerse no fue sencilla, y admiten que hubo un «debate» dentro del grupo parlamentario que se prolongó hasta minutos antes de pulsar el botón. UP está formada por distintas familias. La foto de salida estaba clara, con Podemos como gran motor con una fuerte ascendencia sobre IU, los comunes (la marca en Cataluña) y Galicia en Común. Sin embargo, la marcha de Pablo Iglesias provocó un reajuste en el que Podemos ha perdido parte del control, generándose un vacío que Yolanda Díaz no acaba de llenar, en buena parte, por las desconfianzas que suscita su nuevo proyecto dentro de la matriz del grupo. Ahora no existe un control absoluto.

El caso es que en este debate interno del jueves, pese a que todas las sensibilidades coincidieron en el texto no les entusiasmaba, hubo partidarios de votar a favor, y tragarse un sapo para respetar el acuerdo. También los hubo de votar en contra, algo que no se descartó hasta el último instante. Finalmente se acordó la abstención, un punto de encuentro entre los 33 diputados de los que dispone el grupo, y que a la vez les permitía mostrar su descontento.

Hasta cierto punto, la polémica no fue a mayores gracias al PP, que también decidió abstenerse, allanando así el camino a que prosperase la norma.

Fuentes parlamentarias apuntan a que las distintas familias que integran Unidas Podemos también presentan sustanciales diferencias con las pensiones, y no descartan que dentro del mismo grupo sus diputados acaben votando de forma dispar.