Fernando Simón: «A quien esté sin vacunar de covid le diría que no utilice razones falsas»

María Cobas Vázquez
maría cobas OURENSE / LA VOZ

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Fernando Simón estuvo en el Colegio Médico de Ourense para impartir una charla sobre covid
Fernando Simón estuvo en el Colegio Médico de Ourense para impartir una charla sobre covid Miguel Villar

El experto apunta al otoño como fecha probable para la cuarta dosis

26 may 2022 . Actualizado a las 09:01 h.

Durante meses, Fernando Simón fue la cara del Gobierno para dar a conocer la actualidad sobre la pandemia del coronavirus en su papel de director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias del Ministerio de Sanidad. Un tema del que el epidemiólogo es todo un experto y que ayer le trajo hasta la ciudad de As Burgas para participar en una sesión organizada por el Colegio Médico de Ourense. Acompañado del presidente, José Luis Jiménez, impartió una charla titulada Covid-19 en España: luces y sombras.

—¿Cuáles son las luces del covid?

—Hablar de estas cosas con certeza es muy complicado. Llevamos dos años de pandemia en los que hemos estado metidos en una vorágine muy difícil. Hay algunas cosas que son luces enormes. Y uno es el compromiso de los profesionales sanitarios y de los otros servicios esenciales. Hemos tenido una sociedad que ha entendido perfectamente el problema al que nos enfrentábamos y cada uno en el área que le tocaba, al que le tocaba quedarse en casa quedándose en casa y al que le tocaba trabajar por los demás, trabajando por los demás. Desde el punto de vista más técnico hemos aprendido que somos capaces de vigilar y vigilar bien, pero necesitamos herramientas e inversión. El coronavirus nos ha permitido desarrollar sistemas de información a una velocidad enorme que han mejorado drásticamente en unas pocas semanas nuestra capacidad de decisión. Hemos sido capaces en poco más de diez meses de desarrollar varios modelos de vacunas que están teniendo un impacto enorme en la evolución de la epidemia. Y si ahora podemos vivir como vivimos es gracias a eso. Tenemos unos equipos de gestión de recursos que en el momento clave en el que había que garantizar que lo poco que hubiera se conseguía y lo poco que se conseguía se distribuía bien han funcionado a un nivel excelente. Hemos estado todos los países del mundo gestionando miseria durante muchas semanas y hemos conseguido, a pesar de todo, salir del paso.

Luego hay otros aspectos. Hemos tenido más de cien mil fallecidos por coronavirus, y más de once millones de casos. Nos hubiera gustado tener muchos menos. Esto es una sombra. Si hubiésemos sido capaces de controlar mejor y para eso hace falta mejor información, quizás hubiésemos tenido menos y es lo que nos hubiese gustado a todos. Si lo ponemos en perspectiva con la anterior gran pandemia global, la gripe de 1918, lo cierto es que no se pueden comparar la magnitud de la gripe de 1918 es muchísimo, hasta entre seis y siete veces superior al impacto que ha tenido esta. Pero es cierto que ahora tenemos muchos más recursos, muchos mejores profesionales, muchos más medios tecnológicos, una capacidad de desarrollo de fármacos, de medicamentos y vacunas muy superior a la de aquella época. No podemos hacer una comparación, pero eso implica que en estos cien años hemos aprendido, cambiado y mejorado mucho. Aún así, tener más de cien mil muertos es una barbaridad. Es un peso que vamos a llevar siempre con nosotros, los profesionales y las familias que los han perdido. Ha habido luces y sombras, ha habido momentos en los que la situación era tan complicada que era muy difícil saber si se estaban haciendo las cosas bien y mal y al final no vamos a saber diferenciar si era luz o sombra, el amanecer o el atardecer. Era realmente complicado porque todavía hay mucha información que digerir, mucha investigación que realizar y mucha evaluación que hacer. Y aunque va pasando el tiempo, hacer la evaluación todavía es difícil porque todavía hay demasiado subjetividad en muchas cosas. Lo que sí tenemos que hacer es registrar bien las cosas que se han hecho y por qué y a partir de ahí ya valoraremos. Pero desde luego el registro de lo que se ha hecho es muy importante.

—Se habla de cuarta dosis para después del verano, pero hay dudas sobre si merece la pena con las vacunas actuales debido a la caída de la inmunidad. ¿Qué debe esperar la población?

—La información que tenemos hasta ahora en España es que las personas vacunadas mantienen el nivel de protección contra la infección grave y la muerte. Hay algunas dudas más sobre si mantienen o no la inmunidad contra la infección. Vamos a tener incidencias bajas, pero no vamos a poder eliminar la transmisión. Tenemos que valorar cuáles son los objetivos de la vacunación y si realmente es necesario poner una segunda dosis de refuerzo, que es lo que realmente se discute, o no. No podemos tomar ese tipo de decisiones por presiones ‘cosméticas'. Tenemos que tener mucho cuidado de que esté respaldado por la ciencia y por la evidencia. Dicho eso, si se considerara necesario dar esa segunda dosis de refuerzo, sería ideal que se diera para proteger en el momento de mayor riesgo. No tenemos certeza, pero es muy probable que el momento de mayor riesgo sea la siguiente temporada de virus respiratorios, otoño-invierno.

—¿Qué le diría a una persona que está sin vacunar?

—A quien considere que no se debe vacunar no es cuestión de decirle ‘te tienes que vacunar'. Lo que hay que decirle es que las razones por las que no se vacune las valore correctamente. Hay razones para que algunas personas no se vacunen. Pueden tener hipersensibilidad, problemas asociados, miedo... No le diría a una persona ‘te tienes que vacunar', lo que le diría es que no utilice razones falsas para justificar su posición. Y decir ‘no me vacuno porque no sirve' es un error muy grande, porque la vacuna sirve. Ha demostrado ser muy eficaz y de alta calidad. No estoy forzando a nadie a vacunarse, lo que me parece grave es justificarlo con razones que no son verdad.

«Podemos prever que no es fácil que la viruela del mono sea una epidemia»

Simón vuelve a ser cara habitual en los medios tras la aparición de los casos de viruela del mono.

—De momento son pocos casos, pero eso también lo escuchamos en el 2020 y después acabamos encerrados en casa. ¿Hay que temer una pandemia?

—Son patologías diferentes. De la viruela del mono teníamos una cierta información previa. Y conociendo la epidemiología podemos prever que no es fácil, podría serlo, que vaya a ser como una pandemia. Ahora bien, tenemos que seguir investigando y hay que dar margen para que los expertos puedan investigar y valorar si ha habido algún cambio en esa epidemiología que justifique esa posición. Hay que dar margen para que los técnicos, los expertos y los científicos recojan la información para valorar la situación.

—¿Se da el brote por controlado?

—Estamos empezando a trabajar, hay personas con las que todavía no se ha contactado, hay personas que pueden iniciar los síntomas en los próximos días. No podemos decir si va a haber más casos, pero no es descartable. Ahora mismo lo que se necesita es un poco de margen para que los técnicos puedan hacer su trabajo.

—¿Cree que se debe vacunar?

—La vacunación contra la viruela del mono es una opción, pero para ejecutarla hay que tener la vacuna. Ahora mismo con las informaciones que tenemos y la posicionó inicial de los expertos es que aparentemente no sería necesario vacunar. Puede cambiar en unos días según la información que vaya llegando. Tenemos que ser muy prudentes con este tipo de propuestas. Otra cosa es el tema de la compra, que se tiene que gestionar como empresa con las personas que las producen y las personas que se encargan de la gestión del stock de estos productos y valorar si en el caso de necesidad podríamos adquirirla o si tenemos que adquirirla ahora. Las vacunas que se están proponiendo son útiles no solo para la viruela del mondo sino con otros aspectos relacionados con el control de otras patologías. Lo que hay que hacer es valorar si es necesario y al mismo tiempo, con un poquito de margen, valorar si sería factible o no. Además de que queramos vacunas, tiene que estar disponible en suficiente cantidad.

—¿Y el riesgo de infección de las mascotas?

—Del riesgo de infección de mascotas habituales en España no hay información suficiente para pensar que vaya a ser importante. Y no hay mucha información sobre su rol en la transmisión. Sí en monos, roedores y otros mamíferos en África. En Europa no. Hay que reducir los contactos estrechos con mascotas, pero no hay que sacar las cosas de quicio. Este debate está generado por una posición de una frase en un documento muy concreto quizá más arriba de lo que debería estar.