Una vacuna para embarazadas protegerá al bebé del virus respiratorio sincitial

redacción LA VOZ

ACTUALIDAD

Un estudio asegura que evitará el consumo temprano de antibióticos y muchas hospitalizaciones

15 jun 2022 . Actualizado a las 09:17 h.

El virus respiratorio sincitial (VRS) es la causa más frecuente de bronquiolitis y neumonía en lactantes menores de 1 año. La prevención en la actualidad se limita a medidas higiénicas e inmunización pasiva con anticuerpos monoclonales frente a la proteína F del VRS (palivizumab, motavizumab, ravulizumab), que no reducen la hospitalización ni la necesidad de tratamientos como oxigenoterapia o ventilación mecánica ni la mortalidad.

Por eso, la vacunación de las madres gestantes se plantea como la solución ideal al problema, así como una reducción en el consumo temprano de antibióticos. En la actualidad hay 18 ensayos clínicos que trabajan para dar con la vacuna perfecta. Ahora, investigadores de la Universidad de California en Berkeley, la Universidad de Princeton y el Center for Disease Dynamics, Economics & Policy (CDDEP), en Estados Unidos, junto con la compañía Novavax, han demostrado que los bebés de madres a las que se les administró la vacuna de fusión (F) contra el VRS experimentaron menos prescripciones de antimicrobianos durante los primeros 90 días de vida que los bebés de madres a las que se les administró un placebo.

Según el autor principal del estudio, el doctor Ramanan Laxminarayan, Director del CDDEP, «con la disminución de la neumonía bacteriana tras la introducción de la vacuna conjugada contra el neumococo, una vacuna contra el VRS representa una de nuestras mejores inversiones para reducir la carga de las infecciones respiratorias en los niños».

Por su parte, el presidente de la Asociación de Vacunología, Amós García Rojas, recuerda que a la vacuna para embarazadas «le falta camino todavía», pero reconoce que sería ideal «poder vacunar como se hace con la tosferina de baja carga antigénica a las embarazadas para conseguir que el niño en la primera fase de la vida fuera del cuerpo de la madre esté protegido frente a la enfermedad». La vacunación antes del parto hará que la madre «transmita al niño anticuerpos protectores, de manera que cuando este nazca ya esté protegido». Si se vacunase a los niños al nacer «la vacuna tardaría tiempo en producir las defensas, además de otras implicaciones que podría tener». Para Amós, esta vacuna podría ser candidata a formar parte del calendario oficial, «siempre que reúna los requisitos».

Mientras tanto, el experto destaca las posibilidades de los anticuerpos monoclonales, tratamientos que «sí que pueden tener un perfil de fármaco de salud pública, en tanto que pueden evitar complicaciones relacionadas con el virus respiratorio sincitial».

Un tratamiento novedoso estará disponible en breve. ¿Y cuáles serán sus beneficios? «Se trata de una enfermedad que tiene alta prevalencia en niños, ya que todos los críos van a acabar con un cuadro de virus respiratorio en algún momento. Aunque en líneas generales este virus no tiene una gravedad extrema, sí es cierto que supone muchos ingresos hospitalarios con lo cual el anticuerpo supondría una avance en esta faceta». Se trataría, pues, de evitar los resultados dañinos de la infección, aunque con una perspectiva diferente a la que tienen las vacunas.

Eficaz contra las infecciones que acaban en hospitalización

Aunque no se ha autorizado ninguna vacuna para prevenir la infección por el VRS en los lactantes, en un reciente ensayo aleatorio se observó que la administración de una vacuna candidata a base de nanopartículas de proteína F del VRS a las embarazadas confería una eficacia del 41,4 %, contra las infecciones respiratorias leves médicamente significativas asociadas al VRS entre sus lactantes durante los primeros 90 días de vida, y una eficacia del 24,7% contra este resultado durante los primeros 180 días. La eficacia contra todas las infecciones que precipitan la hospitalización fue del 39,8 % durante los primeros 180 días.

Los autores determinaron la eficacia de la vacuna (EV) para evitar la prescripción de antimicrobianos entre los lactantes durante los primeros 90 días de vida y hasta el final del seguimiento (programado en torno a los 365 días de vida). En los países de ingresos altos, la EV contra la receta de antimicrobianos asociados a la otitis media aguda fue del 71,3 % durante los primeros 90 días de vida, aunque la protección contra este punto final no fue evidente en los países de ingresos bajos y medios.