Medios internacionales aseguran que «las tensiones entre ellos han sido notables» estos últimos meses y que «apenas se hablan». El actor está en la India, en un retiro espiritual
01 may 2022 . Actualizado a las 17:27 h.La noche de los Óscar algo se rompió, o quizá ya estaba roto antes. El caso es que en el momento en que a Will Smith se le cruzó el cable —creyó que era buena ida propiciarle un bofetón a Chris Rock por meterse con su esposa— todo a su alrededor empezó a desmoronarse. La consecuencia más directa fue profesional: tras su pronto violento varias productoras pulsaron el pause en proyectos inminentes con el actor y la academia de Hollywood concretó su repudio vetándole durante diez años en sus galas. Luego, claro, empezaron a salir los trapos sucios, los resortes que pudieron haber impulsado al de Filadelfia a saltar.
Él, probablemente bien adoctrinado, bajó la cabeza, entonó el mea culpa y se retiró a hacer examen de conciencia a la India. Los medios estadounidenses expertos en revolver en las miserias insisten ahora en que el matrimonio de Jada y Will está en las últimas. Demasiadas cosas en la mochila.
Dicen las lenguas sueltas que tras 25 años casados los Smith se encaminan a una encarnizada batalla legal en la que hay muchos millones en juego. Casarse con gente con pasta está muy bien;divorciarse, depende del reparto del pastel. En los últimos meses «las tensiones entre ellos han sido notables», «apenas se hablan», asegura la revista Heat Magazine, citando a fuentes cercanas a la pareja. Ya la propia Jada avanzaba en su programa Red Table Talks días después del bochornoso episodio que protagonizó su marido que la familia se encontraba inmersa en una «curación profunda». Poco después la publicación US Weekly revelaba lo disgustada que estaba la actriz con la reacción de Will Smith. En el Dolby Theatre, sin embargo, parecía de todo menos incómoda tras el tortazo.
Cuando los medios comenzaron a exprimir el tema, enseguida brotaron los problemas que el matrimonio lleva años capeando: adicciones, enfermedades, una boda poco deseada y cuernos que desembocaron en un reajuste de los términos y condiciones de la relación, que acabó siendo abierta. Jada Pinkett-Smith posee una fortuna personal valorada en 47 millones de euros. La de Will Smith supera los 300 millones. De ser ciertos los rumores, se viene un proceso judicial arduo y largo.