Rusia simuló en septiembre la invasión de Lituania y Polonia en unas maniobras

Manuel Varela Fariña
Manuel Varela LA VOZ EN LITUANIA

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Tanques rusos en las jornadas Zapad-2021, celebradas el pasado septiembre.
Tanques rusos en las jornadas Zapad-2021, celebradas el pasado septiembre. Ministerio de Defensa de Rusia

Los ejercicios militares desarrollados en el Báltico y Bielorrusia elevaron la tensión entre Moscú y la OTAN y sirvieron como ensayo para el ataque a Ucrania

27 abr 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Frente al enorme ventanal de una torre de control, Vladimir Putin agarra pausadamente unos prismáticos para observar el avance de una columna de tanques. A su lado, supervisa los ejercicios el ministro de Defensa Serguéi Shoigú, el general sobre el que continúan los interrogantes por su ausencia desde el inicio de la invasión en Ucrania.

Es 13 de septiembre del 2021, en Nizhni Novgorod, un óblast bañado por el Volga al este de Moscú. La base Mulino es una de las elegidas por el Kremlin para desarrollar las maniobras militares Zapad 2021 junto a Bielorrusia, sede también para estos simulacros que movilizaron a unos 200.000 efectivos de ambos ejércitos, 80 medios aéreos, 290 carros blindados y 15 buques militares.

«Estos ejercicios no van dirigidos contra nadie», recalcó Putin cuatro días antes en una rueda de prensa conjunta con su homólogo bielorruso, Alexánder Lukashenko. «Pero su realización es lógica en momentos en los que otras asociaciones, como la OTAN, aumentan activamente su presencia cerca de nuestras fronteras», continuó el presidente ruso.

Al final de cada verano, el Kremlin conduce sus juegos militares en uno de sus distritos militares. Cada cuatro años le toca al occidental (en ruso, zapad), y en cada ocasión pone en alerta a los países de su entorno y, en especial, a la OTAN. Pero nunca hasta el año pasado se había alcanzado una tensión similar con la Alianza desde el final de la Guerra Fría.

Las maniobras coincidieron con el incremento de las sanciones desde Estados Unidos y Europa a Bielorrusia tras el presunto fraude electoral del verano anterior. En estos juegos, Rusia plantea un escenario de conflicto militar para testar su capacidad operativa. Aunque emplea nombres ficticios, sobra perspicacia para identificar a cada país involucrado en este simulacro. De hecho, Minsk llegó a difundir mapas reales sobre las maniobras que se harían en su propio territorio y en los países de su entorno.

El planteamiento es que Vesbaria y Lubenia, que representan a Lituania y Polonia, pretenden expandir su zona de influencia y privar a la Federación Central [en esta ficción, Rusia] de su aliado militar, la República de Polesie, es decir, Bielorrusia. Este escenario se basa en el temor original de Moscú de que la OTAN utilizase Lituania y Polonia para invadir Bielorrusia y derrocar el Gobierno títere de Lukashenko.

En las últimas jornadas del Zapad 2021, la estrategia defensiva pasa al ataque. En esa contraofensiva, las tropas rusas invaden la república báltica y entran también en Polonia. Incluso trazan el orden en el que ocupan las ciudades de ambos países y apuntan a que sería el 41.er Ejército, con base en el Distrito Militar Central, el que coordinase el operativo. Miembros de estas unidades participaron en la invasión de Ucrania en febrero, tomando la central nuclear de Chernóbil, entre otros objetivos. El 7 de marzo, su general Vitaly Gerasimov fue uno de los numerosos altos mandos que perdieron la vida en el conflicto. 

Ocupar el pasillo Suwalki

Todas estas operaciones se desarrollaron en nueve bases rusas y otras cinco bielorrusas. También en el mar Báltico desde el puerto de Kaliningrado, única región aislada del resto de Rusia. Precisamente ahí reside el mayor punto débil de la OTAN, la línea terrestre que separa la anomalía geográfica que supone Kaliningrado de la frontera bielorrusa, un estrecho corredor de 96 kilómetros de ancho. Las maniobras del Zapad 2021 sugieren una rápida actuación militar en esta zona que permitiría cortar el acceso de los países bálticos con el resto de la Unión Europea.

Según el International Centre for Defence and Security, un centro de estudios europeo con base en Estonia, los ejercicios suponen una «provocación» a nivel informativo. Cita como ejemplo que la ciudad de Bialystok, en la actualidad en Polonia y antiguamente parte de la URSS, figura en estos juegos como parte de Polesie [Bielorrusia]. Sin embargo, advierte que los ensayos buscan medir su interoperabilidad, cohesión y cadena de mandos entre sus tropas, prácticas básicas a solo cinco meses de iniciar la invasión de Ucrania.