Los candidatos discrepan en su visión de la UE, de la inmigración e incluso de la edad de jubilación
24 abr 2022 . Actualizado a las 13:31 h.Emmanuel Macron y Marine Le Pen confrontaron el pasado miércoles sus programas de gobierno en el primer y único debate de estas elecciones presidenciales. De cara a la segunda vuelta de los comicios que se celebra este domingo, ambos han ido perfilando sus propuestas con el objetivo de atraer a los electores que se abstuvieron el pasado 10 de abril, así como al 22% de votantes que optaron por el líder de extrema izquierda Jean-Luc Mélenchon.
Estas son las principales promesas de los dos candidatos:
PENSIONES
Macron y Le Pen coinciden en la necesidad de revalorizar el nivel de vida de las personas mayores, y cuentan con indexar las pensiones con la inflación, pero sus propuestas son completamente opuestas sobre la edad de jubilación. Macron indica en su programa que quiere llevarla a los 65 años, aunque ahora asume que «no es un dogma» y está abierto al diálogo para fijarla en los 64, retrasándola progresivamente 4 meses cada año.
Le Pen mantiene la edad de jubilación tal y como está ahora, en 62 años, pero quiere crear un régimen más favorable para los que hayan comenzado a trabajar más jóvenes. Los que comenzaron a trabajar con menos de 20 años y tienen 40 años de cotización podrán jubilarse a partir de los 60. Se trata de una propuesta más cercana a lo que promueve el líder de la extrema izquierda, Jean Luc Mélenchon.
EDUCACIÓN
Le Pen pretende poner de nuevo en el centro del sistema educativo las asignaturas de francés, matemáticas e historia. Promete revalorizar los salarios de los profesores e instaurar el uniforme en los colegios hasta los 15 años. Macron promete aumentar los horas de francés y matemáticas en primaria, e implementar 30 minutos de deporte al día en primaria y 2 horas más a la semana en secundaria. Además, quiere dar más libertad a los centros para reclutar a parte de su equipo pedagógico.
POLÍTICA EXTERIOR
Macron es un europeísta convencido, y en esta campaña ha sido el único candidato en cuyos mítines se han visto ondear banderas de la UE junto a la enseña tricolor francesa. Aunque en estos comicios ha preferido hacer hincapié en otros temas, defiende una autonomía energética, tecnológica y estratégica de Europa.
Le Pen ha abandonado su discurso antieuropeo del 2017, que incluía la salida de la moneda común y la recuperación del franco, pero su programa está dirigido a paralizar la integración de Francia en la Unión. Critica la política antinuclear de Alemania, habla de «divergencias estratégicas irreconciliables» y quiere poner fin a la cooperación con Berlín en el plano militar. También quiere que Francia abandone el comando militar integrado de la OTAN y pretende promover un acercamiento entre la Alianza Atlántica y Rusia.
PODER ADQUISITIVO
Marine Le Pen acertó al poner el tema del poder adquisitivo en el centro de su campaña electoral. Con un 4,5 % de inflación anual, y la perspectiva de un aumento del 6 % de los precios de la alimentación antes de que llegue el verano, el poder adquisitivo se ha convertido en la principal preocupación de los franceses.
Para hacer frente a este problema, Macron promete triplicar la prima que lleva su nombre. La «prima Macron» permite a los empresarios ofrecer a los empleados que ganen menos de tres veces el salario mínimo interprofesional una prima libre de impuestos y cotizaciones sociales. También ofrece bajar los impuestos de los autónomos y suprimir el canon de televisión.
Por su parte, Le Pen, quiere reintegrar a las familias entre 150 y 200 euros de poder adquisitivo al mes, suprimir el impuesto sobre el patrimonio inmobiliario, y reducir del 20 a 5,5 % el IVA de los suministros energéticos.
IGUALDAD MUJER-HOMBRE
Para Emmanuel Macron será la gran causa del próximo quinquenio si es reelegido. Quiere incrementar los controles sobre las políticas salariales y de recursos humanos de las empresas, establecer la paridad en los nombramientos de los grandes puestos del Estado, aumentar los multas por acoso y acelerar el despliegue de los teléfonos de alerta.
Por su parte, Marine Le Pen duplicará la asignación para las familias monoparentales, creará un estatus para las mujeres que sufran endometriosis, y preconiza la gratuidad de la contracepción para todas las mujeres.
INMIGRACIÓN
Le Pen quiere modificar la Constitución para que aparezca la noción de «preferencia nacional», para dar prioridad a los franceses en el acceso a la vivienda, el empleo y las ayudas sociales. Pondrá fin al «derecho de suelo» y a la adquisición sistemática de nacionalidad en caso de matrimonio. Para acceder al derecho de asilo, la petición se hará únicamente desde el país de origen.
Macron coincide con Le Pen en su intención de expulsar a los extranjeros que alteren el orden público y, además, promete limitar el acceso a los permisos de larga estancia a los que justifiquen que tienen trabajo y un cierto nivel de francés. Acelerará las gestiones de petición de asilo y si este es rechazado, se procederá a una expulsión simplificada. También continuará con su política de sanciones a los países que se nieguen a acoger a sus ciudadanos expulsados.
ECOLOGÍA
Macron promete un primer ministro encargado de la transición ecológica, y convertir a Francia en el primer país que abandone el gas, el petróleo y el carbón a través de la sobriedad energética y el desarrollo de las energías renovables.
Al mismo tiempo, coincide con su adversaria en intensificar la producción agrícola para lograr la «soberanía alimentaria», así como en relanzar la producción nuclear con la construcción de nuevos reactores.
Le Pen propone detener los nuevos proyectos de instalaciones eólicas y desmontar las que existen, al mismo tiempo que apostará por la energía hidroeléctrica y la geotérmica. Quiere salir del mercado europeo de la electricidad. Dice que mantendrá a Francia en el Acuerdo de París, pero quiere fijar su propia estrategia de lucha contra el cambio climático.