Putin reniega de su aliado en Kiev, padre de su ahijada y elegido para sustituir a Zelenski

Manuel Varela Fariña
M.Varela REDACCIÓN / LA VOZ

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Víktor Medvedchuk junto a Vladimir Putin, en San Petersburgo, en julio del 2019
Víktor Medvedchuk junto a Vladimir Putin, en San Petersburgo, en julio del 2019 SPUTNIK | REUTERS

El Kremlin rechaza intercambiar prisioneros por el líder de la oposición y oligarca Víktor Medvedchuk, detenido el martes tras fugarse de su arresto domiciliario

16 abr 2022 . Actualizado a las 19:28 h.

Ningún traidor escapará al castigo. La frase del presidente del Servicio de Seguridad de Ucrania, Ivan Bakanov, cerró el martes el anuncio de la detención del diputado prorruso y líder de la oposición Víktor Medvedchuk, en búsqueda y captura desde el 27 de febrero, cuando escapó de su arresto domiciliario tras casi un año encerrado por «alta traición» y «saqueo de recursos nacionales» en la península de Crimea, anexionada por Rusia en el 2014. Acompañó el mensaje con una fotografía del hombre caído en desgracia: disfrazado con el uniforme militar ucraniano para pasar desapercibido, rostro consumido y pelo enmarañado.

El hombre que posa humillado, mirando a cámara con los ojos caídos y apretando las muñecas esposado, es el mismo que hace unos años presenciaba desde el palco de autoridades el Gran Premio de Fórmula 1 de Sochi, en Rusia, junto al actor Steven Seagal, el expresidente del gran circo Bernie Ecclestone y el presidente ruso Vladimir Putin. A Medvedchuk y al mandatario del Kremlin les une una amistad de más de veinte años. Son casi familia, ya que Putin apadrinó en el 2004 a su hija Daria, que tiene por madrina a la mujer del entonces primer ministro ruso, Dimitri Medvédev. También se les ha visto juntos en la villa que el político ucraniano posee en Sochi.

Medvedchuk nació en Rusia en 1954, en la región siberiana de Krasnoyarsk, adonde las autoridades soviéticas deportaron a su padre, un nacionalista ucraniano. Formado como abogado en Kiev, prosperó en el mundo de los negocios tras fundar el Banco de Crédito de Ucrania, y se convirtió también en político. Inició su carrera como socialdemócrata, tomando el acta de diputado en 1998, y fue jefe de gabinete del expresidente Leonid Kuchma entre 2002 y 2005. Regresó a la política hace cuatro años para liderar el partido prorruso —etiqueta de la que Medvedchuk reniega— Plataforma de Oposición-Por la Vida, que en el 2019 obtuvo el segundo lugar en las elecciones donde barrió Volodímir Zelenski con el partido Servidor del Pueblo.

Acusado por traición

El oligarca cuenta con una fortuna que la revista Forbes cifra en 620 millones de dólares. Las autoridades ucranianas creen que buena parte de ese patrimonio responde a sus relaciones con el Kremlin y, especialmente, el petróleo ruso. En el 2014, después de que Moscú anexionase Crimea, Estados Unidos impuso sanciones a las empresas de Medvedchuk. Las habría esquivado después para, según la BBC, comprar una refinería rusa a nombre de su esposa.

Las autoridades ucranianas estrecharon el cerco sobre él y su familia a principios del 2021. En febrero, Zelenski firmó un decreto que congeló sus cuentas por tres años, acusándole de terrorismo, y cerró los tres canales de televisión desde los que, según el Gobierno ucraniano, difundía propaganda rusa. En mayo, un tribunal impuso su arresto domiciliario por «alta traición». Se le acusó de adquirir yacimientos de petróleo y gas en el mar Negro, con la colaboración de Rusia; de recopilar y compartir información clasificada con Moscú; y de financiar a los separatistas del Dombás.

Medvedchuk negó los hechos, pero inició entonces un confinamiento que duró hasta el 27 de febrero, cuando aprovechó la invasión rusa para escapar. Solo un mes antes, según la Inteligencia británica, su nombre estaba al frente de la lista confeccionada por Putin para sustituir el Gobierno ucraniano por uno afín al Kremlin.

Zelenski suspendió su partido, junto a otras once formaciones, y un tribunal de Leópolis lo puso en búsqueda y captura. Tras su detención, el presidente ucraniano sugirió este miércoles a Moscú un canje por prisioneros de guerra, algo que el Kremlin rechazó, desmarcándose de Medvedchuk al calificarlo de «político extranjero». De él dijo, sin embargo, que «si en su momento sus ideas se hubieran tomado en cuenta [...], no hubiese habido ninguna operación militar especial», el término con el que Rusia se refiere a la invasión de Ucrania.