Rajoy: «Con Feijoo el cambio no solo es posible, sino que está más cerca»

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Rajoy, saludando a Ayuso
Rajoy, saludando a Ayuso Joaquin Corchero | Europa Press

El expresidente del Gobierno advierte al futuro líder del PP: «Alberto, te va a tocar salvar al país de la bancarrota»

01 abr 2022 . Actualizado a las 21:04 h.

Mariano Rajoy llegó al congreso del PP de Sevilla como se fue del partido hace cuatro años: con discreción. A su llegada, entre aplausos, agachó algo la cabeza, sonrió, y siguió adelante. Luego se metió en el plenario y desde un asiento en la primera fila aplaudió a todos los que intervinieron, desde Feijoo (a cuyo lado se sentó) hasta Ayuso o Aznar, a quien relevó en la presidencia del PP.

Hasta que le tocó intervenir a él. Subió con el público en pie, les correspondió desde el atril, escuchó como le llamaban «presidente, presidente», y montó un discurso que empezó liviano, con anécdotas, sin duda necesario tras el tono duro que había empleado minutos antes José María Aznar. «He disfrutado mucho de la política, me lo he pasado muy bien», reconoció nada más empezar. Rajoy recordó el paso atrás que dio en el PP tras la moción de censura, en el 2018. «Entonces os dije que me apartaba, pero no que me fuera a ir, estoy a disposición de todos, dispuesto a aportar lo que se me pida, muy dispuesto a estorbar lo menos posible», añadió.

Fue el más extenso de todos los dirigentes en hablar de Feijoo: «Le conozco muy bien, y desde hace mucho tiempo, no voy a decir los años», bromeó de nuevo. La primera vez, contó, fue en el Pazo de Raxoi en Santiago, cuando era vicepresidente de la Xunta. Feijoo entró en su despacho, recordó, a reclamarle algo: «Algo que no recuerdo, no me lo tengas en cuenta», le miró desde el atril. Y tras escucharle aquella vez, le quiso fichar. «Pero se me adelantó Romay, y acertó».

Tras esa anécdota, contada con esa retranca que él sabe tan bien usar, pidió esto a los compromisarios y militantes: «Acompañad a Feijoo como hicisteis conmigo, no más, porque no», dijo entre las risas de los asistentes. «No más porque no es posible, fue muchísimo, y no se puede más. Él se va a ganar ese apoyo, como se ha ganado ya una ola de entusiasmo por parte de muchísimos españoles».

«Cuando estamos unidos podemos ganar, o no, pero si estamos dividimos perdemos siempre, y mantener esa unión es responsabilidad de todos», siguió, abundando en esa tesis, la de la cohesión sin fisuras en la que están ahondando todos los dirigentes. «Aquí -abundó Rajoy- no nos sobra nadie, hay que integrar a todo aquel que tenga algo que aportar». Y en ese punto dijo que son la «lealtad y respeto» las señas del PP. Y que esas señas son «las que siempre nos ha hecho grande». «Este partido llega unido en torno a un líder, y como entramos así saldremos más fuertes», agregó. «No podemos perder el tiempo en cuitas internas».

Volvió a Feijoo para avisarle de la España a la que se enfrenta, la de un Gobierno en el que están «unos socialistas que siempre estropean lo que nosotros logramos arreglar». «Conviene recordarlo», dijo, ante Pablo Casado, Feijoo y presidentes regionales que son de una generación posterior a la suya. A Casado, quien le sucedió en el 2018, le agradeció su «dedicación y entusiasmo» para defender las siglas del PP «en un momento muy delicado».

«Estamos ante un Gobierno que es una máquina de generar desconfianzas» que dijo espera que releve Feijoo pronto. Y a este le previno ante una llegada a la Moncloa: «Alberto, te va a tocar salvar al país de la bancarrota [...] pero tienes tu talento y tu experiencia, y tienes la responsabilidad de liderar un partido vital para España»

Y mirando a los más de 3.000 asistentes, apeló a que el futuro presidente del PP (asumirá mañana formalmente ese poder) tire de todos ellos: «No te van a defraudar, no se van a esconder, cuenta con el caudal de gente del PP, cuenta con ellos, conmigo el primero. Estamos en la dirección correcta. Lo haremos bien, porque sabemos hacerlo bien, pocos pueden decirlo en esta España».

«Con Feijoo el cambio no solo es posible, sino que está más cerca, ese es nuestro mensaje», finalizó entre aplausos el de Pontevedra.