La OTAN alerta de que las fuerzas rusas se reagrupan para una nueva ofensiva

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ACTUALIDAD

Los servicios de emergencia retira el cuerpo de un civil muerto en los ataques sobre Irpín.
Los servicios de emergencia retira el cuerpo de un civil muerto en los ataques sobre Irpín. ZOHRA BENSEMRA | Reuters

Constata que el Kremlin miente sobre la retirada y solo busca ganar tiempo

01 abr 2022 . Actualizado a las 09:35 h.

La OTAN lo tiene claro: Rusia miente de nuevo. Lejos de retirar sus tropas del cerco de Kiev y del norte de Ucrania, como ha anunciado, se dedica a reorganizar y reposicionar sus unidades, lo que hace temer una nueva ofensiva. «Ha mentido repetidamente sobre sus intenciones, así que solo podemos juzgar a Rusia por sus acciones, no por sus palabras», dijo ayer el secretario general aliado, Jens Stoltenberg.

La OTAN duda de la voluntad de negociar del Kremlin y avisa de que solo busca ganar tiempo. «Vemos poca voluntad de Rusia para buscar una solución política. Sigue buscando una salida militar», advirtió Stoltenberg. Pese a las escasas expectativas, Moscú y Kiev retomarán hoy las negociaciones por videoconferencia.

Stoltenberg aseguró que el Ejército de Vladimir Putin «está tratando de reagrupar, reabastecer y fortalecer su ofensiva en la región del Dombás y, al mismo tiempo, mantiene la presión sobre Kiev y otras ciudades». Mientras, el presidente Volodímir Zelenski y el mando militar constataron una acumulación de tropas con el objetivo de lanzar la ofensiva final para controlar todo el territorio de Donetsk y Lugansk. Para continuar resistiendo el envite invasor, el presidente Joe Biden prometió a Ucrania otros 500 millones de dólares de ayuda.

Asesores bajo arresto

En declaraciones a la prensa en la Casa Blanca, Biden afirmó que Vladimir Putin ha despedido o puesto bajo arresto domiciliario a algunos de sus asesores, que según la inteligencia estadounidense le estaban ocultando la realidad sobre la guerra. «Parece que ha decidido aislarse», añadió.

La artillería rusa siguió castigando un día más el Dombás —incluso con proyectiles de fósforo, según los ucranianos— y también la periferia de Kiev y ciudades como Chernígov (norte) y Járkov (este). En el sur, se combatía a 40 kilómetros de Mikolaiv, que lleva semanas resistiendo al embate ruso y se está blindando para «no ser una nueva Mariúpol», informa Efe. Los equipos de rescate seguían sacando cuerpos de entre los escombros de la sede de la Administración regional, en la que el martes explotó un misil. Ya se han contabilizado veinte fallecidos, pero quince personas siguen desaparecidas. Mikolaiv lleva semanas sirviendo de escudo para que las fuerzas rusas no crucen el río Dniéper en su desembocadura en el mar Negro y pasen a Odesa. En la cercana Jersón, ocupada en los primeros días de invasión, Rusia comenzó a organizar un referendo para convertir esta región de 280.000 habitantes en una república prorrusa.