El presidente de Perú afronta una moción de censura tras solo 8 meses de mandato

Héctor Estepa
Héctor Estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

ACTUALIDAD

Pedro Castillo, durante una visita a una escuela en el departamento de San Martín con motivo del inicio del año escolar 2022
Pedro Castillo, durante una visita a una escuela en el departamento de San Martín con motivo del inicio del año escolar 2022 Presidencia del Perú

La iniciativa contra Castillo que se debatirá el día 28 alega «incapacidad moral»

16 mar 2022 . Actualizado a las 09:10 h.

Pedro Castillo está en riesgo de destitución. El Congreso peruano admitió este lunes a debate una moción de censura contra el presidente peruano. La cita tendrá lugar el próximo 28 de marzo, exactamente ocho meses después del inicio del tumultuoso mandato de un líder que ha llegado a nombrar cuatro Consejos de Ministros distintos.

«Tenemos que decirle al país que nosotros no hemos venido acá a robarle ni un centavo, y eso lo diremos en el Parlamento», dijo el izquierdista Castillo, tras conocer la decisión del Legislativo.

Fueron 76 los diputados que votaron a favor de debatir la moción de censura en un hemiciclo de 130 asientos dominado por la oposición.

La destitución de Castillo ha sido espoleada por los legisladores ultraderechistas de Renovación Popular, apoyados por los fujimoristas, que han desplegado una oposición feroz desde que perdieron las elecciones, y que también han contado con la adhesión de otros partidos conservadores y recientemente de diputados de centroderecha.

Una votación anterior para llevar el debate de otra moción de censura al pleno, celebrada en noviembre, fracasó al no alcanzar los 50 sufragios que ahora han sido superados holgadamente.

El escrito de moción se sustenta en una veintena de «hechos objetivos» que harían posible la destitución de Castillo por «permanente incapacidad moral», causa ya esgrimida anteriormente en las destituciones de los expresidentes Pedro Pablo Kuczynski (2018) y Martín Vizcarra (2020).

El mandatario izquierdista es señalado por irregularidades en ascensos de militares y policías, la supuesta existencia de un Gobierno en la sombra, la intención de someter a referendo la salida al mar de Bolivia —negada posteriormente— y también por corrupción, después de que una empresaria denunciase a la Fiscalía la existencia de una supuesta red corrupta en el Ejecutivo, algo que Castillo niega y considera maniobras para la consumación de un «golpe de Estado» en su contra.

El presidente pasó la mañana de ayer reunido con sus ministros. Por la tarde iba a intervenir en el Parlamento, en una declaración en la que «probablemente» habría «alguna sorpresa», según su nuevo primer ministro, Aníbal Torres. Al cierre de esta edición todavía no se había producido la alocución, pero se filtró que tras las palabras de Castillo no habría debate ni votación por parte de los diputados.

Pocos analistas políticos en Perú creen que los detractores de Castillo conseguirán los 87 votos necesarios para destituir al presidente el próximo 28 de marzo.

El partido con el que Castillo llegó al poder, la formación ultraizquierdista Perú Libre, que tiene 32 asientos en el Congreso, ya ha mostrado su intención de votar en contra, a pesar de que el mandatario se ha separado de la agrupación recientemente. La decisión recaería en otros partidos centroizquierdistas y centristas que tampoco parecen inclinados a la destitución. Además, parte de quienes han decidido llevar el debate al pleno podrían acabar votando contra su destitución.

El éxito de la moción es posible, eso sí, teniendo en cuenta que quedan dos semanas para el pleno y la velocidad con la que salen escándalos contra un presidente que no ha tenido espacio de maniobra para avanzar su agenda tras su llegada al poder.