China aumentará su gasto militar y apuesta por la estabilidad económica
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Pekín anuncia un objetivo de crecimiento del 5,5% para el próximo año
05 mar 2022 . Actualizado a las 18:32 h.China envía una señal de confianza en la fortaleza de su economía al proyectar un crecimiento del PIB del 5,5% para el 2022. Aunque es la previsión más modesta en las últimas tres décadas, la cifra es superior a lo que se esperaba y se deberá sustentar en una gran batería de estímulos. El Banco Mundial es menos optimista y sitúa el crecimiento en el 5,1 % y el FMI lo reduce al 4,8 %. Con una puesta en escena que se repite inalterable año tras año, en el Gran Palacio del Pueblo, la élite del Partido Comunista chino (PCCh) inauguró ayer la Asamblea Nacional Popular para aprobar la acción de gobierno.
El presidente chino, Xi Jinping, apareció en el escenario caminando con paso firme y seguido de los seis miembros que junto a el forman el comité permanente del Politburó. A continuación, toda la sala se puso en pie para cantar el himno nacional tocado en directo por una banda militar. Debería ser la última imagen de estos hombres juntos inaugurando el pleno del Parlamento, ya que en octubre el Congreso del PCCh, que se celebra cada cinco años, debe elegir a su nueva dirección. Hasta ahora no se podían superar los dos mandatos, pero un cambio constitucional en el 2018 abrió la vía para que Xi Jinping se mantenga en el poder, aunque no se espera que le siga todo su equipo de gobierno.
Posiblemente porque China viva un año de cambios políticos, el primer ministro Li Keqiang utilizó ayer en este cónclave de la cúpula comunista china reiteradamente el término «estabilidad económica» como objetivo en el informe de trabajo del Gobierno que relató ante los 2.800 legisladores congregados en la sala.
Li advirtió de los «riesgos y desafíos» a los que debe hacer frente la economía china amenazada por la reducción de la demanda, la interrupción de las cadenas de suministro y la rebaja de las expectativas de crecimiento global. En el 2021 el PIB chino se expandió un 8,1 % impulsado por el repunte de las exportaciones en los primeros meses del año, cuando el covid-19 paralizaba la mayoría de las economías. En cambio, ahora el gigante asiático debe hacer frente a la importante crisis del sector inmobiliario, el estancamiento de la demanda interna y las pérdidas económicas que provocan los continuos bloqueos por la política desarrollada para contener el virus. El primer ministro prometió ayudas fiscales y crédito a las empresas. El Gobierno aspira a que la inflación no supere el 3 % y a la creación de once millones de nuevos empleos urbanos para que el paro en las ciudades no supere el 5,5 %. Son unas estadísticas que no contemplan las bolsas de desempleo existente entre la gran masa de inmigración interna, más de 250 millones de trabajadores.
Salvaguardar la soberanía
China aumentará el presupuesto militar un 7,1 % y así ascenderá a los 229.470 millones de dólares. Li Keqiang afirmó que es necesario para «salvaguardar la soberanía, la seguridad y los intereses de desarrollo del país». El incremento, superior al del PIB, muestra la firmeza de Pekín en seguir modernizando su ejército ante lo que describe como un contexto de presiones para contener su influencia en el mar de China meridional y las reivindicaciones secesionistas de Taiwán. Y se anuncia con el telón de fondo de la crisis internacional provocada por la invasión rusa de Ucrania, un tema que el primer ministro no ha mencionado en su discurso.
Puede que esta situación haya propiciado que el mensaje sobre Taiwán haya sido más moderado que otros años, en que veladamente se advertía del recurso a soluciones militares para conseguir la reunificación. Respecto a Hong Kong y Macao el primer ministro reiteró el compromiso con la política de «un país, dos sistemas», pero defendió las leyes de seguridad que imponen que los territorios estén dirigidos por «solo patriotas». Una forma de limitar drásticamente la libertad de elección política en la excolonia británica.