Feijoo pide sosiego: «Habrá congreso y mi objetivo es que salga bien»

La Voz

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Miguel Villar

Ayuso apoya la candidatura del presidente de la Xunta «porque es la mejor»

01 mar 2022 . Actualizado a las 11:36 h.

A poco menos de 48 horas para la reunión de la junta directiva nacional de PP, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, pidió este domingo «sosiego» después de que su nombre haya vuelto a sonar para liderar el partido y ha recordado que primero tiene que celebrarse el congreso en el mes de abril, que se convocará este martes, y su «objetivo es que ese congreso salga bien», dijo.

Núñez Feijoo reapareció en público y con agenda, solo para gráficos este domingo en Ourense, su primer acto público tras la reunión del pasado jueves en la sede del PP entre el aún presidente Pablo Casado y el resto de barones, donde se decidió la celebración de un congreso extraordinario para elegir una nueva dirección del partido.

El mandatario gallego evitó nuevamente decir si ya ha tomado una decisión respecto a su posible candidatura y ha insistido en que el congreso aún no está ni convocado.

Una encuesta publicada este domingo y realizada por GAD3 concluye que los votantes del PP le prefieren a él como líder del partido, seguido por Isabel Díaz Ayuso, aunque el presidente gallego quiso restar importancia a esa conclusión demoscópica.

Núñez Feijoo aseguró que él no está «en ningún planteamiento» sobre nombres en un momento en que la política «tiene mucha tensión». Para el líder de los populares gallegos, la política es «una cosa muy seria» y subrayó que en estos momentos los españoles «necesitan sosiego» cuando hay «una guerra a las puertas de Europa», en alusión a la guerra desatada en Ucrania tras la invasión rusa. «Necesitamos reflexión, mucho sentido común» y también «mucha proporcionalidad en las decisiones», señaló.

En esa línea, el presidente de la Xunta incidió en que «va a haber un congreso del PP y mi objetivo es que ese congreso salga bien y que el PP salga reforzado», además de subrayar que la prioridad debe ser construir una alternativa a lo que en su opinión «y la de muchos españoles, es un muy mal Gobierno».

Apoyo de Ayuso

A pesar del mutismo de Feijoo sobre su futuro al frente del PP, los apoyos a su posible desembarco en la presidencia del partido se siguen sucediendo. La más contundente este domingo fue la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, que aseguró que apoyará la candidatura del actual presidente de la Xunta porque cree que es «la mejor».

La presidenta regional admitió que el Partido Popular se encuentra en una «situación de análisis interno» en la que tiene que ver qué quieren «para el futuro de España y del PP» porque son la «alternativa real». «Tenemos que trasladar la ilusión de que el PP sigue trabajando en ello y el presidente Feijoo va a contar con toda mi ayuda», recalcó.

Ayuso ha descartado que tenga pensado presentar su candidatura para el congreso del PP porque en su enfrentamiento con Pablo Casado y el equipo saliente «nunca ha habido un intento de alcanzar el liderazgo como se ha estado diciendo en algunos sitios». La presidenta madrileña defendió también que mantiene intacta su responsabilidad con los madrileños porque lo que quiere es llegar al año 2023 —fecha de las siguientes autonómicas— «unidos, fuertes y siendo un contrapeso a las políticas que están lastrando el país».

«Apoyo la candidatura de Feijoo actualmente, ya que antes del congreso no se sabe aún si hay más candidaturas, pero creo que la suya es la mejor y lo que vamos a hacer es seguir colaborando con el PP en todo lo que necesite, y desde la Comunidad de Madrid vamos a seguir haciendo el mismo trabajo», apuntó la presidenta regional madrileña.

El PSOE redefine su estrategia hacia el centro

En apenas cinco días la percepción del Gobierno y el PSOE sobre el impacto de la crisis del PP ha cambiado de forma notable. Los socialistas asistieron el pasado fin de semana como espectadores interesados al desmoronamiento del principal partido de la oposición. Nunca hubo auténtico regocijo, pero sí cierta sensación de que ante ellos se abría una ventana de oportunidad. «El electorado moderado —decían —se ha quedado huérfano».

Ahora, no lo tienen tan claro. Los populares parecen haber recorrido su particular vía crucis en un tiempo récord, sobre todo, si se compara con lo que le costó al PSOE resolver la crisis de liderazgo en la que quedó sumido tras la defenestración de Pedro Sánchez en octubre del 2016. Si las cosas siguen el curso previsto, Alberto Núñez Feijoo será aclamado presidente del PP en un congreso extraordinario a principios de abril. Sánchez no recuperó su cetro hasta mayo del 2017. Y aunque su victoria sobre Susana Díaz fue inapelable, los resultados de aquellas primarias hablaban de una nítida fractura interna.

Durante la semana en la que los barones del PP se han cobrado la cabeza de Pablo Casado y de su número dos, Teodoro García Egea, para encumbrar al presidente gallego, Pedro Sánchez hizo lo posible para evitar ser percibido como un político carroñero. No solo por la promesa de no adelantar unas elecciones en las que, según admiten en su partido, no necesariamente le iría bien. Renunció a hacer leña del árbol caído en todas sus declaraciones.

«Nadie puede estar contento con la situación —remarcaba un veterano diputado—. Todo lo que debilite el sistema institucional nos perjudica a nosotros también». En la actitud de Sánchez, sin embargo, subyacía al tiempo esa creencia de que la situación podría servirle para emerger como única alternativa viable a los ojos del votante moderado en un contexto, además, de crecimiento económico ahora amenazado por la guerra en Ucrania.

En términos generales, en el PSOE se reconoce al presidente de la Xunta de Galicia como un rival mucho más «sólido» y temible que Casado. También con un sentido más institucional de la política. «Su designación es una buena noticia para España y no tan buena para el PSOE. Si mantiene su seriedad habitual, transmite madurez y acaba con obstáculos como la renovación CGPJ y el TC, puede capitalizar el voto moderado que Casado no ha sabido atraer. Y si una parte del electorado fronterizo PP VOX llega a la conclusión de que tiene opciones, se decantará por él como vía para llegar a gobernar», vaticina un veterano fontanero de la Moncloa.

Los barones del PP tocan a rebato para que se convoque el congreso de abril

Pablo Casado presidirá este martes su última reunión de la junta directiva nacional del PP, una cita que aprobará la hoja de ruta hasta el congreso extraordinario de los días 2 y 3 de abril, en el que se abrirá una nueva etapa en el partido liderada por Alberto Núñez Feijoo. Los más de 400 altos cargos de la formación que conforman este órgano están citados a las once de la mañana en un hotel de Madrid perteneciente a un empresario gallego. Nada se ha dejado al azar.

Todo está calculado. Tanto que aunque normalmente la mitad de estos dirigentes no suelen asistir a esta cita, en esta ocasión se espera lleno absoluto. Feijoo y el resto de barones no quieren sobresaltos y han tocado a rebato por si fuese necesario el cuórum para que la votación del cónclave salga adelante.

Dos tercios

Se necesitan dos tercios de los apoyos, según rezan los estatutos. En la reunión se aprobará el nombramiento de Esteban González Pons como presidente de la comisión organizadora del congreso y el de Cuca Gamarra como coordinadora general del partido.

La actual portavoz del grupo parlamentario, propuesta por Casado para ese puesto, se encargará del día a día de la formación tras la dimisión del secretario general Teodoro García Egea. La junta debe acordar también la composición de la comisión organizadora del congreso, que presidirá Pons. Habrá varios vicepresidentes, secretario, tesorero y vocales.

Un miembro por comunidad

Todas las comunidades aportarán al menos un miembro. Y se aprobará además un reglamento para el buen discurrir del cónclave en el que no será obligatorio el debate de ponencias, tal y como ocurrió en el 2018 cuando Pablo Casado se impuso a Soraya Sáenz de Santamaría para sustituir a Mariano Rajoy.

El máximo órgano del PP también tiene que decidir el lugar donde se celebrará el cónclave. Juanma Moreno planteó Andalucía para reforzar su candidatura a las elecciones de final de año, pero aún no se ha tomado la decisión.