Un expresidente, exministros, fontaneros y un oscuro detective: el extraño «cásting» de la trama

El escándalo que sacude al PP saltó a los medios el pasado jueves. Pero el guion de esta serie, que daría para una extraña mezcla entre House of Cards y Mortadelo y Filemón, se empezó a escribir hace tiempo. Y algunos protagonistas resultan sorprendentes. El expresidente del Gobierno, José María Aznar, bromeó diciendo que lo del PP es peor que lo de Ucrania porque aquí «hay armas nucleares». Pero sabía de lo que hablaba, porque él actuó de mediador entre Casado y Díaz Ayuso, que le avisó a través de Miguel Ángel Rodríguez del supuesto espionaje urdido por Génova.

Aznar no quiso implicarse y transmitió el mensaje al exministro de Mariano Rajoy Alberto Ruiz Gallardón. Y este, a José Luis Martínez-Almeida, alcalde de Madrid. Pero antes, había sido otro exministro de Rajoy, Rafael Catalá, el que había avisado a Díaz Ayuso de que desde Génova se había intentado contratar a un grupo de detectives para espiar a su hermano y tratar de desprestigiarla. El equipo encargado del intento estaba encabezado por Ángel Carromero, fontanero de Génova empotrado en el equipo de Almeida en la alcaldía de Madrid.

Pero tuvieron tan mala suerte, que el encargo se lo hicieron a un veterano detective llamado Julio Gutiez, propietario del Grupo Mira, que no solo rechazó el encargo de espiar las cuentas bancarias del hermano de Ayuso por ilegal, sino que es viejo amigo de Catalá, al que puso al corriente de inmediato.

Almeida, al enterarse de que en la trama se había utilizado a la Empresa Municipal de la Vivienda, encargó al presidente de este organismo, Álvaro González, que comprobara con Gutiez la veracidad del encargo. Pero el detective grabó la conversación, que ahora ha salido a la luz comprometiendo a Almeida. Un guion de película. No se sabe si thriller o una comedia.

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