Subirats y Montero abogan por una consulta en Cataluña sobre la estructura del Estado

Mercedes Lodeiro REDACCIÓN / L A VOZ

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La ministra Irene Montero y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès
La ministra Irene Montero y el presidente de la Generalitat, Pere Aragonès

Cunillera deja la Delegación del Gobierno y la sustituirá la abogada Maria Eugènia Gay

15 ene 2022 . Actualizado a las 12:48 h.

Cuando ni siquiera lleva un mes como ministro de Universidades y todavía no se ha apagado la polémica por las declaraciones del titular de Consumo, Alberto Garzón, sobre las macrogranjas, Joan Subirats se estrenó ayer con otro inoportuno dardo que hiere al Gobierno de coalición. Hablando de Cataluña, el nuevo integrante del Consejo de Ministros por la cuota de Unidas Podemos sostuvo que «alguna forma de consulta de un cambio en la estructura del Estado debería existir en algún momento u otro», porque hay un problema de base desde que el Tribunal Constitucional derogó parte del Estatuto del 2006, dijo.

Esta apertura de otra caja de Pandora un día después de que el presidente Pere Aragonès desafiase a Pedro Sánchez pidiendo la convocatoria de un referendo sobre la autodeterminación de Cataluña, no fue la única del día. La ministra de Igualdad, Irene Montero, en sintonía con su compañero, señaló en TV3 que los catalanes «deben poder votar» un acuerdo que surja, eso sí dijo, de la mesa de negociación bilateral entre el Gobierno y la Generalitat.

Montero hizo estas declaraciones antes de entrevistarse con Aragonès en Barcelona, prácticamente 48 horas después de que el presidente catalán cenase en Madrid con la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, quien, al parecer, intentó atraer sin éxito el voto de ERC a la reforma laboral.

Así las cosas, Pedro Sánchez, según Subirats, no cuenta con él para la mesa de diálogo con la Generalitat, pues tampoco su predecesor, Manuel Castells, participó en la última tras los ajustes provocados por los cambios en la delegación catalana.

Las declaraciones de Subirats y Montero constituyen un claro apoyo a las pretensiones de Aragonès, quien echa en cara a Sánchez el retraso en la convocatoria de la mesa de diálogo, prevista para principios de enero y que ha quedado pospuesta hasta después de las elecciones del 13 de febrero en Castilla y León, y que se niegue a hablar de la celebración de un referendo. Precisamente, la postura del presidente del Gobierno fue explicitada tanto por la ministra portavoz, Isabel Rodríguez, como por el líder del PSC, Salvador Illa. La también titular de Política Territorial insistió en que no se celebrará un referendo en Cataluña como exige ERC porque el diálogo entre los dos Ejecutivos tiene que enmarcarse en la Constitución y la ley. Por su parte, el exministro de Sanidad también fue contundente: «En Cataluña no habrá ni referendo de autodeterminación ni amnistía, y no sucederá porque yo lo diga, sino porque no lo quiere así una mayoría de catalanes».

En cualquiera de los casos, el desafío independentista está aletargado. Ese fue el argumento que ayer expuso la hasta ahora delegada del Gobierno en Cataluña, Teresa Cunillera, para anunciar su deseo de dejar el cargo. La situación en Cataluña «ha mejorado considerablemente» desde que tomó posesión en junio del 2018. Será sustituida por la decana del Colegio de la Abogacía de Barcelona, Maria Eugènia Gay.