Más allá del impacto de la nueva variante del covid, existen otros riesgos que se ciernen sobre la economía española: inflación, energía y gastar a tiempo los fondos de la UE
27 dic 2021 . Actualizado a las 09:03 h.Del optimismo con el que se iniciaba el 2021 a las incertezas con las que termina. El año avanzaba a la par que la vacunación contra el covid en todo el país y se restablecía la actividad con un crecimiento robusto del PIB. A punto de concluir el ejercicio, la última variante del coronavirus ha vuelto a colocar a España —junto con las principales economías europeas— en un escenario de tal incertidumbre que en pocas semanas se han ido resquebrajando las previsiones de recuperación. Apoyados en los datos, los expertos vaticinan dificultades añadidas sobre una economía que además arrastra otras amenazas.
La revisión a la baja de las proyecciones es ya una realidad que no se reconducirá al menos hasta el 2023, según coinciden en señalar organismos nacionales e internacionales. El retraso en la senda de la reactivación es un hecho —ahora agravado por ómicron—, protagonizado sobre todo por circunstancias sobrevenidas a la par que se reactivaban los mercados. Estas son algunas de las amenazas.
Nuevas variantes
Crisis sanitaria. El elevado porcentaje de contagios de la nueva variante del covid está obligando a tomar medidas drásticas. Las restricciones a la movilidad con el cierre de fronteras, entre las más rigurosas, o medidas que afecten a las actividades de ocio, tienen un impacto directo sobre la economía española por su dependencia del sector turístico. La hostelería volvería a ser una de las más damnificadas en este nuevo episodio.
Cadena de suministros
Desabastecimiento. La reanudación de la actividad tras el parón económico mundial derivó en un cuello de botella en las cadenas de suministro imposibles de atender una demanda desbocada. Sectores clave como la automoción o el tecnológico acumulan pérdidas por la falta de microchips. Un puñado de navieras se han hecho de oro en esta crisis a costa de elevar las tarifas por el transporte marítimo a dígitos inimaginables. El escenario, a corto plazo, parece que no va a cambiar.
Precios de la energía
No conocen techo. Los elevados precios del gas, por razones geopolíticas, y del CO2 , lastran las economías doméstica e industrial. Un escenario que al menos continuará hasta bien entrado el 2022.
Inflación desbocada
Meses tocando máximos. Todo el ahorro acumulado por los españoles durante el confinamiento amenaza con irse por el sumidero. La subida de precios arrastra a la inflación hasta convertirse en un problema estructural que interfiere en el poder adquisitivo de los consumidores.
Fondos europeos
Gastar a tiempo el dinero de la UE. Junto con Italia, España es uno de los países del entorno comunitario que más le cuesta gastar el dinero que recibe. Ha sido de los primeros en ingresar las primeras inyecciones de los 140.000 millones asignados. El riesgo radica en que algunas partidas queden sin consignar, que la Administración se vea desbordada o que las ayudas no lleguen a las pymes.