Colombia no halla la paz cinco años después del pacto con las FARC

Héctor Estepa
Héctor Estepa BOGOTÁ / E. LA VOZ

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Exposición fotográfica con motivo del aniversario del acuerdo de paz, en la plaza de Bolíva,r en Bogotá.
Exposición fotográfica con motivo del aniversario del acuerdo de paz, en la plaza de Bolíva,r en Bogotá. Carlos Ortega | Efe

Grupos armados y el incumplimiento de partes del acuerdo alimentan la violencia

24 nov 2021 . Actualizado a las 08:46 h.

Los elegantes palcos del teatro Colón de Bogotá fueron, hace este miércoles cinco años, testigo de la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno de Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC. «Los colombianos no nos dejamos abatir por la adversidad y reaccionamos con fortaleza, coraje y fraternidad frente a los obstáculos», dijo el entonces presidente colombiano entre aplausos. «Quiero invitarlos a que con la mente y el corazón abiertos, le demos la oportunidad a la paz», añadió.

Un lustro después de la firma, es hora de hacer balance. El pacto con las FARC borró a unos 13.000 combatientes del mapa del conflicto y ha conseguido mejorar las condiciones de vida en algunos lugares donde operaba la guerrilla, pero la violencia continúa muy presente en las zonas rojas del país, espoleada por el narcotráfico y los grandes grupos armados que aún existen en un país donde solo este año hubo 88 masacres que dejan 313 muertos.

A pesar de ello, la gran mayoría de excombatientes sigue defendiendo el proceso. «No solo logramos detener una guerra de más de cincuenta años, sino que, además, dejamos en ese texto una hoja de ruta de lo que debe ser el proceso de tránsito de Colombia, después de la guerra, hacia una sociedad distinta», expone a La Voz Julián Gallo, alias Carlos Antonio Lozada, un excomandante de la guerrilla que ahora es senador. Admite, sin embargo, que esa transición aún no se ha producido.

Los exmiembros de las FARC denuncian una deficiente implementación del acuerdo de paz firmado por Santos y ejecutado en los últimos tres años por su sucesor, el conservador Iván Duque. Solo se ha cumplido un 28 % del pacto, según un análisis del Instituto Kroc. En algunos puntos como la reforma rural, que fue básico para el acuerdo, apenas se ha avanzado un 4 %. Eso, según Lozada, continúa generando violencia en el territorio. «Al no implementar y no entregar la tierra a los que necesitan trabajarla, el Estado sigue dejando su poder en el ámbito rural en manos de los grupos políticos y económicos que tienen también entronque con las economías ilegales», expone el senador.

En el 2012, cuando comenzó la negociación, en Colombia se contaban 16.000 asesinatos al año. La cifra bajó a 12.000 tres años después, cuando se firmó el pacto, y se ha mantenido estable desde entonces. Aunque las muertes se dan por múltiples causas, es un hecho que la violencia se ha reducido tras la firma del pacto. Pero hay indicadores muy preocupantes. Sigue habiendo cinco millones de desplazados internos. Más de 110.000 personas tuvieron que dejar sus hogares, en lo que va de año, escapando de la violencia. 

Asesinatos de líderes

Colombia es, asimismo, el país donde más líderes ambientalistas fueron asesinados en todo el mundo en el 2020. Al menos 1.267 jefes comunitarios, sociales y defensores de derechos humanos han sido víctima de los homicidas desde la firma del pacto de paz, 163 de ellos este año.

El Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las FARC, los narcoparamilitares del clan del Golfo, y otros actores, suman, al menos, 13.000 combatientes y controlan zonas clave de un país que no ha encontrado la paz tras medio siglo de conflicto.

Juan Camilo Restrepo Gómez es el Alto Comisionado para la Paz de Colombia.
Juan Camilo Restrepo Gómez es el Alto Comisionado para la Paz de Colombia. Héctor Estepa

Juan C. Restrepo, alto comisionado para la paz: «Con la paz no se puede hacer política» 

Juan Camilo Restrepo Gómez es el Alto Comisionado para la Paz de Colombia, un cargo directamente designado por el presidente que orienta al Gobierno en los asuntos relacionados con la pacificación del país. Desde su despacho del palacio presidencial, defiende la labor del Estado y hace hincapié en que la implementación del pacto es un proceso de 15 años. 

—¿Qué balance hace del acuerdo de paz?

—El balance es muy positivo. Uno puede ver el vaso medio lleno o medio vacío. Haber silenciado las armas, haber firmado el acuerdo de paz, valió la pena.

—Exmiembros de la FARC critican al Gobierno por falta de cumplimiento de los acuerdos.

—El 95 % de los excombatientes tiene seguridad social plena. Tenemos más de 1.900 programas y proyectos ejecutándose en el territorio. Se ha hecho un esfuerzo importante en vivienda rural. La mejor manera de contestar una voz crítica es con hechos y con resultados. Uno con la paz no puede hacer política.

—Parte del territorio continúa siendo zona roja ¿Por qué no se ha erradicado la violencia en Colombia?

—El proceso de paz con las FARC se dio solo con un sector, un grupo armado al margen de la ley. Lo fundamental es que llegue la oferta institucional a esa Colombia profunda. La paz no se hace desde Bogotá, desde un escritorio. Pero la primera falla es generalizar. Yo no puedo decir que los territorios están abandonados. No puedo partir de esa premisa. Hay dificultades y complejidades. Son puntuales. Hay que trabajar todos los días en desactivar esas conflictividades.

Asegura que el 95 % de los excombatientes tienen seguridad social plena