La ciencia confirma que la dieta mediterránea es clave para vivir más y mejor

La Voz REDACCIÓN

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Retrasa el envejecimiento celular y reduce el riesgo de padecer diabetes, obesidad y enfermedades cardiovasculares

12 nov 2021 . Actualizado a las 16:21 h.

Pescado azul, cereales integrales, aceite de oliva, uvas, sandías y frutas frescas, queso de cabra y de oveja, tomate, frutos secos, verduras, hortalizas, legumbres. La dieta mediterránea ofrece muchas posibilidades y no es precisamente un castigo para el paladar. Pero por si quedaba alguien que no estuviera convencido de las muchas virtudes de este régimen alimenticio, aquí una razón más: previene el envejecimiento celular (origen de muchas enfermedades), aumenta el colesterol bueno y disminuyen el peso. 

Así lo constatan los resultados recientes de un estudio realizado por investigadores del Centro de Investigación Biomédica en Red de la Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición (Ciberobn) en la Unidad de Nutrición Humana del Instituto de Investigación Sanitaria Pere Virgili y que ha sido publicado en la revista científica Antioxidants. Aunque otras investigaciones han abordado el tema, son pocas las que lo han hecho con una rigurosidad tal que permita aportar alta evidencia científica sobre el efecto que tiene este patrón dietético. Eso, precisamente, es lo que este estudio ha conseguido. 

Los investigadores observaron durante un año el comportamiento de 69 pacientes no diabéticos con síndrome metabólico para conocer los cambios producidos por el consumo de la dieta mediterránea, en combinación con restricción calórica y ejercicio físico. Los resultados mostraron que aumentaba el colesterol bueno de los participantes al tiempo que disminuía su peso. Además, también se redujo el estrés oxidativo y, lo más importante, se registró un cambio favorable en la longitud de los telómeros, un biomarcador clave del envejecimiento. 

Los telómeros son, de alguna forma, los guardianes que custodian el ADN a cada extremo de un cromosoma. Cuando los tejidos y los órganos necesitan renovar sus células porque estas han envejecido, las células se dividen y se desdoblan para multiplicarse y regenerarse en el organismo. Sin embargo, las células humanas no son inmortales: solo se dividen un número determinado de veces y ese número depende de los telómeros. Cuando se acorten demasiado como para poder resguardar los extremos de los cromosomas, se pierde la información genética y no se puede replicar más. Por eso, se los suele comparar con las puntas de plástico de los cordones de un zapato, sin las cuales se deshilacha el cordón.

«Los resultados de esta investigación nos permiten destacar la importancia del consumo de alimentos característicos de la dieta mediterránea para mejorar la calidad de la dieta, retrasar el envejecimiento celular y reducir el riesgo de padecer enfermedades a través de la prevención del acortamiento telomérico», destacó el investigador principal del Ciberobn, Jordi Salas, coordinador del estudio.