La vicepresidenta insiste en el traslado como única opción para la pastera
22 oct 2021 . Actualizado a las 13:54 h.Ence no se moverá de Galicia. Es el compromiso que Alberto Núñez Feijoo arrancó ayer a la vicepresidenta tercera del Gobierno y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, durante la reunión que mantuvieron en Madrid. «Hemos coincidido que esta pastera tiene que seguir trabajando en Galicia», afirmó el titular de la Xunta a la conclusión del encuentro. Ribera le instó a que realizara un estudio con alternativas para la búsqueda de una solución, y en ese mismo instante Feijoo le entregó una propuesta, «visada por el Consello Consultivo de Galicia», para proceder a «una ampliación de la zona portuaria de Marín hacia las hectáreas donde se ubica Ence», por lo que la compañía obtendría seguridad jurídica.
Ribera, según la Xunta, se habría comprometido a estudiarlo. Aunque el ministerio, al término de la reunión, lanzó un comunicado en el que insiste en el traslado como única opción viable para garantizar la continuidad de Ence En ese sentido, la vicepresidenta ha reclamado a Feijoo que la Xunta colabore en la búsqueda de «terrenos viables» para la reubicación de la pastera, ofreciendo en todo caso colaboración económica para apoyar el traslado.
Un traslado al que tampoco se cerró el presidente de la Xunta, aunque pasando en su caso a Ribera la pelota de buscar nuevas localizaciones: «Si el ministerio tiene otras, encantado de escucharlos».
Pese al desencuentro sobre la solución, Feijoo aseguró salir al menos «un poco más tranquilos» porque «tenemos el compromiso de que se quede en Galicia», dijo, en una comparecencia en la que estuvo arropado por su vicepresidente económico, Francisco Conde. «En momentos de crisis sería una irresponsabilidad doble», dijo Feijoo sobre el cierre de una empresa que genera 5.000 empleos entre directos e indirectos, además de ser una fuente de ingresos para las «miles de familias que venden madera».
Por otra parte, Feijoo también solicitó que se valorase la central térmica de As Pontes como un «lugar estratégico» para garantizar el suministro de energía, especialmente en un momento tan convulso para el sector, en el que los precios están disparados. «Prueba de ello es que está comprando carbón», advirtió, «porque ya es rentable producir energía eléctrica» con este mineral. «España no debe de cerrar de forma abrupta las térmicas», afirmó: «No podemos ir hacia una transición verde y mientas tanto negra. Nadie puede perder su trabajo como consecuencia de una transición improvisada».
Respecto al reparto de los fondos Next Generation procedentes de la Unión Europea, la delegación gallega se presentó en los Nuevos Ministerios con cinco proyectos que creen que encajan en esta cartera, por estar basados en la economía circular. Destacaron dos. La planta de producción de fibra textil forestal que está previsto ubicar en la provincia de Lugo, y otra industria para transformar los purines para producir biogás y fertilizantes. Se tratan de iniciativas con 800 y 750 millones de inversión, respectivamente.
«En conjunto, más de 6.000 empleos», estimó el presidente gallego. «Vamos a ver qué cuantía podemos garantizar para la inversión. La opción preferente es a través de ayuda a fondo perdido, «y si fuera necesario, algún préstamo», matizó Feijoo.