El FMI cuestiona las previsiones de crecimiento del Gobierno para el 2022

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

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FMI

El organismo cree que la economía española avanzará un 6,4 %, tras cerrar el 2021 medio punto por debajo de lo estimado

12 oct 2021 . Actualizado a las 16:04 h.

La recuperación -aún incompleta- se debilita en el conjunto de economías del planeta. El Fondo Monetario Internacional (FMI) ha señalado este martes que el impacto de la variante Delta del covid-19 ha afectado a eslabones clave de las cadenas de producción y suministro mundiales, «ocasionando perturbaciones más duraderas de lo esperado y alimentando además la inflación en un buen número de países», que puede llevar a medio plazo a un creciente descontento social.

 Entre ellos está España, que ya acumula un aumento del IPC del 2,2 % desde que arrancó el año, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). La cesta de la compra ya es un 4 % más cara que a estas alturas del 2020. No solo eso. La escasez y los precios prohibitivos de las materias primas, además del déficit de mano de obra en algunos sectores y los precios desorbitados de los carburantes (se han encarecido globalmente un 60 %), el transporte marítimo y la energía están lastrando la recuperación. Lo admitió la semana pasada el propio presidente, Pedro Sánchez, al asegurar que la crisis energética «puede poner en riesgo muchas cosas, y una de ellas también puede ser la recuperación económica, o la cohesión social». 

Esa preocupación pública no se ha trasladado a los Presupuestos Generales del Estado (PGE), que mañana miércoles se presentarán en detalle. El ejecutivo ha hecho las cuentas del 2022 con unas expectativas más optimistas de lo que anticipa el FMI para justificar el elevado techo de gasto público, el más alto de la historia. El organismo comandado por Kristalina Gerogieva ha rebajado sus previsiones de crecimiento para este año en medio punto respecto a hace tres meses, hasta el 5,7 %. La economía avanzará siete décimas menos de lo que augura el Gobierno y por detrás de otros países vecinos como Francia (6,3 %) o Italia (5,8 %). Sí se muestra más optimista de cara al año que viene, cuando calcula que el PIB se dispare un 6,4 % (frente al 4,3 % de la eurozona), seis décimas más de lo que había previsto, impulsado por un mayor ritmo de ejecución de las ayudas del Next Generation EU, todavía en barbecho. Aún así, al FMI no le salen las cuentas, porque el equipo económico de Sánchez insiste en que España crecerá hasta un un 7 %, siendo la economía desarrollada que más crezca.

Las previsiones podrían verse alteradas por cualquier eventualidad. El año pasado, por ejemplo, nadie había previsto unos niveles de inflación tan altos, ni los problemas de embotellamiento en el transporte marítimo que se están registrando en las principales rutas comerciales este 2021. Por eso el organismo invita a los Gobiernos a ser cautos con las cuentas, sobre todo a aquellos que arrastran niveles récord de deuda pública, como España (más del 120 % del PIB): «Todas las iniciativas [políticas] deben anclarse en un marco creíble a medio plazo, respaldado por unas medidas de gasto e ingresos factibles», advierte. Y es que si las cuentas no son creíbles, los costes de financiación de la deuda aumentarán, dejando sin margen fiscal al Estado. Eso sí, el FMI apoya el mantenimiento de los estímulos de organismos como el Banco Central Europeo (BCE): «La política monetaria necesita transitar en la fina línea entre abordar la inflación y los riesgos financieros y apoyar la recuperación económica». También el gasto sanitario y las transferencias para que los hogares más vulnerables no se vean desasistidos, como la prestación del ingreso mínimo vital.  

Brecha en el empleo

El informe de previsiones económicas del FMI también pone el foco en un problema que la pandemia ha intensificado: la precariedad y escasez de empleo para jóvenes y la brecha entre su cualificación y lo que demandan las empresas. A pesar de las enormes carencias de mano de obra que arrastran sectores como el transporte, la construcción o los cuidados en países como Alemania, Francia y también España, el FMI detecta que la participación en el mercado laboral de los más jóvenes ha caído de media más de un 6 % desde principios del 2021. Quienes acceden a un trabajo, lo hacen en puestos de baja cualificación o que son susceptibles de ser automatizados. Y esto supone, a la larga, un problema para la productividad y competitividad de las economías: «El crecimiento del empleo lastrará la recuperación», señalan los expertos en el informe. 

En España, el desempleo cerrará el año en el 15,4 % y en el 14,8 % en el 2022, según los cálculos del FMI.