Los habitantes de Táchira esperan que mejoren sus condiciones de vida
06 oct 2021 . Actualizado a las 09:28 h.El régimen de Nicolás Maduro anunció la «reapertura comercial» de la frontera con Colombia, dos años y siete meses después de que los lazos entre ambos países quedaron suspendidos. El motivo del cierre se produjo cuando el denominado Gobierno interino de Juan Guaidó intentó pasar ayuda humanitaria desde la ciudad colombiana de Cúcuta hasta el estado venezolano de Táchira, y para frenarlo, el chavismo cerró con contenedores rellenos de arena el puente internacional Simón Bolívar
La retirada este martes de los contenedores fue, para muchos tachirenses, un momento emocionante, pues marca el reinicio de una vida que hasta el 2015 hizo de la frontera entre Táchira y el estado colombiano Norte de Santander, la más activa del continente sudamericano, que llegó a alcanzar un intercambio comercial anual de 8.000 millones de dólares.
Los lazos entre ambos países fueron cayendo como consecuencia de la crisis económica venezolana y del cierre parcial de fronteras decretado en el 2015 para, supuestamente, impedir el contrabando de extracción de gasolina de Venezuela a Colombia, que se volvió total en el 2019, cuando ambos países rompieron relaciones, o más bien, cuando el Gobierno de Iván Duque reconoció a Juan Guaidó como presidente y Maduro rompió relaciones con su vecino.
Un mes después, un publicitado concierto en la cabecera colombiana del puente fue calificado de acto de guerra por parte del régimen chavista, que, según la versión de la oposición, quemó al menos un camión repleto de ayuda humanitaria sobre el propio puente.
El lunes, en paralelo a la eliminación de los contenedores, la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, anunció la reapertura fronteriza, afirmando en sus redes sociales que «este es un mensaje a los sectores productivos de Colombia y Venezuela, para mantener un intercambio sano, debe ser un intercambio bioseguro», en alusión a la pandemia del coronavirus.
En ese momento, Guaidó anunciaba una reunión por videollamada con el presidente de Colombia en el que le comunicó «la necesidad de la apertura controlada de la frontera y del restablecimiento de los servicios consulares de Colombia en Venezuela, basados en la convención de Viena». Del lado colombiano, la frontera estaba abierta desde junio.
En tanto, en Táchira, una región en la que Colombia ha ganado influencia en los últimos años al punto de que el peso colombiano se usa en el 75 % de las transacciones, hay una luz de esperanza en que la apertura fronteriza pueda significar algo de alivio para su castigada economía.
«El pueblo venezolano está pagando la culpa de unas decisiones erráticas. En la pura frontera se cerraron 75.000 plazas de trabajo, porque cerraron las importadoras, las aseguradoras (...) Ojalá se vuelva a reactivar la economía para que el pueblo humilde tenga trabajo», señaló el presidente de la patronal Fedecámaras en Táchira, Daniel Aguilar.
En tanto, la diputada opositora electa en el 2015 por la región, Karin Vera, señaló que la decisión de cerrar la frontera «costó vidas humanas». La semana pasada, dos personas murieron en las trochas (senderos) ilegales que comunican ambos países, que comparten una frontera de 2.000 kilómetros.