El Gobierno de Mario Draghi sale fortalecido de las municipales italianas
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La gran pregunta es si ahora buscará la presidencia de la República
06 oct 2021 . Actualizado a las 09:28 h.El amplio Gobierno de unidad nacional liderado por Mario Draghi sale reforzado del resultado de las municipales. En primer lugar, porque el Partido Demócrata (PD), que siempre ha apoyado a Draghi, incluso cuando tuvo que votar leyes que no gustaban a sus votantes, ha ganado en ciudades como Milán, Bolonia y Nápoles, y posiblemente acabe ganando también en Turín y Roma.
Luego, porque el Movimiento 5 Estrellas (M5E), dividido entre los que quieren una alianza con el PD (y apoyan a Draghi) y la minoría que sueña con una vuelta al populismo, ganó en las ciudades en las que se alió con el PD (como Nápoles) y perdió donde se presentó en solitario (Roma): un resultado que refuerza el liderazgo del ex primer ministro Giuseppe Conte, y debilita tanto al populista Beppe Grillo como a los revolucionarios del partido hostiles a Draghi.
Los moderados de la derecha liderados por el multimillonario ex primer ministro Silvio Berlusconi también obtuvieron algún buen resultado, ganando por ejemplo en Trieste y en la región de Calabria. En cambio, los dos partidos de extrema derecha (la Liga de Matteo Salvini y Hermanos de Italia de Giorgia Meloni) ganaron principalmente en el nordeste de Italia. «Hasta hace unos meses todos creían que Italia estaba a punto de ser sumergida por la marea de la extrema derecha», dice a La Voz un diputado de Forza Italia (el partido de Berlusconi). «En cambio nuestro partido, que es para moderados y siempre ha apoyado lealmente a Draghi, está siendo recompensado de norte a sur».
Para Fedra Negri, investigadora de Ciencias Políticas de la Universidad de Milán, «todos los partidos de la coalición liderada por Draghi necesitan tiempo. Nadie quiere hacer estallar este Gobierno. Seguramente veremos alguna tensión, quizás más teatral que real, que tendrá como objetivo recuperar algunos espacios de visibilidad en los medios. Creo que todos quieren dejarle a Draghi la patata caliente de la gestión del fondo de recuperación».
La posición más difícil la tiene Salvini, que en los últimos años ha convertido a la Liga en el mayor partido de Italia gracias a su populismo, pero hoy se ve presionado por hombres fuertes de la formación como el ministro Giancarlo Giorgetti. Un político de la Liga en el nordeste, que prefiere no dar su nombre, comenta: «Salvini nos acabará dando la razón a los moderados del partido, y el PD también nos seguirá en muchos temas. Aquí en el nordeste los del PD ya nos están copiando, se están quedando sin ideas».
Luciano Canfora, académico y atento observador de la política italiana, observa: «Hasta la fecha, el PD no ha ganado ninguna de sus batallas en el Parlamento: ni el ius soli [la ciudadanía para cualquier persona nacida en Italia] ni la ley Zan [contra la homofobia y transfobia], ni el impuesto sobre las grandes fortunas. Las victorias en Milán, Bolonia y Nápoles son una especie de pulmón artificial para que el PD respire mejor». Por eso hay quienes quisieran deshacerse de él en febrero eligiéndole presidente de la República, sobre todo en la derecha. La pregunta es si Draghi querrá.