La colada arrasó carreteras y cultivos antes de impactar en una zona pesquera
21 sep 2021 . Actualizado a las 09:07 h.Nada volverá a ser igual en La Palma. Ni para los palmeros ni para la tierra que pisan. La colada de lava que ayer se dirigía hacia la costa oeste de la isla desde que el domingo entró en erupción el volcán de Cumbre Vieja arrasó de momento en torno a un centenar de viviendas y un colegio en el municipio de El Paso, además de infraestructuras y plantaciones, según los primeros cálculos, mientras que otra escuela peligraba en Los Llanos de Aridane. Además, unos veinte colegios permanecen sin clase y se tuvieron que suspender vistas judiciales en este último municipio por incomparecencias ante la situación de emergencia.
La erupción no generó daños personales, pero a los evacuados en El Paso y Los Llanos de Aridane se sumaron ayer otros en Tazacorte y en Tacande. Por recomendación científica, se fijó un radio de exclusión de 2 kilómetros en torno a los centros de emisión para minimizar el impacto de piroclastos y gases. «No sabemos cuánto tiempo tenemos que estar fuera ni cuánto tiempo va a durar el volcán, y no lo puedes parar, se come todo», señaló a Europa Press Marta, vecina de Las Manchas que fue evacuada y cuya casa está en la zona cero de la erupción.
Este lunes a última hora de la tarde emergió una novena boca en esas dos fisuras alineadas de norte a sur y separadas entre sí unos 200 metros. Por esas bocas la lava sale con una altura media de seis metros y una temperatura de 1075 grados centígrados. Avanzaba a 700 metros por hora hasta que anoche disminuyó su velocidad hasta los 300, lo que hizo que finalmente el magma no llegase al mar como se había calculado por la mañana. El volcán ya arrojó más de 22.000 toneladas de dióxido de azufre. La columna de cenizas alcanza una altura de 1.500 metros, y los gases emitidos, los 3.000. Siguen registrándose pequeños seísmos y deformaciones. En la zona más cercana a la erupción, hay una variación de 19 centímetros.
En cuanto al estado de las vías, se encuentran cerradas al tráfico al menos siete carreteras. En otras se recomienda no transitar por ellas.
Transporte aéreo y marítimo
La lengua de lava se dirigió durante todo el día arrasando todo lo que encontraba a su paso hacia la costa de Los Llanos, en una franja comprendida entre Puerto Naos y La Bombilla. El Plan Especial de Emergencias por Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca) intensificó el dispositivo ante la posibilidad de que al llegar al mar generase explosiones y emisiones de gases nocivos. A última hora de la tarde, había impactado ya en la principal zona pesquera de la isla, en Tazacorte.
La aerolínea Binter recuperó durante el día los cuatro vuelos con origen o destino a La Gomera que había cancelado a primera hora debido a la repercusión que sobre ellos tenía la erupción volcánica. Por su parte, Enaire anunció que el tráfico aéreo en Canarias se mantiene sin afectación. En cambio, Marina Mercante prohibió la navegación en las zonas próximas a la erupción volcánica, ante la posible llegada de las coladas al mar.
Reconstrucción
En principio, y vista la trayectoria del magma, el Hospital General de La Palma retomará hoy su actividad habitual, tanto en intervenciones quirúrgicas como de consultas, que fueron aplazadas de manera preventiva para garantizar la capacidad de respuesta del centro.
El presidente canario, Ángel Víctor Torres, adelantó ayer que su Gobierno prepara un decreto-ley que permitirá recalificar los terrenos afectados por la erupción del volcán para que «se pueda reconstruir con la máxima inmediatez». Para paliar los daños, el Servicio Canario de Empleo anunció que renovará automáticamente el documento de solicitud de empleo mientras dure la alerta. Por su parte, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, visitó ayer el centro de acogida de afectados por la erupción, y les trasladó «el compromiso rotundo de las instituciones con la reconstrucción», así como el centro de coordinación de la emergencia. Hoy retomará su viaje a Nueva York.
La UE ofreció su ayuda y activó el sistema comunitario de imágenes por satélite Copérnico.
Más de 400 militares, guardias civiles y policía, para «controlar» el volcán y los incendios
Más de 400 agentes de la Unidad Militar de Emergencias (UME), del Ejército de Tierra y de la Guardia Civil, así como policías, ya se encuentran en La Palma dentro del dispositivo especial que dirigen las autoridades canarias con motivo de la erupción registrada el domingo en la zona de Cabeza de Vaca, en el municipio de El Paso.
Entre el domingo y ayer llegaron por vía marítima y aérea, tanto desde las islas de Gran Canaria y Tenerife como desde Sevilla, el refuerzo humano y material para «controlar» la evolución del volcán y el avance de la lava. Además de reforzar el perímetro de seguridad de dos kilómetros respecto a la zona cero, actuar ante cualquier incendio y desalojar fincas.
Los 184 agentes de la UME desplegados proceden de la Base de Gando, en Gran Canaria, de Los Rodeos (Tenerife) y del acuartelamiento de Morón, en Sevilla. En el caso de la Guardia Civil, Interior aporta a los servicios de emergencia más de 200 agentes de seguridad ciudadana, patrullas de Tráfico, una patrullera del Servicio Marítimo, el Grupo Cinológico, la Policía Judicial, la unidad de rescate e intervención de montaña y las unidades de vuelo de helicópteros. Del mismo modo, se desplazaron a La Palma miembros del Consorcio de Bomberos.
