Los mir gallegos optan por Galicia, Madrid y Asturias para su formación

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO / LA VOZ

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ANGEL MANSO

De los 355 que eligieron plaza este año, 230 se quedan en la comunidad

23 ago 2021 . Actualizado a las 10:38 h.

¿Es bueno un mir único y centralizado, o tiene razón Cataluña al pedir un mir descentralizado? Atendiendo a la movilidad de los futuros médicos un único examen es la mejor solución. La mayoría de los estudiantes de Medicina que se presentan a este examen eligen su comunidad para realizar el período de residencia, pero en torno a la mitad emprende el vuelo hacia otra comunidad. Galicia, junto con Cataluña, es una de las autonomías en las que más titulados deciden hacer su formación en un hospital de la misma región, pero en otras como Castilla La Mancha, La Rioja o Asturias, esta cifra cae por debajo del 30 %.

El sindicato médico de Granada, con el fin de defender el actual sistema, ha elaborado un detallado estudio en el que se ve cuántos de los médicos que obtuvieron plaza tras examinarse en una comunidad eligen destino en la misma autonomía, y a dónde se van los que se decantan por una plaza de fuera. En Galicia, en la última convocatoria, fueron 355, y de ellos 230 se formarán aquí, el 64,79 %. Solo Cataluña, con un 75,44 %, tiene un porcentaje más alto. ¿Y a dónde se van los 125 mires que optan por un puesto en el hospital de otra comunidad? Principalmente a Madrid, allí se van 29 futuros facultativos. Aunque a Cataluña se van 15, destaca el caso de Asturias, con 11 mires gallegos, ya que su oferta de plazas es muy inferior.

Es decir, es lógico que a Madrid y Cataluña se vayan muchos médicos en su período de formación, porque sus hospitales tienen más de un millar de plazas de formación —1.238 en Cataluña y 1.405 en Madrid—, pero proporcionalmente es más llamativo que once elijan Asturias, con solo 179 puestos de residente. En este caso pesa la cercanía de la comunidad. Otros 14 han elegido Andalucía; 11 se formarán en Castilla y León; nueve en Baleares; y Valencia, Canarias y País Vasco recibirán cada una a siete médicos examinados en Galicia.

Los gallegos se van a estas comunidades pero ¿quién viene a los hospitales de aquí? Pues el intercambio es muy similar. En Galicia este año hay 394 plazas mir y 230 serán para los alumnos que decidieron quedarse, con lo que el 58 % de las plazas estarán ocupadas por estudiantes que hicieron el mir en la comunidad. El resto las ocuparán médicos que se examinaron en Asturias (57), Madrid (31), Cataluña (12) o Castilla y León (10) principalmente.

El caso asturiano

El caso de Asturias merece una explicación aparte. Normalmente el número de estudiantes que logra plaza tras examinarse en una comunidad es similar al número de plazas habilitadas en los hospitales para formarse. Hay excepciones, por ejemplo si en la comunidad no hay facultad de Medicina o esta tiene un número de vacantes muy inferior al de residentes de hospital que necesita. En Baleares, por ejemplo, lograron plaza solo 48 médicos examinados allí, pero sus hospitales cuentan con 162 plazas mir, casi cuatro veces más. Y en Asturias ocurre todo lo contrario. El hospital general de esta comunidad fue pionero en la puesta en marcha del mir en los años 60, y de todos los médicos en formación son conocidas sus academias, a las que se desplazan alumnos de toda España. Esto provoca que este año lograsen plaza 689 titulados examinados allí, cuando sus hospitales solo tienen 179 plazas, por lo que lógicamente la mayoría se van a otra comunidad.

El sindicato médico concluye que «sería un grave error para España y para la propia Cataluña» romper el actual sistema, con examen único y posibilidad de elegir plaza según mérito en todas las comunidades.

Que los titulados hagan su residencia aquí no solventa la falta de médicos

¿Es bueno que los estudiantes que hacen el examen mir en Galicia opten por hacer su formación aquí? Es positivo que aprecien el nivel de los hospitales gallegos, pero en muchos casos pesa el quedarse en su entorno familiar y social. También es buena la movilidad y el intercambio de conocimiento, pero que las plazas gallegas se ocupen por estudiantes de aquí o de fuera no va a solventar la falta de médicos que tiene la comunidad.

Y es que el problema no es si los médicos residentes son gallegos o de otras autonomías, sino cuántos deciden quedarse una vez que acaba este período de formación de entre cuatro y cinco años. Y en este caso pesan mucho las condiciones laborales. Por ejemplo, en España hay déficit de médicos de familia de atención primaria. Pero la mitad de los que terminaron la residencia de esta especialidad en Galicia no se quedaron en los centros de salud. El servicio de urgencias, el 061 o los puntos de atención continuada son más atractivos para los nuevos facultativos adjuntos que la atención primaria, con un nivel de sobrecarga importante, incrementado con la pandemia.

La Xunta ha solicitado elevar las plazas en formación —tanto de pediatría como de medicina de familia— pero es una solución a medio plazo porque este aumento no se notaría hasta terminar los cuatro años mir. También reclama crear la especialidad de urgencias —algo que las sociedades científicas demandan desde hace años— para que este servicio no absorba a los médicos de familia.