Interior asegura que no dio ninguna orden para arrancar el operativo
19 ago 2021 . Actualizado a las 06:00 h.El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, intenta eludir cualquier tipo de responsabilidad sobre la decisión de proceder a la devolución a Marruecos de los alrededor de 800 menores que permanecen en Ceuta desde su ingreso en España a mediados de mayo, y achacó esta iniciativa sobre el único aliado que se ha encontrado desde que a finales de la semana pasada se desató la crisis: el presidente de la ciudad autónoma, Juan Jesús Vivas, que curiosamente es del PP.
Así se desprende de la argumentación ofrecida desde su ministerio a su antigua casa, la Audiencia Nacional, ante el requerimiento del alto tribunal para que en menos de 24 horas hiciese llegar a la Plaza de la Villa de París el oficio en el que se ordenaban las repatriaciones.
En su respuesta, firmada por el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, afirma que Interior solo envió a la Delegación del Gobierno de Ceuta un oficio en el que «se limita» a trasladar el «ruego» de Marlaska para que «se proceda a efectuar el retorno de los menores respetando sus intereses o derechos». Esta versión no casa con la información avanzada por la Ser y recuperada ayer por El Confidencial, que tuvo acceso a una notificación fechada a 10 de agosto en la que Interior «insta» a la Delegación del Gobierno en Ceuta a proceder «hoy mismo» debido a «la importancia de este asunto». La operativa arrancó la pasada semana, pero fue paralizada por un juzgado de Ceuta, al apreciar indicios de irregularidades.
Por su parte, el popular Juan Jesús Vivas, volvió a erigirse ayer en el salvavidas de Marlaska al autorresponsabilizarse como máximo culpable de haber dado el pistoletazo de salida a la repatriación mediante una operativa «coordinada y conjunta» con el Ministerio del Interior.
Este mensaje no casa tampoco con la postura adoptada en Madrid por la dirección nacional del partido. Mientras Vivas defiende la operativa desde Ceuta, desde A Fonsagrada, Jaime de Olano, vicesecretario de Participación del PP, y encargado ayer de fijar la postura del partido a nivel nacional, acusó a Marlaska de vivir «enfrentado» continuamente con jueces y fiscales, dos estamentos que «entienden que está actuando de manera ilegal».
Una de cal y otra de arena
Marlaska, que tras defender la legalidad del proceso, el pasado lunes sufrió un varapalo de un juzgado de Ceuta ordenando la paralización de la operativa hasta que se acreditase que se ajustaba a derecho, recibió ayer una de cal y otra de arena desde la Audiencia Nacional. Sus excompañeros de la magistratura recordaron a Interior que sí cuentan con competencias para resolver sobre el asunto, algo puesto en duda desde el Ministerio. No obstante, el alto tribunal decidió ayer no adoptar la cautelarísima solicitada por dos oenegés y aguardar a que avance la instrucción en el juzgado sobre una operativa que desde hace unos días investiga también la Fiscalía.
De forma paralela, 28 oenegés unieron ayer sus fuerzas en una carta dirigida a Pedro Sánchez en la que solicitan la paralización inmediata de los menores, que hasta ahora se estaban realizando en grupos de 15, sin contar con expedientes individualizados. Yolanda Díaz trasladó lo mismo al presidente hace solo unos días.